La fecundación in vitro es un gran negocio que crece imparable

Actualmente casi tres de cada diez bebés en España nacen gracias a las técnicas de reproducción asistida. Los problemas que tienen las parejas españolas para concebir un bebé se hacen evidentes con estos números, es un problema que va a ir a más, de hecho, se estima que hasta el 20% de las mujeres van a tener problemas para poder concebir un bebé, por lo que muchas deberán someterse a las técnicas de reproducción asistida.

La fecundación in vitro es un gran negocio que crece imparable, esta técnica supuso un punto de inflexión cuando se implantó en nuestro país hace más de 30 años, era una solución a los problemas de la concepción. Desde entonces la técnica, los fármacos empleados y los conocimientos han evolucionado, hay mayor control, seguridad y el trabajo que se realiza en los laboratorios para lograr el crecimiento de los embriones es mucho más eficaz.
Sin embargo, y a pesar de los adelantos, la tasa de eficacia se sitúa entre el 60 y 70%, esto no es una novedad y se trabaja e investiga para mejorar la tasa. Se puede citar como ejemplo la hibridación genómica comparativa por microselección, técnica que permite realizar una fecundación in vitro controlada genéticamente y con una alta tasa de efectividad.

El retraso de la maternidad es un factor decisivo que ha contribuido al número de embarazos por FIV, los expertos explican que una buena parte de las parejas que reciben el tratamiento superan los 38 años de edad. También explican que antaño las parejas tardaban mucho en ir a estos centros de fertilidad, intentaban durante años concebir un bebé o acudir a otros especialistas médicos antes de decidirse a someterse a una FIV. Ahora, tras un año de intentar concebir se acude a la consulta de los centros de reproducción asistida.

La probabilidad de la concepción tras tres trasferencias embrionarias es muy elevada, lo que demuestra que el tratamiento es relativamente eficaz, sin embargo, para las parejas supone un gran esfuerzo económico y anímico. Seguro que habréis conocido a alguna pareja que se ha gastado hasta 20.000 euros en una de estas clínicas de fertilidad para poder ser padres. Los especialistas comentan que lo único que no ha cambiado desde que se empezaron a realizar tratamientos de fertilidad es la reticencia a contar que se tienen problemas de esterilidad, pero también es cierto que cada vez se acepta más que la esterilidad es un problema de salud.

Aunque es un problema de salud y el tiempo apremia en determinados casos, la Seguridad Social suele prolongar lo máximo posible someter a las parejas al tratamiento de fertilidad. Primero prueban otros métodos, realizan todo tipo de análisis y seguimientos, y cuando te das cuenta han pasado dos años, más el tiempo que se ha estado intentando concebir. Este es otro de los motivos que obligan a las parejas a realizar un gran esfuerzo económico y ponerse en manos de los profesionales de la fertilidad. Como podemos comprobar, todo son datos positivos para estos centros, dado su crecimiento, quizá deberían empezar a pensar en reducir el precio de las técnicas de reproducción asistida.

Gracias a la FIV muchas parejas han podido concebir un bebé superando enfermedades genéticas hereditarias y problemas de infertilidad, es una salida y una solución para muchas parejas. Como decíamos anteriormente, la previsión es que cada vez más parejas acudan a estos centros, lo que garantiza el gran negocio de la fecundación in vitro. En este artículo, un especialista nos habla de los logros de las técnicas de reproducción asistida y la satisfacción de ayudar a las parejas para que sean padres, es verdad que ayudan y hacen felices a muchas parejas, pero las harían aún más felices si la carga económica no fuera tan excesiva.

Foto | Sprungli

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