La dehesa no es un espacio forestal ni un parque ni un coto ni una explotación agrícola o ganadera. Es mucho más; un complejo entramado que une de forma equilibrada sistemas de producción, zonas de altísimo valor ecológico y cultura. El futuro del millón de hectáreas de dehesa andaluza depende ahora de un plan que ahora mismo se está elaborando y cuyo borrador verá la luz a principios del próximo año.