Revista Diario

La falta de sueño y sus consecuencias

Por Belen
Estoy agotada. Llevamos un mes de abril de espanto, llevamos un año, mejor dicho, de espanto. Como ya dije en su día, cada mes alguna enfermedad propia infantil, casi siempre los mocos y las "itis" son los protagonistas. Nada grave pero muy pesado para quien la padece, mi pobre peque, y para quienes le cuidamos, los pobres papás.
La falta de sueño y sus consecuenciasLa otitis que os conté parece haber remitido aunque aún tomamos dosis de caballo de antibiótico, que le debe estar dejando sin defensas y bien flojito, y supongo que por este motivo los mocos catarrales han venido también a visitarnos. En definitiva llevamos, o mejor dicho llevo dos semanas sin dormir eso que se llama seguido. No tengo sueño de calidad. No duermo más de 2 horas seguidas, y empieza a pasarme factura.
Cuando los bebés nacen las mamás estamos preparadas para poder despertanos cada pocas horas. Y digo estamos preparadas porque la revolución hormonal que se produce en nuestro cuerpo, el instinto, o llamadlo como queráis hacen que estemos en un continuo estado de alerta. No sé vosotras pero yo estaba acelerada, de día y de noche. Bien es cierto que andaba arrastras y agotada muchas veces, pero lo recuerdo ahora y no sé de donde sacaba las fuerzas.
Pero claro 3 años después, las hormonas han vuelto a su sitio, el niño duerme solo en su cuarto y mamá ya no es necesaria salvo en momentos de crisis. Eso hace que una se relaje, se acueste y duerma a pierna suelta, porque si llama y no voy o no le oigo, ya vendrá él a hacerme saber qué le ocurre. Las cosas han cambiado mucho. Así que pasar dos semanitas sin dormir como se debe te deja hecha unos zorros. Que si le tengo que dar el antibiótico a la 1 de la mañana, o a las 2, según el día, que si me suele llamar a las 3 o las 4, hora habitual de un despertar, que si a las 6 vuelta a las andadas, que si quédate mamá, que si suéname los mocos mamá, que si tengo sed, que si abrazame que estoy malito, que si, que si, que si. ..... Y por fin se queda de nuevo dormido, son las 7, a ver si puedo dormir una horita o dos si se tercia. Pero no, una gata maulla, se mete en el cuarto del niño porque quiere jugar ya con él, ¡¡¡¡arrrrggghhhhhh!!!! maldición. ¿Es que una no puede descansar?.
Ayer tarde estaba tan cansada y tan estresada que le gritaba al pobre sin motivo, el papá me decía que no debía gritarle, que no estaba haciendo nada malo. Pero la irritabilidad, el mal genio, afloran, es inevitable. Y ya entro en un bucle que si despierto a eso de las 3 me cuesta una barbaridad volverme a dormir. Cuando eso me ocurre es que realmente estoy al límite.
Y diréis ¿por qué no va el papá por la noche a ver qué le pasa al peque? Pues porque el niño no quiere, la que tiene que ir es mamá y sino entra en cólera. El pobre a veces insiste en que me quede en la cama y va él, y entonces el peque llora más porque quiere que vaya mamá. Que puedo decir. Hubo un tiempo en que aceptaba el consuelo de papá, pero últimamente estamos con la vena de la mamitis muy acusada.
Hoy creo que en total he dormido 5 horas, y no más de 2 horas seguidas, que es lo que me mata a mi, si pudiera dormir 5 horas del tirón, soy una mujer nueva, dadas las circunstancias claro.
Así que o descanso o las próximas entradas las hago desde la López Ibor.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas