Esta semana estrenamos amuleto y, como siempre, os contamos el origen y las leyendas que fundamentan la creencia… ¿Conocéis la Estrella de David? Arantxa comparte con nosotros su conocimiento acerca de este símbolo. Ayúdanos a completarlo con tus comentarios.
La “Estrella de David”, o también denominado “Sello de Salomón” es uno de los emblemas más representativos de la cultura hebrea actual. Compuesto por dos triángulos equiláteros superpuestos que le dan forma de estrella de seis puntas. Las leyendas que hablan de su aparición son diversas, así como las interpretaciones que se le otorga a su simbología.
Los orígenes de la Estrella de David se remontan a la Antigua Mesopotamia, concretamente a Babilonia, donde se utilizaron por primera vez las estrellas dispuestas unas encima de las otras para evocar la relación de los humanos con la tríada de dioses astrales. A su vez, la leyenda cuenta que el Rey Salomón poseía un anillo con un grabado de la estrella de seis puntas, que le concedía poder sobre los demonios o capacidad de hablar con los animales.
Siguiendo esta interpretación religiosa del símbolo, el cristianismo adopta el Sello de Salomón como una representación gráfica de la unión entre el cielo (Dios) y la tierra (Abraham), evocando el pacto sagrado y la relación que une ambas figuras religiosas. Además, durante la Edad Media fue considerado un símbolo de protección demoníaca, siendo bastante común encontrarlo en las entradas a las viviendas, como una forma de defensa ante lo maligno.
A pesar de haber sido utilizado como símbolo representativo por cristianos, islámicos e incluso por masones y alquimistas, es la cultura hebrea a la que se asocia este símbolo en la actualidad. Adoptado por los judíos en el siglo XIII, comienza a aparecer en literatura y arquitectura como representación del Magen David (Escudo de David), que representaba la paz y el equilibrio. Posteriormente, en el siglo XIV, y tras haberles sido reconocido el derecho a denominarse pueblo independiente y a tener una bandera propia, los judíos adoptan la estrella de seis puntas como emblema principal y símbolo de su identidad, comenzando a denominarse, a su vez, “Estrella de David”
En plena segunda guerra mundial, los nazis iniciaron la persecución y posterior exterminio del pueblo judío, marcando sus casas y ropas con una estrella amarilla de seis puntas, similar en forma a la Estrella de David, pero con una simbología completamente distinta. Esta “insignia de la vergüenza” se utilizaba para ridiculizarlos y separarlos, como si de ganado se tratase, del resto de la población alemana, señalándolos como seres indignos de su posición dentro de la grandeza del régimen nazi.
Una vez finalizado el Holocausto, la Estrella de David pasó a formar parte de la bandera nacional de Israel, como muestra de orgullo del pueblo judío y en memoria de todos aquellos que perecieron durante el Tercer Reich. A su vez, se mantuvo como principal símbolo representativo del pueblo judío y la cultura hebrea, siendo su presencia constante en lugares de culto y representativos para su ciudadanía.
En lo que a su significado se refiere, y a pesar de ser un talismán que se remonta a varios siglos antes de Cristo, utilizado en multitud de contextos diferentes, las cualidades que se le presumen no han variado excesivamente. El simbolismo principal que se asocia con la Estrella de David esta conformado por los conceptos de orientación, esperanza y unión, representando un equilibrio perfecto entre las fuerzas divinas (ya sean los Dioses para las religiones o la Madre Naturaleza para los paganos) y los seres humanos.
En conclusión, e independientemente de su lectura religiosa, la Estrella de David es conocida como un símbolo de equilibrio entre opuestos, o como la representación del balance entre energías contrarias pero complementarias, lo que le otorga un significado algo similar a lo que representa el Yin-Yang.
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