Revista Cocina

La Dentellière ¿recuperando el barri Gòtic?

Por Baco Y Boca @BacoyBoca

La Dentellière está en el barrio del Gòtic en Barcelona. Un barrio que ha ido cayendo en "desuso" por parte de los barceloneses. Estos días, además, escuchamos alguna noticia sobre lo que llaman "turismofobia" que, como todo, tiene la importancia que se le quiera dar. Es cierto que hay cierto rechazo al turista, consecuencia seguramente de un desgaste y de algo que nos gusta mucho hacer: generalizar. Nunca se puede hablar del turismo en general, como de ningún otro colectivo. Suele pasar que la minoría, los "broncas" son los que acaparan la atención, pero hay mucho más turismo y del bueno que no deberíamos permitir que tacharan a Barcelona de su lista de destinos. Porque, como se suele decir, cuidado con lo que deseas.

La Dentellière ¿recuperando el barri Gòtic?

Volviendo al Gòtic y a los restaurantes nos encontramos que un barrio antes querido y del que los nativos se sentían orgullosos ha pasado poco a poco al olvido pensando que ya está echado a perder y no tiene remedio. Pero no está perdido, ni mucho menos. Sigue habiendo restauradores que intentan sobrevivir con su oferta de siempre, con su cocina basada en el producto y en elaboraciones sencillas y ricas. Restaurantes que ahora, rodeados de los atreyentes nuevos locales más nuevos y luminosos que siguen la estética algo industrial y neoyorkina se ven inmersos en una dura lucha: la de recuperar su público sin perder el buen turista.

Hay que decir que es difícil. Por nuestra parte, cruzar ciertas fronteras urbanas cuesta y por la suya, por la de los restauradores, tienen que buscar la fórmula mágica que les ayude a sobrevivir sin renunciar a sus principios.

La Dentellière lleva unos cinco años abierto en el Carrer Ample. Una antigua vaquería reformada del siglo XVIII, que quieren conservar lo máximo posible lo convierte en un restaurante que parece pensado para la intimidad. Poca luz y una agradable decoración en un local más bien pequeño, puede hacer que pase desapercibido. Pero es uno de esos restaurantes que sigue manteniendo la oferta con la que inició sus andadas: producto fresco, de temporada, lo más cercano posible que transforma mediante recetas de cocina tradicional, algunas de ellas con un toque más moderno. Su carta es sencilla, ordenada y selectiva. El tamaño justo para encontrar platos de todo tipo.

La Dentellière ¿recuperando el barri Gòtic?
La Dentellière ¿recuperando el barri Gòtic?

Antes de empezar con sus entrantes, probamos un pequeño aperitivo, un ajoblanco con mojama. Una de las sopas frías que está cogiendo ímpetu y que convive con el tan bienvenido gazpacho que en verano no falta en ningún sitio.

En sus entrantes, una ración de pimientos del Padrón, una tabla de quesos o una tabla de embutidos se mezclan con platos como un ceviche de dorada y gambas o unas pechugas de codorniz en escabeche ligero; pero entre sus propuestas me llama especialmente la atención encontrar una tortilla de patata con huevo de Calaf. ¿Cuánto tiempo hace que no veía en la carta de un restaurante una tortilla de patata?. Mucho, muchísimo. De hecho, no se si la he visto alguna vez. El pincho de tortilla en bares es habitual, aunque cada vez más relegado, pero es relativamente fácil de encontrar. Pero ¿una tortilla de patata, individual, hecha al momento?. Eso no es tan fácil.

La Dentellière ofrece un bacalao en exqueixada con olivas negras que se acompaña con un par de croquetas hechas con el mismo ingrediente. Dos elaboraciones muy tradicionales y conseguidas. En cambio sus filetitos de rosada con leche de coco y curry rojo, cilantro y citronella es algo más exótico, pero muy agradable en el paladar. Estos dos platos son válidos para apreciar dos formas muy diferentes de elaborar un pescado, consiguiendo sabores muy distintos.

La Dentellière ¿recuperando el barri Gòtic?

Para los carnívoros, recomendamos sus tacos de ternera, para los que utiliza el corte onglet. Si lo habéis probado alguna vez sabréis que tiene un sabor característico que puede no gustar a todo el mundo. Pero si sois amantes de la carne, es un buen platillo.

Respecto a los platos principales también observamos que hay diversidad. Confit de pato o pechuga de pollo de pagès son algunas de sus carnes y lomo de bacalao confitado o filetes de dorada asada, algunos de sus pescados. La paella, mínímo para dos personas, no puede faltar.

Si no tienes demasiadas ganas de pensar, siempre tienes la opción de optar por su menú degustación que incluye un aperitivo, dos entrantes, dos principales y postre.

La Dentellière es la opción a aquellos que estando por el gótico huyan de los locales más concurridos y quieran comer bien sin renunciar al buen producto y a un precio más que ajustado. Es posible que debamos pensar que, al descartar según que zonas, también descartamos oportunidades de encontrar pequeños rincones que valen mucho la pena.

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