Una aproximación al tamaño del reto que enfrenta una política de ciberseguridad lo da el Informe de Predicciones de Amenazas de McAfee Labs, de acuerdo con el cual el número de dispositivos que se deberán proteger para el año 2020 superará los 200,000 millones.
Para el 2016 las ciberamenazas afectarán el hardware; crecerá el ransomware y las vulnerabilidades; serán afectados los sistemas de pago y aumentarán los ataques mediante sistemas de empleados. Otra área afectada serán los servicios en la nube, los wearables, los automóviles (autónomos y regulares) y los almacenes de datos robados, se afectará la integridad, crecerá el ciberespionaje y el hacktivismo y por si fuera poco estarán en riesgo infraestructuras críticas y crecerá el intercambio de inteligencia sobre amenazas.
México está retrasado en cuanto a ciberdefensa, comparado con otros países.
Según el Índice Global de ciberseguridad 2014 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que revisa la forma en la que responden estas naciones frente a la inseguridad cibernética, México ocupa el lugar 18 entre 100 países. El lugar 18 que ocupa México lo comparte con países como Perú, Vietnam y Burkina Faso. En cambio, los tres primeros lugares son ocupados por Estados Unidos, Canadá y Australia, en tanto que en Latinoamérica los primeros lugares los ostentan Uruguay, Colombia, Argentina, Chile, Costa Rica y Ecuador.
Para proteger los servicios e información vitales de su empresa contra el robo, la manipulación y la fuga, debemos cambiar la forma de hacer las cosas: es necesario centrar la atención en la manera de reducir la fragmentación de la seguridad, automatizar las tareas y multiplicar las fuerzas. Intel Security tiene una solución con un sistema abierto e integrado que puede acelerar todo el ciclo de vida de la protección contra amenazas.