La cordura y la paciencia se fueron de paseo.

En este último mes he podido estar cerca a madres con niños en edad pre-escolar, madres cariñosas, pero también cansadas por las demandas de sus niños.Los primeros años en la vida de nuestros pequeños sugieren un desafío en la crianza. No es una exageración pensar que la cordura  y la paciencia se fueron de paseo porque no las encontramos.La autonomía define a los niños en esta etapa del desarrollo.Un niño en etapa pre-escolar es una personita que se siente capaz de hacer las cosas por si mismo (bravo por ese sentimiento!), su coordinación corporal ha aumentado, sus destrezas para manipular objetos también...y vaya que es cierto, cuando menos lo pensamos están subidos en una silla, abriendo la puerta de la calle, rayando las paredes, cortándose el cabello, etc. La verdad es que papá y mamá prueban de todo para controlarlos: Darles lo que piden, no darles lo que piden, llamarlos a la reflexión, castigarlos, pegarles (esto es lamentable), etc.
¿Qué hacer desde la perspectiva de una crianza respetuosa?
Aquí te dejo unos cuantos ideas que seguro te serán útiles, pero requieren paciencia...como todo en la crianza.
1. El bendito tiempo ¡Cómo se necesita!, no me refiero al clásico tiempo de calidad, me refiero a la cantidad. Si no hay tiempo es mucho más fácil que no tengas la paciencia ni la ecuanimidad para tolerar que tu niño, justamente cuando estás más apurada, no quieran obedecer. Procura organizarte mejor y así prevenir situaciones inesperadas.
2. Las rutinas 
Son importantes durante TODA la crianza, marcan la pauta, proporcionan sentimientos de seguridad y confianza al niño y de paso nos ordenan la vida en casa. Incluyamos en la rutina un tiempo especial para cada hijo.
3. Haz tu vida menos complicada
Haz de tu hogar un lugar seguro, evita tener artefactos, adornos o cualquier otro tipo de artículo valioso o peligroso cerca de los lugares donde transita tu hijo. ¡Evita tu propia frustración!Cuando salgas a la calle con tu hijo lleva alimentos y juguetes.Evita ir a lugares donde tu hijo se aburra o vaya a pasar hambre. Por ejemplo, no creo que sea buena idea ir de "shopping" con un niño pequeño, tanto él como tú pasarán una mala experiencia. Estoy segura que has podido ver, en alguna ocasión, a los niños llorar en los centros comerciales...y amarrados a su coche...¡fatal!. En resumen: Anticipa posibles crisis
4. Establecer las reglas del juego (claras y sencillas)


Menos NO y más indicaciones positivas. Por ejemplo: En lugar de: No dejes la ropa en el piso, mejor decir: La ropa que este sucia se echa en el tacho destinado para este fin.En lugar de: No vayas a derramar el jugo, mejor es decir: El vaso se agarra con las dos manos.En lugar de: No vayas a rayar las paredes, mejor decir: Mira los papeles de colores que tengo para dibujar.Ojo: Los niños pequeños necesitan que se les repitan las reglas de la casa más de una vez hasta lograr interiorizarlas.
5. Berrinches, tema recurrente en los pre-escolares


Cuando tu hijo empiece a irritarse abrázalo y se empática (revisa http://criandolaaventuradesermama.blogspot.pe/2016/03/mi-hijo-no-me-comprende.html)Si el niño es pequeño y no está en capacidad de entender explicaciones, anticípate al berrinche. Cambia de actividad, busca distraerlo con algo diferente o nuevo.Tuve la oportunidad de observar a una joven madre tratar de explicarle a su hijo de 2 años y medio las razones por las cuales no debía hacer una pataleta, creo que pueden imaginar que el niño, lejos de calmarse, gritaba y lloraba aún más fuerte. Llegó la abuela del menor, le dío su manojo de llaves y el niño dejó de llorar prácticamente en el acto.Después del berrinche el niño queda asustado y afectado emocionalmente, contenlo con un abrazo.
6. Descifrar: ¿Qué me quiere decir mi hijo con su mal comportamiento?


¿Tiene sueño?, ¿ Hambre?, ¿Se siente irritado por algún cambio en su rutina?, ¿Se siente frustrado?, etc. Por otro lado puedes autoanalizarte y hacerte a ti misma estas preguntas: ¿Me siento estresada?, ¿He tenido algún problema que me tiene ofuscada?, ¿Me siento frustrada por algo?, ¿Necesito que alguien me releve en mis obligaciones por algunos minutos?. 
7. El ejemplo

No me refiero a que tú seas el ejemplo de tus niños (aunque esto sea cierto), pensaba ahora en darle otro enfoque: Puedes seguir el ejemplo de tus niños. Procura ser cariñosa como ellos, brinda un amor incondicional como ellos, se rápida en perdonar como ellos, vuélvete más creativa, juguetona, reilona...¡como ellos!
8. Recordar que estás construyendo una relación para toda la vida 


Para algunos corrientes psicológicas el primer año es determinante en la vida de un ser humano, para otras corrientes los 3 o los 5 primeros años lo son más. Lo cierto es que los primeros años de la vida de un niño ponen el cimiento de lo que será un adulto valioso o no para nuestra sociedad. Si hubieron falencias, por alguno u otro motivo, en la crianza que has brindado a tu hijo o en el vínculo que has desarrollado con él, es el momento de reflexionar y enfocarte en construir una relación basada en el respeto, puedes empezar justo ahora. Cumple tus promesas, sé empática, esfuérzate por entender los sentimientos de tus niños, brinda más caricias, más sonrisas, sé incondicional.
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JImena y Micaela a sus tres años
La idea de la madre perfecta es una linda ilusión, sólo eso. Lo único que he encontrado en el camino de mi vida son madres guiadas por la reflexión constante y decididas a dar valor a ese título que llevan sobre ellas. El título de madre transforma vidas: la tuya y la de tus hijos. *El título de padre también. :)