Revista Arte

La exposicion que enterró al urbanismo

Por Almargen

Corría el verano de 1975, Franco todavía vvía y los barrios de la periferia de Madrid eran un hervidero. De movilizaciones y de iniciativas. De luchas por aceras y asfaltado, por mejores viviendas, contra la subida del pan, por una sanidad y una educación dignas.... Y por la cultura como parte esencial del principal objetivo: la democracia. En aquel clima, en un Madrid en el que todos éramos infinitamente jóvenes, utópicos y desinteresados, hubo un barrio, hoy desaparecido como tal y subsumido por la realidad de una Arturo Soria de viviendas de lujo, oficinas, restaurantes caros y nuevo equipamiento comercial, que luchó con tenacidad por la libertad y por mejores condiciones de vida: Portugalete. Y en aquel verano de 1975, coincidiendo con las fiestas anuales (que habían empezado a convertirse en autenticas movilizaciones contra la dictadura) hubo un grupo de jóvenes, con los que E. y yo colaborábamos, que decidieron, con el apoyo de un párroco que debía de andar próximo a Cristianos por el Socialismo (memorable Manolo, al que reencontré muchos años después en una estación de metro y de quien no he vuelto a saber nada), convertir aquellas fiestas en un lugar de encuentro para los mejores artistas plásticos del momento.. 


Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural de Enrique Barón. Verano de 1975. Desaparecido

Los artistas llegaron al barrio pertrechados de sus herramientas y materiales y convirtieron aquel lugar de casas bajas y calles sin asfalto en una auténtica e inmensa sala de exposiciones al aire libre de obra original, única e irrepetible. Fueron murales muy apegados al momento que vivía España. Murales que aludían indirectamente a la luchas por la libertad, que sugerían pasadizos que nos conducían a la Segunda República y proponían homenajes a figuras de la España derrotada e ilustrada: en concreto, Federico García Lorca y Arturo Soria. Entre nosotros se encontraban trabajando artistas a quienes, como estudiantes tardíos de COU o de primero de carrera, habíamos admirado, como mitos culturales contemporáneos, en las críticas a exposiciones de las páginas de las revistas de cultura y política que frecuentábamos: Triunfo, Cuadernos para el Diálogo, Destino.


Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural desaparecido barrio Portugalete. Autor inidentificable.

 Durante algo más de una semana vivimos, bajo la vigilancia y la atención de la policía nacional y de la brigada político-social, algo parecido a un sueño: con nosotros, jóvenes airados impulsores del cine-club, de los debates sobre literatura y cine, estaban los pintores más conocidos, los artistas que, además de tener una cierta cotización en las galerías más prestigiosas, tenían vínculos con la lucha clandestina, contribuían a la resistencia democrática con su acción política semilegal y con su obra. Con nosotros estaban Enrique Barón, conocido entonces, sobre todo, como escultor, Juan Genovés, experto en multitudes, en pintar el colectivo anonimato y la protesta, Duarte, Arcadio Blasco, ceramista de Muchamiel que, junto a Carmen Perujo, su esposa, desarrollaba un trabajo incansable en la Asociación del barrio (era el único de aquellos artistas que vivía en Portugalete); allí estaban Poblador, Alcaín, Lucio Muñoz, Ricardo Zamorano, Santacatalina...



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural de Duarte. Desaparecido. Verano de 1975

Fueron días memorables, en los que la labor de los pintores se complementó, cada noche, con recitales de cantautores que en unos casos, como los murales, se llevaría la transición, y en otros consolidarían una obra renovada, hoy viva todavía. Pienso en Gabriel González, que versionó de manera magnífica poemas de Blas de Otero, de Agustín Millares y de Carlos Álvarez, en la actualidad dedicado a la formación profesional en una fundación dependiente de UGT; pienso en Luis Pastor, que perseveró en las décadas posteriores en su pasión de cantautor de periferias. El barrio de Portugalete vivió tardes memorables en la sala parroquial compartiendo veladas y proyecciones con directores de cine que visitaron el salón de actos del club parroquial para hablar de historia, de clásicos del celuloide, de política, de memoria colectiva. Bardem, Basilio Martín Patino, Saura... acompañaron algunas de las películas más significativas (y menos divulgadas) de nuestro cine.

Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Homenaje a Arturo Soria. Mural de Lucio Muñoz. Verano de 1975. Desaparecido

Estos días, revisando los fondos fotográficos familiares, he recordado que de aquella exposición al aire libre hice no pocas fotografías. Las hemos buscado y, tras recuperarlas y escanearlas, las he pasado a este blog para restituirlas a la vida, para acabar con la situación de realidad desaparecida en que viven desde entonces. El barrio (como todos los barrios en los que fui adolescente y niño) desapareció bajo la acción de las excavadoras. Y, con los muros, se fue aquella celebración de la luz, del color, y del arte con sentido. Hoy, un día invernal de 2011, treinta y seis años después de aquella confluencia de la pintura y la reivindicación, gracias a Internet, a las nuevas tecnologías y a las posibilidades que ofrecen, devuelvo al mundo los murales y me atrevo a proponer a lectores, internautas y curiosos, un viaje a través de ellas a aquel tiempo de entusiasmos, miedo y utopías irreductibles. Sé que algunos de ellos han aparecido publicados en el blog Historias matritenses (enlazado al principio). Pero es una edición incompleta, desprovista de este alarde de memoria con que los he recreado.
En definitiva: aquí, debajo de estas líneas, os ofrezco la exposición virtual de aquellas obras que se llevó el huracán remodelador de la en cualquier caso bienvenida democracia municipal. La magia de la Red permite rescatarlas del túnel del tiempo. Feliz visita. 

Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Homenaje a Federico García Lorca. Autor inidentificable. Verano 1975



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural con motivos frutales. Alcaín y Equipo del Barrio. Verano 1975

 

Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural. Verano 1975. Barrio Portugalete. Autor inidentificable



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural de Arcadio Blasco. Verano 1975. Barrio Portugalete



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural. Verano 1975. Autor inidentificable.



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural. Verano 1975. Autor inidentificable. Barrio Portugalete



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural. Verano 1975. Autor inidentificable. Barrio Portugalete



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural. Verano 1975. Juan Genovés. Barrio Portugalete



Una exposicion que enterró el urbanismo: verano de 1975, barrio de Portugalete, Madrid.

Mural. Verano 1975. Poblador. Barrio Portugalete


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