Revista Cultura y Ocio

“La deshonra de Sarah Ikker”, de Yasmina Khadra (seudónimo)

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«La mujer siempre es culpable de ser víctima,
y así ha sido desde siempre»

MaudyReseña escrita por Maudy Ventosa.

Fue en el Institut Français -el 20 de enero- cuando conocí a Yasmina Khadra, en La Noche de las Ideas; una noche mágica en la que te sientes especial porque estás invitada a un “fiesta” celebrada simultáneamente en 100 ciudades de más de 70 países; porque asistes a un coloquio bien organizado y único por la importancia y nivel de los entrevistados, con un entrevistador muy profesional y con oficio; personas con un nivel intelectual y un bagaje personal importante. Mil gracias a David Radín –, Responsable du Pôle Communication et Relations Presse-, y a mi amigo Javier Velasco –Todoliteratura- que lo hicieron posible.

“La deshonra de Sarah Ikker”, de Yasmina Khadra (seudónimo)

Caroline Fourest, Yasmina Khadra y François Musseau

El tema giraba en torno a “Estar vivos”, más concretamente, “Estar vivos en el compromiso”. Anne Louyot, Consejera Cultural de la Embajada de Francia en España, Directora General del Institut français de España, fue la encargada de presentar el coloquio, moderado por el periodista francés François Musseau.
Participaron en el, la experiodista de Charlie Hebdo y cronista de Marianne, Caroline Fourest, que centró su intervención en la libertad de prensa, el feminismo y la lucha contra los integrismos. Su largometraje Hermanas de armas pone voz al conflicto kurdo contra el Estado Islámico en Irak y Siria; el periodista y escritor español Alfonso Armada, que ha sido corresponsal en África para El País y en Nueva York para ABC, diario del que es director adjunto y dirige su suplemento cultural; es presidente de la sección española de Reporteros Sin Fronteras. De manera muy emotiva, compartió con nosotros anécdotas de su larga trayectoria, sobre las principales y cruentas guerras que han devastado nuestro planeta en los últimos treinta años, desde el asedio de Sarajevo hasta el genocidio de Ruanda o los atentados de Nueva York en 2001.
Y por último, el escritor argelino Mohammed Moulessehoul, conocido como Yasmina Khadra –nombre que “toma prestado” de su mujer-, que nos recordó que “el ser humano nunca ha logrado estar a la altura de la generosidad que ha recibido. La tierra nos lo da todo. La vida es un soplo, es una estrella fugaz que desaparece en el cosmos y sin embargo estamos aquí haciendo el mal, destruyendo todo lo que podría hacer su felicidad. Es terrible”. Habló también del uso de la escritura para transgredir las prohibiciones de la censura, combatir el pensamiento único, denunciar los extremismos religiosos y luchar contra el terrorismo.

Simpático y encantador, me dedicó su último libro, que será el primero de la trilogía dedicada a Tánger y que guardo con gratitud y un cariño especial.

“La deshonra de Sarah Ikker”

La mujer siempre es culpable de ser víctima, y así ha sido desde siempre.

“La deshonra de Sarah Ikker”, de Yasmina Khadra (seudónimo)

Cubierta de: ‘La deshonra de Sarah Ikker’

Yasmina Khadra no escribe solo una novela cuya trama es una investigación policial, sobre una violación, llevada a cabo con mayor o menor fortuna por polis corruptos; no es la suerte –barakah– con la que se cree tocado el protagonista cuando la hija de un alto cargo se fija en él y lo elije para formar una familia; no es la recreación de lugares hermosos con mansiones suntuosas y mágicas, como extraídas de cuentos lejanos, por los que discurre la historia; no es la leyenda de los desheredados y pobres que arrastran la miseria desde la cuna… es mucho más. Es un grito; es la denuncia del papel que asigna la sociedad y asumen las mujeres en determinadas culturas; es la injusticia que sufren éstas cuando son agredidas y mancilladas, y han de consolar a sus maridos porque están convencidos  de que lo que sufre y ha resultado herido es su honra y no el cuerpo y el alma de su desgraciada mujer; es el machismo supremo de quien no considera igual a su compañera; es la corrupción absoluta que existe en las altas esferas y en los servidores públicos que se dejan sobornar; es el desprecio a la justicia y a la verdad; es la imposibilidad de ascender en la esfera social solo con el esfuerzo y el trabajo… en fin. Es el reflejo de una sociedad disoluta y licenciosa que provoca desprecio, y del papel de la mujer, privada de sus derechos más elementales. Incluso el de sentirse víctima cuando es deshonrada. Su carne profanada no tiene tanto valor como su supuesto honor. Y además, es impotencia y desasosiego por el nepotismo que existe en las instituciones.

