Revista Salud y Bienestar
Un
estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Estatal de
Oregón (EE.UU.) determino que
las dietas con altos contenidos en grasa o azúcares provoca cambios
en determinadas bacterias intestinales relacionadas con una pérdida
valiosa de la “flexibidad cognitiva”,
provocando un deterioro del aprendizaje temprano en los niños, tanto
en la memoria a corto plazo como en la memoria a largo plazo. Cada
vez está más claro que las bacterias intestinales pueden
comunicarse con el cerebro humano: Esas bacterias pueden liberar
compuestos que actúan como neurotransmisores, estimulan los nervios
sensoriales y el sistema inmune afectando
una amplia gama de funciones biológicas. Aún
no estamos seguros exactamente de cómo se envían esos mensajes,
pero los estamos siguiendo por sus efectos”, explicaron los autores
del trabajo.