La corrupción de la izquierda

Nunca tengo un plan, tengo una idea. El otro día quise reflexionar sobre la corrupción de la izquierda y acabé haciéndolo sobre la corrupción de la derecha, como creo que se lo debo a todos ustedes que vienen todos los días a aquí a leer lo que escribo, hoy, voy a intentar escribir sobre la corrupción de la izquierda.La 1ª cuestión que habría que plantearse ya está más que expuesta otras veces, con otros motivos: ¿qué es realmente la izquierda?A esta pregunta ya le he dado muchas veces respuesta: la izquierda es el indeclinable servicio a la verdad y a la justicia.Y habrá quien diga“bueno, pero qué simple es este hombre, ¿dónde se deja el tío el servicio a todos esos otros valores como son la igualdad, la libertad, un orden social justo y equitativo en el que la riqueza de las naciones no sólo se distribuya equitativamente sino que se atribuya por igual, en el origen, a todos los habitantes de este cochino mundo?”.Y yo, con la modestia de mis escasas posibilidades, contesto: “oiga, pero es, que para mí, todo eso: la igualdad, la libertad, el establecimiento de  un orden social justo y equitativo, en el que la riqueza no sólo se distribuya por igual entre todos los habitantes del mundo sino que también se les atribuya su propiedad equitativamente en el origen, no es sino directa consecuencia de la búsqueda de la verdad y de la prosecución de la justicia”. Porque la 1ª verdad esencial es precisamente ésa: nadie tiene, nadie puede tener, por nacimiento, el derecho de propiedad exclusivo y excluyente sobre una porción alícuota de la Tierra porque no hay razón suficiente basada en una recta concepción de la justicia para que la superficie de nuestro planeta se adjudique en propiedad a nadie porque es patrimonio imprescriptible e inapropiable de toda la humanidad. Por supuesto que habría que establecer una normativa seria y responsable para que dicha propiedad universal no fuera utilizada antisocialmente por las tendencias individualistas inherentes al hombre.Sentada esta premisa inderogable, inatacable, el otro valor indiscutible es el de la justicia, acogiéndome yo siempre a la viejísima definición del jurisconsulto romano Ulpiano, que decía que ésta es el arte de dar a cada uno lo suyo, de tal modo que cada uno de nosotros sería titular indiscutible, por siempre y para siempre, de una intinitésima parte de la superficie de la Tierra.Así las cosas, todo lo que contraríe la verdad, todo lo que se oponga a la realización de la justicia no es sino la expresión de ese despojo que puede, también, ser inmaterial, en el que consiste toda ideología de derechas.Es por eso por lo que los genios de la derecha han establecido como inatacables una serie de premisas como las siguientes:1) el fin justifica los medios: para conseguir que se mantenga el actual “statu quo”, para que se conserve la actual situación, no sólo todo está permitido sino que es incluso obligatorio atacar a la verdad e imponer como sea la injusticia, porque2) es un hecho indiscutible que todos somos, por naturaleza, desiguales, o sea, que la desigualdad es el estado natural del hombre, de tal modo que perseguir la igualdad no sólo es antinatural sino también esencialmente injusto porque no se puede atribuir por igual la riqueza del mundo a unos individuos que son por esencia desiguales y que contribuirán desigualmente a la producción de la misma, de manera3) que la justicia no puede ser otra cosa que el reparto desigual de la riqueza de la Tierra y de sus productos consecuentes, de acuerdo no sólo con las capacidades originales de los individuos sino también con el esfuerzo que ellos mismos hayan realizado para aumentarlas y mejorarlas: ésta es, sin duda, para ellos, la auténtica justicia, la diga Ulpiano o su porquero.Pues, bien, un sector, nada desdeñable, de la izquierda, ha seguido este camino marcado por la derecha.Primero, se ha especializado en atacar a fondo la verdad. No hay otra verdad que aquélla que favorece directamente sus particulares intereses. Así, por descender al ejemplo, en el chat de SacoBaco, la verdad como dirían los peores, en todos los sentidos, de ellos sería una verdadera irrisión: “pero, hombre, ¿a quién se le ocurre a estas alturas de la película defender la verdad?”, si a Saco le conviene decir que yo estoy loco, lo dice y, como es muy peligroso escuchar lo que dicen los locos, prohíbe a sus secuaces no ya sólo que visiten mi blog sino incluso que me nombren, de modo que me declara "innombrable" y sigue tan a rajatabla estas normas que aquel que  visite mi blog o que me nombre, queda inmediatamente fuera del juego y es expulsado de su paraíso.E, inmediatamente, y para que nadie dude ni un momento de la inexorabilidad de su sentencia, una de las más preclaras figuras que andaba por su chat y que cometió el terrible pecado de aparecer por mi foro, fue inmediatamente fulminado con la expulsión de su chat y el ejemplo fue decisivo, algunos otros que no sólo lo visitaron sino que recordaron con añoranza viejos tiempos de su buena relación conmigo huyeron aterrorizados del mismo para siempre porque, para ellos, pobres, la única razón actual de su existencia es comparecer allí, en aquel antro de la mentira y de la injusticia, a aportar y recibir su diaria ración de veneno.Y, atención, ésta es una de las corrupciones de la izquierda: la de no sólo falsear la verdad sino también promover la injustiaia, así, Saco dice que Soledad participaba en su chat con teléfono y email fasos y cuando Goliat le demuestra que eso es imposible, no discute sus argumentos, sino que lo reduce al silencio 2 veces, porque éste responde al primer baneo volviendo por allí con otro nick, “neutrino”, y preguntándole a gritos a Saco, por varias veces: ¿POR QUÉ MIENTES, POR QUÉ MIENTES, POR QUÉ MIENTES? y SacoBaco lo vuelve a banear.Y este magnífico ejemplo de servicio a la verdad y a la justicia, como es lógico, es rigurosamente seguido por los 2mejores ejemplares de la ultra izquierda que por allí transitaban:
1) Malditos Bastardos, MB, en su debate con Soledad no tiene reparo alguno en recurrir a la mentira cuando dice que ésta había dicho, en una de sus entradas, que consideraba a Saco como su dios y, cuando ésta le exige a gritos que cite dicha entrada, MB se hace repetidamente el sueco y,2) entonces, la más preclara de todas las ultraizquierdistas que vivaqueaba por allí, la inconmensurable Secuoya, le dice a MB que si no existe la cita que Soledad le pide que se la invente, esto de mentir no es nada nuevo en esta ultraizquierdista eximia, ya había mentido descaradamente antes cuando 2 comentaristas la identificaron con quien realmente es, Gilberta. 
Flaco servicio el de estos 2 egregios representantes de la izquierda a su ideología porque además de machacar la verdad estaban perpetrando también una gran injusticia puesto que pretendían  no ya sólo tener razón sin haberla sino que incluso recurrían a la falsificación de la realidad para procurársela.Pero éste no es sino el ejemplo venial y más cercano a todos nosotros, los blogeros, el mundo está lleno de ejemplos de mas enjundia como el de los Pío Moa y Losantos, terribles izquierdistas que llevaron su antigua fe hasta el sacrificio personal de militar en un partido esencialmente terrorista contra el capitalismo que ahora defiende y el otro hasta dejarse inutilizar una pierna por su adversarios políticos, pasando por otros izquierdistas más livianos como Leguina y Jordi Sevilla, a los que el apartamiento del poder ha sido motivo suficiente para que se revuelvan contra aquella ideología que profesaban tan fervientemente.Ésta, a grandes rasgos, es una de las corrupciones de la izquierda.