Es también un canto a la amistad sincera, la que siente el que se preocupa por el otro; a la integridad y al afán de superación de un niño que se esfuerza por salir de la miseria en la que ha nacido pero que, con el tiempo –contradicción, bienvenido al sistema-, no es capaz de alejarse del cobijo que le proporciona su suegro para prosperar profesionalmente; y a la perseverancia por encontrar la verdad sabiendo que si la encuentra, acabará destruyendo su matrimonio.

En Marruecos, cuando se procede de un sector social desfavorecido, la única manera de evitar que lo traten a uno a patadas es hacerse magistrado o policía.

No es una novela de buenos y malos, porque ni siquiera los buenos lo son de todo. El sufrimiento acaba destruyendo los sentimientos más nobles cuando el protagonista se olvida del dolor de su mujer para centrarse solo en el suyo, sintiendo que él es el que ha perdido. Se muestra egoísta y mezquino y corre hacia la autodestrucción sin atender a sus súplicas ni a los consejos amigos. Ella no importa y tal vez, se quede por el camino.

Capítulos cortos; descripciones absolutamente visuales, tanto de lugares miserables y pestilentes con individuos decrépitos y borrachos, como de mansiones espectaculares donde nos mece el sonido de aguas cristalinas de fuentes situadas en sus amplios jardines plagados de rosales, algarrobos… Y el mar. Y la belleza de la luz del país… Y Tánger, allí descansan en paz los dioses de la mitología mediterránea… En Tánger, el gesto es benevolente, la mirada sana, la mentalidad bonachona… aunque el sargento Driss no sea capaz de percibirlo.

Escrito en tercera persona, no serás capaz de conocer lo que ha ocurrido hasta que llegas al final. Diálogos muy buenos que centran la historia.

Esperando los siguientes libros… y también un nuevo encuentro con Mohammed, ¿o Yasmina? Esta vez le preguntaría por qué cuando, alude y describe a determinadas personas, lo hace a través de animales, y no precisamente en plan poético ni cariñoso… voz de paquidermo, mamífero demacrado, cara de perro, asno, adiestrador de monos, piara de mocosos, ladrar con la jauría, relincho… Me da que no salen bien parados estos personajes…

“La deshonra de Sarah Ikker”, de Yasmina Khadra (seudónimo)

Yasmina Khadra con Maudy Ventosa

PERSONAJES:

