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La fugitiva

Publicado el 25 agosto 2011 por Lacoleccionistadeespejos
La fugitivaSergio Ramirez MAlfaguara    Con este libro no hay mucho que hacer.
    Igual que EL HIJO DEL COMETA, se limita a ser un nombre, un bonito título una serie de una serie de ideas (no) desglosadas y al taran- taran de un relato inconexo y carente de atavíos atractivos, atildadas variaciones a una misma ficción: Amanda Moncada protagonizada por Yolanda Oreamuno, o ¿era al revés? A.KHace años ya esta editorial; como tantas otras, curiosamente cuyos autores son casi todos hombres con cierto relumbre literario, apunta a una a hacer publicaciones en base a un nombre, de nuevo masculino, con cierta relevancia cultural que en muchas formas no nos representa; porque para ellos parece ser importante el género y la posición social.  M.C
  Lo que es un lastima. Porque ese tipo de iniciativas dejan por fuera los logros de los autores nacionales. Claro está, este tipo de gestiones tienen llenazos espectaculares porque saben muy bien cómo utilizar la mercadotecnia desde el punto de vista del boom literario; de lo emergente que se subsidia sobre lo que no sabemos del pasado, cosa a la que deberíamos poner atención de ese pasado desconocido de algunos autores nacionales que hicieron leyenda de su paso por las intendencias literarias nacionales e internacionales.  En fin es otra cosa a lo que vamos aquí. Antes que nada y para dejar las cosas en claro, y eso por una mala costumbre que tenemos la mayoría de los de la Co., y ya sabemos que nuestra obsesión son precisamente los títulos, empezamos por decir que la raíz dela palabra FUGITIVA, es decir fuga, tiene varias acepciones (Igualmente válidas para este texto):  fuga. (Del lat. fuga).
1. f. Huida apresurada.2. f. Abandono inesperado del domicilio familiar o del ambiente habitual.3. f. Momento de mayor fuerza o intensidad de una acción, de un ejercicio, etc.4. f. Salida de gas o líquido por un orificio o por una abertura producidos accidentalmente.5. f. Mús. Composición que gira sobre un tema y su contrapunto, repetidos con cierto artificio por diferentes tonos.~ de cerebros.1. f. Emigración al extranjero de numerosas personas destacadas en asuntos científicos, culturales o técnicos, para ejercer allí su profesión, en detrimento de los intereses de su país.~ de consonantes.1. f. Especie de acertijo escrito en que las consonantes se han sustituido por puntos.~ de vocales.
1. f. Escrito en el que se sustituyen por puntos las vocales.
meter en ~ a alguien.
1. loc. verb. coloq. meter en juego., y ‒́fugo, ga. (Del lat. -fŭgus, de la raíz de fugāre o fugĕre).
1. elem. compos. Significa 'que ahuyenta' o 'que huye de'. Centrífugo, febrífugo.
Sobre el texto
   Sin duda existe erudición en algunas partes del texto. Es lógico, no estamos hablando de un autor con conocimiento superficial, como en el caso de los académicos que por osmosis ensayan a ser escritores porque les nació la inspiración después de un tropezón amoroso con el que tratan de desaguar emociones frustrantes y enajenadas; sino de un autor con carrera profesional literaria bien cimentada, que por su propio dominio ha hecho un aporte significativo a las letras mundiales, pero que al igual que García Márquez, el tiempo pasa y pesa! ...
Sobre el autor:
  Quién huye tiene siempre presente algo que lo atormenta y persigue al punto de hacernos escapar de nuestras propias verdades y realizadas... Conglomerado dentro de los grandes escritores centroamericanos, Ramirez Mercado, el segundo de cinco hijos del matrimonio de Pedro Ramírez Gutiérrez y Luis a Mercado Gordillo que a los 18 años fundó la REVISTA VENTANA, ( junto con Fernando Gordillo, escritor nicaragüense que de no haber muerto prematuramente , tal vez sería uno de los grandes de la literatura mundial actualmente), y dirigió el movimiento literario homónimo.   Inicia su periplo como escritor en 1963, al año siguiente de haberse graduado como abogado por la UNIVERSIDAD NACIONAL DE LEÓN con su libro, CUENTOS.
Aclaro que este autor no es de mis favoritos, tal vez se deba al hecho de que como la mayoría de los costarricenses padezco de ese tipo particular de xenofobia que me hace ejercer la crítica mordaz en silencio aunque por fuera diga yo los respeto mucho; esa es la primera llamada de atención con respecto a la conformación de la misma: sutil pero eficazmente hay un ensalzamiento crítico con respecto a forma en que el costarricense, glostora por naturaleza, no reconoce el aporte significativo de la mano de obra nicaragüense ni mucho menos el lugar que ostenta dentro del ideario nacional, y el autor no tiene empacho en recalcarlo cada que puede. Su relación con Costa Rica, se inicia en 1968 y 1976, siendo secretario general de la Confederación de Universidades Centroamericanas que entonces tenía sede en el país; tiempo en cuál, mediante una beca otorgada por el Servicvio de Intercambio Alemán (DAAD) comienza a estudiar literatura; posterior a lo que fundaría la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA).  Un año después, siendo líder del Grupo de los Doce, formado por intelectuales, empresarios, sacerdotes, y dirigentes civiles se integra a la oposición contra el gobierno de Anastasio Somoza, que llevó al poder al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Parte de la Junta de Gobierno, presidió el Consejo Nacional de Educación y fundó la Editorial  Nueva Nicaragua en 1981.  En el ochenta y cuatro, fue electo vicepresidente hasta que en 90, junto a Daniel Ortega entrega el poder a Violeta Barrios de Chamorro, quién además de ser la primera mujer presidente a nivel centroamericano, pertenecía a la UNO (Unión Nacional Opositora). A partir de entonces, ocuparía distintos puestos políticos: del 90 al 95 Miembro de la Asamblea Nacional Nicaragüense, cargo desde el que ayudó a promover la reforma de la Constitución de 1987 para darle un contenido más democrático.   Tiempo después de esa reforma, producto de sus diferencias con sus antiguos amigos de armas y funda el Movimiento de Renovación Sandinista por el que en 1996 fue candidato presidencial. Ese fue el año de su último aporte político: desde entonces ha cimentado su poder literario siendo: profesor de la Universidad de Maryland, fundador de EL SEMANARIO, columnista de distintos periódicos alrededor del mundo, entre ellos El País, La Jornada, El Nacional, El Tiempo, La Opinión, La Prensa, la Revista MAGAZINE, La NAción y finalmente creador de la Revista Electrónioca Cultural Centroamericana Carátula.
