Revista Insólito

la fina línea entre la libertad de expresión y el insulto

Publicado el 18 mayo 2014 por Iris Bernot @irisbernot
      Me fascina la libertad de expresión, la adoro. Creo que es algo básico para que el individuo pueda ser eso, un individuo, y no llegue a convertirse en el muñeco de trapo de otros o en un ser abducido y despojado de toda identidad. La libertad de expresión nos ayuda a recordar quienes somos en medio de esta locura de mundo llena de eslóganes comerciales dirigidos a que nos los compremos todo y de normas estrambóticas que solo buscan volvernos cada vez más esclavos de las grandes potencias económicas y más descreídos y cínicos. La libertad de expresión es la cura para muchas restricciones y muchas prohibiciones que hacen al ser humano menos humano, pero en realidad no sabemos qué es la libertad de expresión ni donde está su límite. ¿Qué es? ¿Se puede considerar el insulto parte de ésta? ¿ Se permite todo ? ¿ Se puede pasar la frontera del buen gusto por ella? ¿Y qué coñ... son el insulto y el mal gusto, por cierto?
     En los últimos días ha habido muchos debates en torno a la libertad de expresión, los pobres tuiteros ( os compadezco, de verdad) lo saben muy bien. A raíz del asesinato de una político, han detenido a varios tuiteros por  mofarse de dicho suceso con el argumento de que eso no es libertad de expresión sino apología del odio. Me parece muy mal que alguien se mofe de la muerte de alguien en público, y lamento ser yo quien lo diga, que me suelo reír de todo, creo que efectivamente hay cosas que son de mal gusto, pero me parece un poquito una exageración que se diga que están haciendo apología del odio y que les detengan cual asesinos en serie. El otro día un cura dijo que los homosexuales solo se corrompen y prostituyen desde que son unos críos y nadie ha ido con una furgoneta de cristales tintados y se lo ha llevado de su casa, ¿no? Ah, es verdad, perdonad, me había olvidado que dependiendo de quien diga una cosa ésta se tiene por libertad de expresión o por insulto criminal.
     No me malinterpretéis, estoy de acuerdo en que todo tiene un límite. Como dijo una persona un día, " Te puedes reír de todo pero no con todos". Se puede pensar lo que se quiera, pero decirlo es otra cosa, estoy de acuerdo, lo que pasa es que me da miedo la subjetividad que rodea a la libertad de expresión. Me da la sensación de que cuando se dice algo, digamos, "fuerte",  es libertad de expresión o insulto dependiendo de quien lo dice. Esto es algo que siempre me ha fascinado. Hay gente que al parecer tiene derecho a decir lo que le sale de los coj.... y gente que no puede decir nada. A lo mejor debería haber un límite claro para que supiéramos lo que se considera libertad para hablar y lo que se considera mofa o insulto criminal, porque me da miedo que los poderes políticos imperantes puedan decidir lo que es de mal gusto y lo que no. Me da miedo que puedan decidir a quien detener por lo que ha dicho y a quien no ( no sé si os habéis dado cuenta, pero ese es el primer paso para llegar a un estado totalitario...) me parece muy bien que no se pueda insultar a una política muerta, pero también me parece bien que no se pueda insultar a nadie en general y nunca se hace nada cuando aparecen por ahí opiniones que rozan la mofa más cruel dirigidas a quien sea. O todos o ninguno, ¿no? O se determina lo que es insulto y lo que es libre opinión o se va a empezar a detener hasta a María Santísima, porque estamos acostumbrados a hablar como los loros y cuando se tiene diarrea verbal al final se acaba diciendo alguna cosa peor que otra. 
      La libertad de expresión es un terreno pantanoso y difícil. Es una libertad hermosa como pocas pero también es difícil de controlar, y su buen uso es casi imposible. Desde la gente que va de "sincera" para poder despotricar contra todos sin límite ninguno y así poder descargar la miseria de sus vidas hasta los que se dedican a censurar al prójimo por cada palabra malsonante que sale de su boca ( a estos habría que llevarlos a todos a una isla para que se censuraran entre ellos mientras comen cocos y pescan atunes de colorcitos, glups, perdón, ¿esto es de mal gusto?) hay toda una escala de opiniones, críticas, despotricamientos varios, medio insultos, expresiones raras y medio obscenas, provocaciones, réplicas, etc... No caben en un tanque de tres toneladas del espacio que ocupan.
     ¿Quién decide cual es el límite de la libertad de expresión?, ¿los políticos con sus sucios y vomitivos intereses? ¿Los jueces obsoletos que fueron dinosaurios siglos atrás? ¿Los moralistas con vocación de Santos Mártires a los que les da morbo callarse de lo masoca que es eso? ¿ Los sinceros y sinceras que aprovechan la libertad para descargar su mierd... contra los demás? Si voy por la calle y le digo a una señora qué gorda está usted, oiga... ¿ Estoy ejerciendo mi libertad de expresión o la estoy insultando? Si alguien me dice que cierre este blog... ¿Me está coartando o me está haciendo ver la luz? Si me río de algo inusual como la muerte, por ejemplo, o la enfermedad... ¿ Soy una sociópata que no merece respirar o una persona con un sentido del humor de grado cien?
      Hay muchas preguntas en torno a este tema, siempre peliagudo y fascinante. Si queréis saber mi opinión personal, os diré que creo que en general una persona debería tener el derecho a decir lo que piensa adaptando esa libertad a quien le escucha, porque todos sabemos que hay gente más tolerante y menos susceptible y gente susceptibilísima que no pasa ni una. A mí, personalmente, me gusta hablar con gente que tiene sentido del humor y que no se siente herida por todo porque me siento más libre y  me divierto más, pero claro, esto es solo una cuestión de gustos. Algunos dirán que les gusta mucho más hablar con gente que les coarta de continuo porque así son conscientes de donde está el límite, pues bien por ellos, ¿qué queréis que os diga? Pues que te puedes reír de todo pero no con todos... Yo creo que al final todo se reduce a esta frase, a saber con quien se puede uno explayar y con quien no... Sobre todo ahora, que a la mínima nos van  detener y a fichar cada vez que se tiren de los pelos por lo que digamos... 

la fina línea entre la libertad de expresión y el insulto

¿El pajaruco de twitter está gordo o solo está rellenito? Lo digo porque no quiero tener problemas..


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