La frase del día: 'sense8' [2015]

Me encantan las muñecas. Mi padre nunca me lo ha perdonado. Cuando tenía ocho años, me apuntó a un club de natación. El mismo al que había ido él. Y me dijo que todo lo que había aprendido en ese vestuario lo había convertido en el hombre que era ahora. Odiaba ese vestuario. En esa época, me sentía incómoda con mi cuerpo. No me gustaba estar sin ropa, especialmente delante de otros chicos. Pero debía ducharme antes de meterme en la piscina. Así que lo hacía, pero llevaba puestos el bañador y la camiseta. Los niños se burlaban de mí, pero yo lo hacía rápido y los ignoraba y durante un tiempo funcionó. Pero entonces, un día, dejó de funcionar. No sé cómo empezó todo, pero recuerdo tener la sensación de que algo malo iba a pasar. Cometí el error de plantarles cara. El agua caliente salía de la misma caldera que la del radiador. Aún tengo cicatrices en el estómago de las quemaduras de segundo grado. Quizá ese vestuario hizo de mi padre el hombre que es, pero también ha hecho de mi la mujer que soy. Después de aquello, dejé el club de natación. Dejé de intentar encajar, de ser como ellos. Sabía que nunca podría conseguirlo. Pero lo más importante es que no quería serlo. Esa violencia... era mezquina e ignorante, pero al final demostraba la clase de personas que eran. La auténtica violencia... la violencia que creo que no tiene perdón, es la que nos infligimos a nosotros mismos, cuando tenemos miedo de ser quien realmente somos.