Revista Cultura y Ocio

La ciudad tras la penumbra. Javier Núñez

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La ciudad tras la penumbra. Javier Núñez
     "Tras pasarse la mano por la cara, Ricardo volvió a echar un vistazo a la habitación en busca de algo que le resultara familiar. La cama de noventa en la que se había despertado no era una de ellas. Tanto la sábana bajera como la funda de almohada eran blancas, y la fina manta de entretiempo con la que había estado arropado hasta hacía un minuto, de un desvaído azul cielo, no casaba con ellas. Como si formaran parte de juegos de ropa de cama diferentes."
    Una de las mejores maneras de llegar a un libro, es a través de las recomendaciones. Y las redes sociales sirven para ello, se reciben muchas recomendaciones y se descubren título. Es más, personalmente en twitter me encanta ir anotando títulos, y también descubriendo afinidades. Javier Nuñez tiene un gusto más o menos coincidente con el mío, así que leer su obra... bueno, era inevitable. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La ciudad tras la penumbra.
     Conocemos a Ricardo cuando, una mañana cualquiera al despertar, descubre que no tiene mucha idea de la habitación en la que se encuentra. Es más, no tiene idea alguna de dónde está. Pero no solo eso, no reconoce la habitación, ni el apartamento, ni tampoco la ciudad, así que decide preguntar en la calle. Su situación empeora a medida que va descubriendo que no será tan sencillo saber dónde se encuentra, ya que nadie parece dispuesto a ayudarle a saber qué ha sucedido o dónde se encuentra.
     El hombre aislado en su propia sociedad es un tema que se ha utilizado muchas veces en la literatura como símbolo de la situación real de las personas en la llamada era de las comunicaciones. En este caso, el autor no  ha buscado un país extraño, sino una zona gris. Aquella de lo indistinguible con calles iguales numeradas y personas que no parecen dispuestas a ayudar a nadie, y deja allí al hombre consciente que es el protagonista buscando desesperadamente unas respuestas que nadie parece dispuesto a darle. Al menos hasta que se tropieza con una joven, que es la única que comienza a relacionarse con él. De este modo veremos la importancia que puede tener una relación, aunque sea banal, para una persona. Y es que, nos guste o no somos animales sociales y ese punto flota a lo largo de toda la historia que nos deja Javier Núñez, así como la de la supervivencia en este mundo y la alienación que tendrá, como no, su contrapunto en la amistad.
     Utilizando un lenguaje muy visual y descripciones sencillas en abanicos comunes que permiten al lector crear una nítida imagen mental del lugar que nos presenta, dota a la historia de un ambiente opresivo que va en aumento a medida que su protagonista parece empeñarse en obtener respuestas. Y esto intranquiliza al lector, no sólo por la corriente de empatía que ha logrado generar hacia su protagonista, además nos preguntamos si será capaz de darle una solución a un enigma que se mantiene durante muchas páginas. Lo hace, podéis estar tranquilos, y aunque queden unas cuantas páginas para el final, Javier mueve hábilmente el foco central de la historia para conseguir incluso un aumento de interés por parte del lector.
     El resultado es una novela francamente entretenida, con un argumento que se consigue mantener a lo largo de la historia y un final en el que, si bien me hubiera gustado que avanzara un poco más en el tiempo, no dejo de reconocer que no es necesario para una historia que queda cerrada perfectamente en la última página. Repetiré.
     Y vosotros, ¿sois recolectores de recomendaciones en las redes sociales?
     Gracias.

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