  • Driss Ikker, teniente de la policía, es un hombre guapo de ojos azules y barbilla partida que nació en el seno de una familia humilde en una pequeña aldea de los montes altos del Rif. Se esfuerza en acudir a la escuela para huir de la miseria y del oficio de cabrero de su padre y hermanos. Estudia Derecho y acaba entrando en la Escuela de Policía. Se considera un hombre afortunado cuando la hermosa Sarah se fija en él. Es un poli decente, y algo supersticioso. Buena persona. Íntegro.
  • Sarah Chorafa es una joven culta, bella, rica y con carácter. Mayor para no estar casada aún. Vive con su influyente familia en Kenitra. Ha viajado por casi todas las capitales importantes de Europa. Es tres años mayor que Driss, pero considera que es el hombre que la conviene para formar una familia.
  • Rachid Baaz es el comisario de la policía de Tánger. Disfruta acorralando a sus subordinados. Presume de austeridad pero lo rodea el lujo: moderno yate, cochazos… es alto y con el pelo canoso como si de Richard Gere se tratara. Debe favores importantes al suegro de Driss por lo que hace la vista gorda cuando este se ausenta de manera reiterada del trabajo.
  • Slimane Rachgoune es el secretario del comisario. Bilingüe y muy culto. Se encarga de la gestión de informes confidenciales. Le apasiona el dinero fácil y los chanchullos y acepta regalos caros. Es como una araña en la sombra. Hijo de un jardinero muerto de hambre, ha tenido que tragarse vejaciones y humillaciones a menudo.
  • Al teniente Alal Jay le encargan la investigación de la violación de la mujer del teniente Ikker. Incompetente y borracho; solo quiere cerrar la investigación sin importarle si el sospechoso es o no culpable. Bruto y cruel. No suele pagar lo que bebe.
  • Abderrahmane Chorafa es el poderoso e inflexible director de la escuela de policía de Kenitra, padre de Sarah y por ende, suegro y benefactor del teniente Driss Ikker. Casado con El Hajja.
  • Malik Bahri es un amigo de Driss que vive en una hermosa mansión junto al mar. Nació en Holanda, hijo de inmigrantes marroquíes. Diplomado por varias universidades, se dedica a la industria farmacéutica que pone al servicio de su país. Lo tiene todo, chalé, dinero y éxito profesional, menos esposa. Intenta proteger a su amigo de si mismo.
  • Ladiva Wafa es una cantante y poeta de reconocido éxito. Estrambótica, ridícula y megalómana. Vive rodeada de lujo y agasajada por lo más selecto de la roca sociedad.
  • Narimène es la esposa del comisario Rachid Baaz. Intenta que Sarah reaccione. Ella es consciente del papel que ocupa respecto a su marido, y ha dejado de importarle. Se divierte e intenta vivir bien. Afirma que todas las mujeres son violadas de un modo u otro, con o sin su consentimiento.   

Y el sargento Farid Aghroub, que siempre está pendiente de teniente Driss; y el inspector Brik, que estaba de guardia la noche de la agresión… y muchos más que tendrás que descubrir...

“La deshonra de Sarah Ikker”, de Yasmina Khadra (seudónimo)

Alfonso Armada y Caroline Fourest

SINOPSIS:
El teniente Driss Ikker está en el mejor momento de su vida. Disfruta de un feliz matrimonio con Sarah, la hija de un alto cargo de la policía marroquí; vive de forma más que acomodada y le han dado un destino sin complicaciones en Tánger, a las órdenes de uno de los hombres de confianza de su suegro. Todo se le va a venir abajo cuando un día regresa a su residencia y se encuentra a Sarah en la cama, desnuda y maniatada. Cuando intenta socorrerla, recibe un fuerte golpe. Al recuperar la conciencia se va a enterar de que Sarah ha sido violada.
Su única obsesión será averiguar quién cometió tal crimen. Aunque se le intenta apartar del caso, llevará a cabo sus propias pesquisas sin imaginarse que el resultado de sus investigaciones puede llegar a ser peor que el daño sufrido.

“La deshonra de Sarah Ikker”, de Yasmina Khadra (seudónimo)

Yasmina Khadra

El autor:
Las novelas de Yasmina Khadra han sido traducidas en más de 45 países, con un notable éxito entre los lectores y una magnífica acogida entre la prensa que ha declarado sus novelas, en distintos momentos, “mejor libro del año”: El atentado, en Alemania; Las golondrinas de Kabul, en Estados Unidos; Lo que el día debe a la noche, en Francia; Las sirenas de Bagdad, en el Reino Unido… Han sido llevadas al cine, convertidas en obras de teatro y reproducidas como cómic y libros ilustrados, entre otros soportes artísticos. Entre los numerosos premios cosechados a lo largo de su carrera literaria, cabe destacar el que le dio la Academia Francesa en 2011 por el conjunto de su obra, el Grand Prix de Littérature Henri Gal. En Alianza Editorial están publicadas la mayor parte de sus obras: Lo que sueñan los lobos, El escritor, Los corderos del Señor, La parte del muerto, El atentado, Las sirenas de Bagdad, Las golondrinas de Kabul, A qué esperan los monos…, La última noche del Rais, Dios no vive en La Habana y Khalil.

El libro:
La deshonra de Sarah Ikker (título original: L’outrage fait à Sarah Ikker, 2019) ha sido publicado por Alianza Editorial en su Colección Alianza Literatura. Traducción de Wenceslao-Carlos Lozano. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 248 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo el vídeo Noche de las ideas 2020 “Être vivant” en el Institut français de Madrid.


Para saber más:
Yasmina Khadra en Wikipedia

ó

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