Revista Cultura y Ocio

La condena de Macarena

Publicado el 22 abril 2015 por Magik
Ya dije en su día, básicamente cuando se estrenó Bienvenidos al Lolita, que Globomedia es una productora que tiene dos perfiles de producto: por un lado, aquellos que son muy clásicos y recuerdan a otras series de la casa (con desiguales resultados porque Byb es una serie muy maja, pero Bienvenidos al Lolita se quedó en tierra de nadie); por otro, series completamente innovadoras (para mí El internado fue quien abrió la veda a series nuevas y, por tanto, a la etapa dorada que está viviendo el panorama catódico patrio).
Pues bien, el pasado lunes Globomedia y Antena 3 estrenaron Vis a vis, una serie que tenía visos de ser muy distinta a lo que veníamos viendo hasta ahora. Que, por cierto, un aplauso para Antena 3 porque lleva toda la temporada apostando por proyectos que no pueden ser más diferentes entre sí. Así da gusto, vamos.
La cuestión es que parece que en Globomedia han tomado nota de los (muchos) fallos que tuvo Bienvenido al Lolita (tenía corazón, pero se quedó a medio gas por eso de que quien mucho abarca, poco aprieta) y han decidido olvidarse de las series donde se reflejan absolutamente todos los tipos de público y se han dedicado a lo que se les da mejor: arriesgar e innovar. Y la jugada les ha salido maravillosamente.
La condena de Macarena
Macarena (una más que fantástica Maggie Civantos, que ya era encantadora como la rubia cándida del cabaret antes citado) ingresa en prisión, supuestamente por un error. Por si el cambio de ambiente no es radical, la primera noche que pasa entre rejas la presa con la que había entablado más amistad aparece muerta. Entonces, se entera que la difunta en cuestión, Yolanda (Belén Cuesta) acabó en prisión por atracar un furgón y que toda la pasta sigue escondida en algún punto de la geografía española y que, se rumorea, Yolanda dejó pistas escondidas en la cárcel sobre la localización.
Ya el punto de partida es muy llamativo, sobre todo porque deja claro que Vis a vis no es una historia amable sobre unas reclusas o una comedia, sino un thriller lleno de tensión. Un thriller bastante duro, encima.
Además, la serie no se anda con chiquitas y va directa al grano, ofreciéndonos un piloto de ejecución casi perfecta. Pocas veces he visto un piloto con una presentación tan efectiva y, al mismo tiempo, tan entretenida. Y con la de personajes que debía introducir es algo que alabar, pues no tardamos en hacernos una idea de cómo es la situación tanto en la cárcel como en la familia de Macarena, al mismo tiempo que empezamos a descubrir cómo son los personajes.
La condena de Macarena
Eso, sin renunciar ni al ritmo, ni a avanzar en la trama.
Además, personalmente me ha parecido muy original los recursos empleados para dar información sin interrumpir el hilo del episodio. Comenzamos con nuestra rubia protagonista, Macarena, ingresando en prisión y sin dejar de repetir que ella es inocente y todo es un error. Desde ahí, todo empieza a desarrollarse sin prisa, pero sin pausa y si nos tienen que dar información, lo hacen a través de breves flashbacks o de fragmentos de un documental donde las presas hablan.
Todo eso envuelto con una factura muy, muy buena. Tanto la iluminación con el montaje están muy a la altura y tienen escenas muy, muy conseguidas. Por ejemplo, la historia del atraco de Yolanda me pareció una maravilla y eso que era tirando a breve. También aciertan con el tono de las escenas, sabiendo dar desde la cotidianeidad que disfrutan las presas que ya llevan ahí un tiempo, la incomodidad de Macarena ingresando en prisión o la tensión de la escena en el cajón de los balones.
Se agradece muchísimo que Vis a vis no intente una mezcla de géneros y apueste directamente por el thriller, por mucho que tenga ciertas pinceladas de humor. La verdad es que la historia me enganchó desde el principio: quiero saber tanto quién acabó con Yolanda, como el devenir de todos estos personajes.
La condena de Macarena
De hecho, es que los personajes también me convencieron mucho desde el primer momento. Comenzando por una Macarena que sólo en un episodio empieza a espabilar y que pasa de ser pava de narices a ir dándose cuenta de que va a tener que ser más hábil y más dura si quiere salir de prisión enterita. En ese sentido, creo que puede ser una gran protagonista, me gusta que espabile pronto y, como ya he dicho antes, Maggie Civantos está muy, muy bien en el papel.
Bueno, la verdad es que el casting al completo me parece un acierto.
Todos los actores están muy cómodos en sus papeles y todos los personajes apuntan maneras y eso que sólo nos han dado pinceladas de ellos. Pero, vamos, que estoy deseando saber cómo van a desarrollar a las presas (mucha ídola hay entre ellas, que yo no sé si soy más fan de Saray, de La rizos o incluso de Yolanda lo poco que salió) y los tejemanejes que mantienen tanto presas como funcionarios.
La condena de Macarena
Curiosamente, aquí la gran mayoría de personajes son bastante chungos, incluso los que no son delincuentes (el personaje de Roberto Enríquez es duro de narices desde el momento en el que aparece), pero en este caso sí que tiene sentido y sí que resulta natural y coherente, no como en el caso de su predecesora, Bajo sospecha, donde quedaba de lo más forzado. Eso sí, no hay nadie más chungo que Zulema, que nada más aparecer da miedito y apunta maneras de ser un personaje muy, muy interesante, sobre todo en contraposición con nuestra heroína.
Aún quedan factores que entrar en juego (conocemos a la familia de Macarena, pero muy por encima y hay que ver cómo se van a integrar en la trama) y yo tengo mucha, pero que mucha, curiosidad por ver cómo va a continuar la historia. Así que el próximo lunes no pienso perderme el segundo episodio y, en serio, si no habéis visto Vis a vis, pues id ahora mismo a hacerlo, venga.
PD: Por cierto, no he visto Orange is the new black (a ver si este verano le pongo remedio, por otro lado), así que no he entrado en comparaciones y, digamos, he visto Vis a vis sin esperarme nada. Pero, vamos, como que son muy distintas, pese a estar basadas en una cárcel de mujeres, ¿no?

Volver a la Portada de Logo Paperblog