Revista Salud y Bienestar

La dislipemia, un factor de riesgo que debe tratarse en el mismo instante de su diagnóstico

Por Fat
La dislipemia debe tratarse desde el mismo instante en que es diagnosticada, inicialmente con medidas no farmacológicas como la modificación del estilo de vida, y si estas medidas no logran obtener los niveles de colesterol recomendados por las guías de práctica clínica, deberá pautarse el tratamiento farmacológico. En este sentido, “las estatinas representan el principal pilar terapéutico, ya que son los fármacos que con mayor intensidad reducen los niveles de colesterol”, afirma el Dr. Gustavo C. Rodríguez Roca, médico de Atención Primaria, secretario del Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y presidente del comité organizador de las III Jornadas Cardiovasculares de SEMERGEN celebradas en Toledo, con la colaboración de AstraZeneca.
Según este especialista, la población está cada vez más concienciada con la prevención de la enfermedad cardiovascular y con que la hipercolesterolemia debe ser tratada, de hecho, “es frecuente que los pacientes demanden una analítica para conocer sus niveles lipídicos”. Sin embargo, “la adherencia al tratamiento sigue siendo un problema, ya que el incumplimiento terapéutico es muy frecuente entre estos pacientes, sobre todo en prevención primaria”, asegura.
Por otra parte, el Dr. Rodríguez recuerda que la dislipemia debe descartarse especialmente en aquellos individuos que padecen otros factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión arterial, diabetes mellitus y obesidad, porque es mucho más frecuente que esté presente en estos sujetos. “Como cualquier otro factor de riesgo cardiovascular, la dislipemia debe ser diagnosticada y tratada lo más precozmente posible con el fin de corregir la alteración y que no desencadene en enfermedad cardiovascular”, apunta.
Este experto subraya que los niveles elevados de colesterol están íntimamente relacionados con el desarrollo de arterioesclerosis y, por tanto, con la aparición de enfermedades cardiovasculares, especialmente cardiopatía coronaria e ictus. “Multitud de estudios han demostrado en las últimas décadas que reducir los niveles de colesterol, y sobre todo colesterol LDL, con estatinas es beneficioso tanto en prevención primaria como secundaria”, señala el Dr. Rodríguez.
-Campañas para fomentar un estilo de vida saludable
El presidente del comité organizador de las III Jornadas Cardiovasculares de SEMERGEN hizo especial hincapié, durante su celebración, que aunque se ha mejorado notablemente en las últimas décadas, todavía queda mucho por hacer. Para ello, propone, deberían implicarse todas las entidades: Administración (Sanidad y Educación), sociedades científicas y asociaciones de pacientes “con el fin de promover campañas que fomenten un estilo de vida cardiosaludable, así como actividades de formación continuada para profesionales sanitarios y educativas para pacientes”.
Por otra parte, el objetivo de las Jornadas era abordar con un enfoque multifactorial el riesgo cardiovascular, así como la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular y de sus principales complicaciones, las cuales constituyen un problema de salud cada vez más relevante en nuestro entorno.
Para ello, “es fundamental la formación médica continuada y en las Jornadas hemos puesto a disposición de los 450 asistentes una actualización de los principales aspectos relacionados con la enfermedad cardiovascular mediante mesas redondas, debates con los expertos, aulas cardiovasculares, sesiones interactivas, updates, talleres, sesiones de comunicaciones, siendo todas las actividades acreditadas por el Sistema de Acreditación Español de Formación Médica Continuada (SEAFORMEC) que ha concedido un total de 4,8 créditos, equivalentes a 30 horas lectivas”, concluye el Dr. Rodríguez.

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