La ciencia contra el azar

La forma de jugar a poker ha sufrido una gran transformación en los últimos años y no ha sido sólo por la aparición en escena de las nuevas tecnologías sino por la presencia, cada vez mayor, de la ciencia. Las matemáticas y la psicología tienen ya tanto o más peso que el azar; cada vez los jugadores profesionales dependen menos de “la suerte” porque maximizan sus posibilidades de ganar adoptando conocimientos de otras disciplinas.

Una de las modalidades de poker más populares, al ser la que se práctica en las World Series Of Poker, es el Texas Hold’em, una variante que se fundamenta en el cálculo de probabilidades. De acuerdo con las reglas de este juego, se trata de que cada jugador consiga la mejor mano de 5 cartas posible combinando las suyas (2) con las del croupier (5). La matemática entra en acción al poder calcular, según las cartas que tengamos, las probabilidades de conseguir cada una de las manos posibles y también qué posibilidades tenemos de que nuestra mano sea mejor que la del oponente. En teoría, si nuestro porcentaje de conseguir una mano mejor es mayor que el del rival, deberíamos apostar para ganar.

Los jugadores de poker utilizan calculadoras diseñadas especialmente para el cálculo de probabilidades, hasta que interiorizan las posibles combinaciones y adquieren la destreza mental suficiente como para poder hacer los números sin ayuda. En el poker online, hay software específico desarrollado para ver sobre la pantalla del ordenador un marcador con las probabilidades que tenemos de conseguir una buena mano y también las de los contrarios.

La estadística es una ciencia que se ha puesto al servicio del juego de manera incondicional pero no es la única. En el poker en vivo lo que no ha cambiado es el arte de saber “leer” a los rivales.

La psicología siempre ha estado presente en el poker pero con la creciente profesionalización del juego y un número cada vez mayor de investigaciones dedicadas a este fin, la información de la que disponen ahora los jugadores sobre lenguaje no verbal y cómo funciona el cerebro humano, es enorme.

Hay varios investigadores que han hecho aportaciones importantes a la psicología del poker y no todos son científicos, algunos provienen de campos tan dispares como el FBI o la experiencia personal en casinos. Es el caso de uno de los autores más importantes sobre poker y psicología: Alan Schoonmaker. Doctor en psicología por la Universidad de Berkeley y consultor en grandes corporaciones, Schoonmaker es un jugador de poker que “sacrifica” los torneos mayores –con mayores ganancias- para jugar en grupos pequeños y poder analizar y entender mejor el comportamiento de los jugadores. Su obra más conocida es “The Psychology of Poker” pero también tiene otras como “Your Worst Poker Enemy: Master the Mental Game”.

Se ha utilizado también el trabajo de investigadores que nada tienen que ver con el poker, como Paul Ekman, muy conocido por sus estudios de las expresiones faciales. El juego incluso ha tomado prestadas técnicas del FBI usadas en interrogatorios, como hace el ex agente Joe Navarro. Todo vale para conocer al enemigo.