Revista Cultura y Ocio

La esclava que casi fue la primera mujer en escalar el Everest

Publicado el 21 octubre 2015 por Desequilibros
Phantog: segunda mujer en escalar el EverestEl 16 de mayo de 1975 la japonesa Junko Tabei fue la primera mujer en ascender a la cumbre del Everest. Y once días más tarde, la tibetana Phantog, hija de esclavos, se convirtió en la segunda. Se ha cumplido este año el cuarenta aniversario de sus logros.
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Desde la de 1974 el Everest no había visto un año completo sin alpinistas en su cumbre. Al menos uno lo había conseguido. 2015 ha roto esa racha; las consecuencias derivadas del terremoto en Nepal en abril han provocado esta situación inédita en más de cuarenta años.
El 23 de octubre de 1973 los japoneses Hisashi Ishiguro y Yasuo Kato se convirtieron en los primeros en conquistar la cumbre más alta de la tierra en la temporada post monzónica y en los últimos en alcanzarla hasta que llegó el 16 de mayo de 1975.
Ese día, la japonesa Junko Tabei y el sherpa Ang Tsering llegan a la cumbre.

Junko Tabei: primera mujer en el Everest

Junko Tabei: primera mujer en el Everest

Esta mujer menuda, de apenas 1,50 m. de estatura, comandaba una expedición formada únicamente por mujeres. A pesar de quedar enterrada por una avalancha solo 12 días antes, y de ser rescatada milagrosamente por un sherpa con apenas unas magulladuras y las gafas rotas, alcanzan la cima por la ruta Sureste, la misma que Hillary y Tenzing en 1953.
Este año se ha cumplido este año el cuarenta aniversario de su logro.
Al bajar, Tabei contó sus sensaciones:
No hubo goce en llegar a la cima; fue sólo alivio. Estaba feliz de no tener que subir más. 
De esta forma se convirtió, no solo en la primera mujer en ascender al techo del mundo sino también en la última persona en ver la cima virgen, porque una mastodóntica expedición china plantó en la cumbre un trípode de observación (el trípode chino) solo unos días después.
El 27 de mayo de 1975 la expedición china deja su trípode en el punto más alto del planeta.
Esta expedición perseguía varios objetivos:
- Corroborar ante el mundo su poderío alpinístico y otorgar credibilidad a sus anteriores ascensiones de 1960 al Everest y de 1964 al Sisha Pangma, cuestionadas.
A día de hoy, ambas ascensiones están aceptadas como válidas de forma unánime.
- Poner a la primera mujer en la cima de la montaña más alta de la tierra, objetivo que no lograron por once días.

Trípode chino recién instalado

Instalación del "Trípode Chino"

- Realizar la medición más exacta de la altura del Monte Everest.
El resultado de esa medición, para la que se utilizó el trípode al que apuntaban las diez estaciones de observación instaladas a diferentes alturas y distancias, dio como resultado 8848,13 m. sobre el nivel del Mar Amarillo, que baña las costas de China, incluyendo la capa de nieve. Esa altura es la universalmente aceptada desde entonces, aunque existe cierta discrepancia al respecto porque mediciones posteriores han arrojado la cifra de 8844 o de 8850, según se tenga en cuenta la nieve acumulada o la altura de la roca.
- Hacer un exhaustivo estudio científico en la zona que incluía gran variedad de disciplinas: cartografía, fisiología en grandes alturas, física atmosférica, geología así como flora y fauna.
Y todo ello a mayor gloria del régimen y del pensamiento Marxista-Leninista de Mao Tsetung y de la teoría de la dictadura del proletariado. Estas son palabras textuales del libro que ellos mismos publicaron sobre la expedición. Y mérito no les falta porque para obtener información de primera mano los científicos subieron más allá de los 7000 metros. Para alejar cualquier atisbo de duda, documentan perfectamente toda la expedición y dejan un objeto en la cumbre: el trípode de observación que servirá para realizar sus mediciones. A partir de ese día, ese objeto es conocido como el Trípode Chino.
También dejaron una escalera de aluminio en el Segundo Escalón, el paso más complejo de la ascensión por esa vertiente.

