Creíamos que el día en que la fortuna se aliara con el Wigan nunca llegaría, nos equivocamos. Con el gol de Franco Di Santo en el 92', Los Latics volvieron a ganar un encuentro muchas jornadas después.
El encuentro en el Stadium of Light de Sunderland se preveía determinante para Steve Bruce y Roberto Martínez. Por una parte, los Black Cats querían salir de esa zona caliente en la que se encuentran jugando de tú a tú con el descenso, mientras que el Wigan ansiaba dejar ese puesto de colista que parece haberse establecido en la casa de Roberto Martínez.
El encuentro no empezó de la forma posible para los visitantes ya que Sebastian Larsson en el 8' de partido adelantaba a los locales confirmando así su gran momento de juego, que para nada comulga con el del equipo en general. Pero antes de terminar la primera parte, Jordi Gómez se encargaba de materializar un más que dudoso penalty sobre Victor Moses estableciendo las tablas en el marcador para llegar al descanso.
En la segunda parte, el Wigan siguió practicando ese juego de toque que le caracteriza, y el Sunderland también tuvo sus ocasiones, pero la jugada determinante del partido llegaría en el 92'. Pase a Westwood, que juega por el lesionado Mignolet, que prefiere dársela a Wes Brown, el defensa no sabe que hacer y de esa incertidumbre llega McArthur para robar la pelota y dejársela en bandeja a Franco Di Santo para que el delantero marque el gol de la victoria. Tremenda pifia de Westwood y mayor si cabe del ex-defensa del United que lleva una temporada para olvidar.
Así, el Sunderland se queda rozando la zona de descenso en 16ª posición, mientras que el Wigan sale del farolillo rojo para seguir en zona de descenso pero con vistas a la posible salvación, cosa impensable hace 7 días. A Bob esta vez le tocó sonreir.
Javier Martínez (@JaviMartinez82)
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