Revista Opinión

La cumbre contra el cambio climático: ¿ficción o realidad?

Publicado el 06 enero 2016 por Polikracia @polikracia

El pasado sábado 12 de diciembre sucedía lo que muchos denominan un acuerdo histórico y un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático. Nada más y nada menos que 196 países firmaban en París un acuerdo universal de lucha contra el cambio climático en la denominada cumbre COP21. Los objetivos de esta: mantener la temperatura media mundial por debajo de los 2ºC respecto a los niveles pre industriales y limitar la cantidad de gases efecto invernadero emitidos hasta los niveles que pueden ser absorbidos naturalmente.

Pero, ¿qué implicaciones tiene realmente todo esto? ¿y qué implicaciones puede tener con el Protocolo de Kyoto? Tenemos que tener en cuenta que ahora mismo tenemos la segunda fase de Kioto que se adoptó en Copenaghe y que, realmente, solo adopto la UE. Adoptó unos compromisos que serían para el periodo del 2012 al 2020. Sin embargo, los compromisos que asume la UE en esa fase eran tan débiles y tan poco ambiciosos que ya los ha cumplido, nos indican fuentes de Greenpeace, así que ahora mismo, antes del acuerdo, no había nada.

Tatiana Nuño, responsable de campaña contra el cambio climático de Greenpeace España, explica que el acuerdo que ahora se ha firmado entra en vigor en 2020 y es bastante insuficiente en cuanto a la regulación y los mecanismos. Es insuficiente en cuanto a la regulación para garantizar que no superamos las temperaturas. Es bastante más un acuerdo de intenciones, ya que es vinculante, pero no lo son los compromisos de reducción de emisiones. Es de un lenguaje muy abstracto y débil, que no incluye cómo los países pueden mejorar; sin embargo, sí que incluye que los países deben mejorar sus compromisos de reducción de emisiones. En 2020, de hecho, se hará un inventariado de los compromisos que ya hay sobre la mesa.

Sobre el acuerdo tenemos que partir de dos puntos: por un lado los objetivos a corto plazo, y por otro los objetivos a largo plazo. Es muy importante el objetivo a largo plazo, del que se derivan cosas del texto. El acuerdo indica la necesidad de mantener en 1,5º respecto al nivel de preindustrialización,  es decir no superarlo nunca bajo ningún concepto. Pero, de otra parte, se nos indica que entre 2060 y 2080 el balace neto de emisiones de gases efecto invernadero –no solo C02- tiene que ser cero. ¿Qué significa esto? Que, entonces, para 2050 las emisiones de C02 –que provienen de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas)- deberían ser cero para cumplir ese otro objetivo, que sí que han firmado en el acuerdo. Esto implica, sin duda, un fuerte compromiso de los gobiernos en sus políticas públicas.

El acuerdo no concreta mucho sobre de qué manera pueden reducirse la temperatura a 2º grandes antes de la preindustrialización. ¿Hay algún tipo de recomendación o documento de trabajo? Así, la UE presento sus compromisos IMDC donde se dice que en 2013 iba a reducir un 40% de emisiones, Greenpeace por su parte, presentó cómo era necesario que la hoja de ruta de la UE incluyese la reducción de un 55% para 2030 y que aumentase también las energías renovables en un 45%, y la eficiencia energética en un 40%. Puedes encontrar estos documentos aquí.

Y sobre esto, ¿qué han dicho nuestros políticos de cara a estas elecciones? Greenpeace ha elaborado un cuadro explicativo con las diferentes propuestas sobre medio ambiente, un tema cada vez más importante y cada vez más necesario de incluir en la agenda política.

Comparación partidos políticos propuestas medio ambiente

Si bien es cierto, que el momento en el que estamos ahora nuestros políticos no tienen este tema como prioridad pero, sin duda, esta legislatura será un punto de inflexión respecto al medio ambiente como bien jurídico protegido.


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