Phantog. Segunda mujer es ascender al Everest

Phantog: segunda mujer en el Everest

Hasta nueve alpinistas hicieron cumbre ese día. Entre ellos se enconstraba la mujer tibetana Phantog, segunda, por los pelos, mujer en coronar el Everest.
A pesar de ser la segunda en llegar a la cumbre, sí se convierte en la primera en ascender por la exigente cara norte. Y la propaganda del régimen aprovechó la ocasión para dejar clara una de sus consignas que cualquiera suscribiríamos: la igualdad entre hombres y mujeres en un hecho contrastado más allá de toda duda.
Phantog llegó a la cima pero otras muchas mujeres de aquella expedición superaron los 8000 metros. Todo un hito en la historia del alpinismo, si no fuera por ese lenguaje propagandista de los regímenes totalitarios, siempre al servicio del propio régimen.
La Gran Revolución Cultural Proletaria barrió las doctrinas reaccionarias y decadentes de Confucio, y todas las ideas del tradicional desprecio por las mujeres fueron repudiadas. 
Los tiempos han cambiando y hoy los hombres y las mujeres son iguales. Cualquier cosa que los camaradas hombres puedan lograr, las mujeres también pueden conseguirlo. 
Phantog: abanderada olímpica en Pekín 2008Phantog era hija de esclavos y sufrió una brutal opresión por parte de sus propietarios desde la infancia, cuando tenía que ir a mendigar con su madre. “Pero la Nueva China nacida en 1949 trajo un acontecimiento de importancia trascendental: el partido comunista sacó a las mujeres del abismo de la miseria”.
Se retiró en 1998 y fue uno de los abanderados que portaban la bandera olímpica en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Y ese trípode que dejaron Phantog y sus compañeros en la cima del Everest fue lo que se encontraron Doug Scott y Dougal Haston, lo siguientes en llegar allá arriba, cuando alcanzaron la cumbre el 24 de septiembre de 1975.
Esa fue la primera foto del objeto obtenida después de su instalación.

Doug Scott en la cima del Everest. Primera foto del tripode chino

Doug Scott en la cima del Everest.
Primera foto del tripode chino

Doug Scott explicó sus impresiones:
"Lo único que señalaba la existencia de alguien era la bandera, y transcurrió algún tiempo antes de que me volviera para mirarla. Sin embargo, aquello era una intrusión desagradable, y había otras cosas que hacer en lugar de mirar objetos hechos por la mano del hombre. 
Pero no podía dejar de observarla, de contemplar aquel trípode y aquella asta de metro y medio de altura, con un rosario de cintas rojas unido a la parte superior. Sacar una foto. ¡Ah, sí! Dougal tenía que hacerme algunas. No había hecho ni una fotografía durante todo el viaje". 
Y también lo hizo Dougal Haston:
…materialmente, frente a mí, había una pértiga de aluminio de agrimensor con una tira de lona roja. En la primavera, las japonesas no habían dicho que hubiesen dejado o visto algo. Por unos momentos me sentí intrigado. Luego, la única respuesta: los chinos pretendían haber subido a la Arista Nordeste, inmediatamente después de la ascensión efectuada por los japoneses (…) Era bueno tener ante nosotros la prueba definitiva. Siempre es desagradable que el éxito de una expedición se vea empañado por las dudas.
En los años siguientes, ese trípode se convirtió en el objeto de deseo de cuantos ascendían el Everest porque confirmaba el éxito de la ascensión.
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Bibliografía y para saber más
Everest history.
• Primer año completo desde 1974 sin cimas en el Everest.
Another ascent of the world's highest peak – Qomolangma. Foreing Languajes Press. Peking 1975
• Chris Bonington;  Everest the Hard Way. London: Hodder and Stoughton. 1976.
• Chris Bonington; “Everest Southwest Face”. American Alpine Journal 20.
• Doug Scott: “Everest South-West Face Climbed”. Himalayan Journal 34.
Arlene Bloom. Everest Chapter 18.

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