Revista Cultura y Ocio

La Esposa joven. Alessandro Baricco

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La Esposa joven. Alessandro Baricco
     "Debido a antiguos acontecimientos sobre cuyos detalles se prefiere por ahora guardar silencio, la costumbre se cierne sobre ese despertar solemne, que luego se convierte en festivo y prolongado. Concierne a toda la casa. Nunca antes del amanecer, esto es taxativo. Esperan la luz y la danza de Modesto en las siete ventanas. Solo entonces consideran que ha terminado para ellos la condena de la cama, la ceguera del dormir y la apuesta de los sueños. Muertos, la voz del anciano los trae de vuelta a la vida."
     Baricco siempre me despierta curiosidad y termino por traérmelo a casa. Por eso no es extraño que hoy traiga a mi estantería virtual, La Esposa joven.
     Conocemos a Modesto, el que tiene nombre, el que marca el comienzo del día y el fin de la noche de la familia protagonista, y el que abre la puerta el día que llega, la Esposa joven. Una mujer que viene cumplidos los dieciocho para casarse con el Hijo. Porque en esta familia sin nombres, todos llevan su puesto a modo de sustantivo, la Madre, el Padre, el Hijo, la Hija... el Tío. La Esposa joven llega pero el Hijo está ausente, esperará su regreso que comienza a plazos mientras conoce poco a poco a la familia. Excéntricos. Diferentes.
     Leer a Baricco es una experiencia, qué duda cabe. Al menos en mi caso, los frugales argumentos quedan totalmente supeditados a sus formas, románticas del modo más literario posible, almibarado, personal. Sin embargo posiblemente sea en este libro en el que más carga su pluma a la hora de convertir en una ensoñación lo relatado, solo rota por el sexo recurrente que tiñe las páginas de la historia. Una historia en la que todo parece imposible en este mundo vacío representado. Una familia de costumbres excéntricas y un tío capaz de vivir entre sueño y sueño sin que se le derrame una gota de champán de su copa mientras duerme.  Aunque el sexo o su ausencia también es recurrente en la obra de Baricco, como en la propia vida, supongo. En este caso la casa da sensación de vacío, las personas que viven en ella también, y el sexo parece ser la única forma de llenarse al menos momentáneamente. No un sexo frontal y directo, aunque si es directo, sino una forma tangencial de abordar la vida, un parche, un roce, un susurro, un burdel de sensaciones para quien no tiene otras verdaderas que vivir. Y un narrador oscilante y entrometido que propone al lector el juego de seguir su rumbo y dejarse llevar por lo imposible de lo relatado.
     Al final uno descubre que todas las novelas de Baricco están hechas para lectores de Baricco. En esta hay una suerte de coqueteo metaliterario, en otras son bombillas, en otras viajes. Pero siempre hay un diálogo entre el autor y el lector que debe de dejarse convencer desde el primer momento. A mi no siempre me pasa, de hecho es más la curiosidad por su inventiva la que me ha llevado a seguir leyéndole. Tiendo a quedarme de cada libro con una cosa, un detalle, un personaje que asoma parcialmente y cuyas peculiaridades me sirven como excusa para justificar la lectura completa. En este caso, el tío dormido. Esa es mi peculiaridad elegida en esta novela, aunque hubiera podido ser la madre, o Modesto, o el miedo a la noche, incluso la Hija. Por qué no. Pero me quedo con el tío.
     La Esposa joven es una historia para iniciados ya en la pluma de Baricco. Pero incluso ellos serán conscientes de que va a la deriva en un momento entre la mitad y el último tercio del libro, del que no logra recuperarse. Le ha faltado convicción al relatar, y eso genera que también le falte al lector a la hora de cumplir su parte. Una lástima.
     Y vosotros, ¿con qué libro habéis comenzado esta semana?
     Gracias.

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