La EFSA aprueba la sucralosa en la alimentación médica infantil

Según el resultado de la investigación llevada a cabo por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea), es seguro utilizar la sucralosa en la alimentación médica infantil especial. La sucralosa es un edulcorante conocido como aditivo E955 que es hasta 600 veces más dulce que el azúcar común, es termoestable y resisten las variaciones de pH, algo que no ocurre con otros edulcorantes como el aspartamo. Es el único endulzante que no aporta ninguna caloría a pesar de que se elabora a partir del azúcar, por ello es habitual que esté presente en bebidas dietéticas y algunos alimentos procesados.

Hasta la fecha se había estudiado la sucralosa en la dieta de niños y adultos, estableciendo la ingesta diaria máxima admisible en 15 mg por kilo de peso corporal, medida que se instauró en 1991, posteriormente se realizaron las pruebas en el año 2000 por un grupo de expertos de la OMS (Organización Nacional de la Salud) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) para verificar esta cantidad diaria máxima.
Sin embargo, no se analizó el uso de la sucralosa en alimentos especiales destinados a usos médicos para bebés, por ello la CE pidió a la EFSA una evaluación a raíz de una solicitud realizada por la entonces denominada IDACE, la actual SNE (Nutrición Especializada de Europa), asociación comercial que representa a los intereses de la industria de la nutrición especializada en toda la Unión Europea.

Según la petición, se requería el uso de edulcorantes para garantizar alimentos apetecibles para el tratamiento dietético de pacientes pediátricos, siendo estos alimentos claves en la salud de los bebés. La EFSA ha revisado el caso determinando que el uso de la sucralosa en un rango de 400 mg por kilo de peso de producto (alimentos para usos médicos especiales), para niños de 1 a 3 años de edad, no es motivo de preocupación para la salud y seguridad.

La IDACE está interesada en el uso de varios edulcorantes y colorantes, además de la sucralosa, también se han modificado los máximos de ingesta diaria permitida del acesulfamo K (E950), los carotenos (E160A) y la betamina (E162), algunos de estos productos fueron evaluados en el año 2012, concluyendo que no encerraban ningún riesgo para la salud. A esto hay que añadir que los miembros del Parlamento Europeo votaron recientemente para definir nuevamente la normativa sobre los niveles de azúcar en la alimentación de los bebés, se esperan cambios que afecten al uso del azúcar común siendo sustituido por otros edulcorantes a fin de mejorar la calidad de la alimentación y reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad.

A través de este artículo de la página de la EFSA podréis conocer más detalles sobre el estudio y el veredicto emitido por la agencia.

Foto | Steve Snodgrass

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