Revista Coaching

La claridad mental es clave para el éxito

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Cuando Steve Jobs volvió a Apple en 1997 a la compañía que él mismo había fundado y de la que había sido despedido, 2 palabras definieron su estrategia: sobrevivir (survival) y sencillez (simplification). Respecto a la que nos ocupa, la sencillez se convirtió en uno de sus rasgos de su liderazgo como una extensión de su persona a toda la organización: en sus presentaciones, en la estructura de la empresa, en el tipo de equipos, en sus claims (Ipod: mil canciones en tu bolsillo) o en sus productos, ya que cuando regresó a la empresa había más de 40 productos y los redujo a tan sólo 4. Esto decía el mismo Jobs: "Éste ha sido uno de mis mantras: foco y sencillez. Lo simple puede ser más difícil que lo complejo. Tienes que trabajar muy duro para pensar con claridad y hacer las cosas sencillas. Pero merece la pena, porque una vez que lo logras puedes conseguir cualquier cosa. La sencillez es la suprema sofisticación".

De ello se habla largo y tendido en el libro El poder de lo simple que te recomiendo. Allí se recogen las palabras de Jack Welch, el ex CEO de General Electric: "Los directivos inseguros crean la complejidad. Los directivos asustados y nerviosos utilizan libros de planificación muy gruesos y complicados, y diapositivas llenas de todo lo que han aprendido desde su infancia. Los líderes de verdad no necesitan confundir. La gente debe tener la confianza en sí misma para ser clara, precisa y estar segura de que cada persona en su organización, desde la más importante a la menos, entiende cuál es el objetivo básico del negocio. Pero no es fácil. Es increíble lo difícil que es ser simple para la gente; cuánto miedo le da ser sencilla. Les preocupa el hecho de que si son simples, los demás pueden pensar que son tontos. En realidad, claro está, es justo al revés. La gente con la mente más clara y preparada es la más simple".Creemos que para crecer hay que hacer más cosas. Siempre más. Parece coherente. Pruebas cosas y las vas incorporando. Más productos, más procesos, más personas, más de todo. El negocio se va desarrollando. Se va haciendo más complejo. Ésta es una forma de crecer. Es la tradicional. No haces nada especial. Sólo te dejas llevar por la inercia del desarrollo. Pero, ¿es ésta la mejor fórmula?

Entre 1985 y 1989, el sector de fabricantes de máquinas en Alemania creció la mitad del PIB alemán. En el sector, algunas compañías crecían al 3% y otras lo hacían al 9%. Para conocer las causas de esas diferencias, la consultora Mckinsey realizó un estudio -que llevaría por título Simplicity wins (La sencillez gana)- en el que analizó muchas de esas compañías (productos, procesos, clientes...) y arrojó una conclusión clara: las compañías con mejores resultados eran las más sencillas. Estas compañías superaban al resto en muchas de las áreas. ¿El resultado final? Crecimientos excelentes.

¿Y cómo ser sencillo? En el estudio de Mckinsey aporta una fórmula centrada en 3 elementos:

1. OBJETIVOS. Pocos objetivos y poco complejos. Hace algunos años le pregunté a un directivo del equipo de Florentino Pérez en el Real Madrid que había aprendido trabajando codo con codo con él. Me dijo varias cosas, pero una de ellas fue la siguiente, que reproduzco literalmente: "Tiene siempre 3-4 ideas fuerzas que guían su estrategia, y luego es muy insistente en esas tres-cuatro ideas fuerza hasta que están absolutamente asentadas e interiorizadas. Los procesos de asimilación no sólo tienen que ser lentos sino que deben de ser muy insistentes; por eso no se puede hablar de veinte cosas a la vez".

2. ESTRUCTURAS. Carlos Slim, uno de los personajes incluido en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 12ª edición) decía en cierta ocasión: "Estructuras simples con mínimos niveles jerárquicos. En definitiva, operar con las ventajas de la empresa pequeña, que son las que hacen grandes a las grandes empresas". La burocracia es el drácula de la empresa; la burocracia aniquila muchas iniciativas, quita mucha energía, genera muchos conflictos y otros muchos derivados.

3. PROCESOS. La ejecución es la clave de todo, y los procesos son los que facilitan u obstaculizan que así ocurra. Procesos simples, directos y en menos tiempo. ¿Has visto la web de Hawkers? Sencilla. ¿Y sus productos? Sencillo. ¿Y su proceso de compra? Muy sencillo. Lo mismo pasa con Amazon. Puedes comprar en un clic sus productos directamente. Todo para facilitar la decisión (impulso) de comprar.

Como se recoge en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición): "SIM-PLI-FI-CA. Pocas cosas pero importantes, y después mucho FOCO para concentrarte en ellas. Decide los key factors (factores clave) del negocio y el resto, deséchalo, a la basura, y no pienses más sobre ello, te quita energía, atención, concentración". Bruce Lee lo resumía así: "No has de acumular, sino eliminar. No se trata de aumentar cada día, sino de disminuir cada día. Cultivarse a uno mismo culmina siempre en la simplicidad".


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