Sobre la obra:
   Escrito en una polifonía que a veces podría definirse como triplica, pero no tan mareante ni enajenante como en otros casos conocidos, pese a que el formato de elaboración, el tema: la fuga de la imagen mítica de una de la musas costarricenses de mayor relieve, maquillado por el alter ego de Amanda Moncada  es sobrio en la elaboración del corpus narrativo yerra en una serie de secuencias no consecuentes con la realidad expuesta, poco trabajo de investigación por tanto falla en la realización concreta de la secuencia narrativa, metáforas de impacto limitadas a la secuenciación detenida en un tiempo tan paulatino que el polvo define como tiempo y acción en muchas partes.
Esta especie de biografia novelada que, … desde el psiconalisis, y esta es Del quien habla, se analiza desde el punto de vista de la relevancia y coherencia de factores que explican un evento que, luego, al ser transcritos determinan el correcto inter-lineamiento del juego lúdico de comunicación... pudo haber sido, en nuestra opinión, un mágnifico texto.
 Dicho en pocas palabras, aquí la tónica es la disgregación, la pérdida de valor objetivo, la incapacidad de hacer un mejor esfuerzo narra-lógico, transculturización sistematizada basada en hechos, relatos interesantes pero sin ninguna relación entre sí, que terminan por crear un trabajo que no alcanza, al menos para mí las expectativas creadas. Los fallos que encuentro son puntuales:1.  Como otros autores, la elección del tema seria la indicada, si estuviésemos tratando de hacer justicia a una figura emblemática y no significativa de la literatura costarricense: la elección  de las voces es una distorsión que en lugar de complementar aumenta el deterioro del personaje
   Aunque es claro, que hubo una investigación, en enlace del hilo conductor (y eso es básico, lo primero que un ojo como el de Zúñiga delimitó muy bien en Del y ella nos ha mostrado el juego isquémico que ese desconocimiento puede producir o crear), es demasiado fragmentado y enredante, y es por el uso de elementos accesorios que no dicen más que las boberías que se le ocurren a la narradora inicial que, los salteada al ají, como chistes familiares recurrentes
2.  En el principio, la retórica se abre mediante una entrevista que pretende hablar de Amanda Moncada, una figura  inusual en el mundo cultural de una Costa Rica antigua y señorial, bordada de recuerdos suficientes como para una buena recreación del ambiente en el que se insertó el personaje; pero que termina haciéndola a un lado para hacer realidad paralela desde la mirada de una vieja amiga que descontextualiza los eventos en favor de su propia vida
  La realidad, ese punto difuso que muchos utilizamos a conveniencia no puede ser recreada ni trasladada desde unja grabadora por una mera asociación de ideas, ¿qué es lo que se pretende hacer cuando solo se habla cada diez renglones de los logros del personaje en comparación con los detalles oscuros de su vida; sino se dice porque se hacen y se limitan a la elucubración sobre-expositiva de vida y recuerdos ajenos mezclados con los del recuerdos de un narrador que trata de rivalizar con lo que cuenta?
3.   Sin uso de metáforas, la reiteración de ideas, la elaboración de los relatos se planta sobre una hilacion de historias alternas, cuya génesis es el uso de una buena técnica narrativa: el recuento, el uso de las voces interiores de una misma historia que todos hemos oído en algún momento, contada desde distintos puntos de vista pero que al recurrir al abuso de esas narralogias inconexas abusa hasta producir cansancio
   Como EL VIEJO Y EL MAR, de Hemingway, el referente obligado aquí porque trata de emular una génesis parecida, solo que en este texto se des-construye una semiótica del transcendentalismo, en el tanto que la experiencia hace al creador, que demerita el instinto como tal: ausencia de tinglado lógico de trabajo, pocas metáforas, excesos de histometrías no enlazadas entre sí, duda en la selección de que sería mejor dejar y que eliminar, demasiados elementos de construcción que no se retoman porque no pasan de ser un simple recuento sin más utilidad que la visión negativa de la primera voz… destruyen lo que pudo ser un buen texto, sobre todo tomando en cuenta la experiencia del autor.
  El universo expande el corazón después de una tragedia, lo bueno es que pese a todo lo pesado que puede ser el libro, tiene efectos positivo y también es justo reconocerlos:
   a.- Ese recorrido majestuoso, casi detallado por antiguos lugares de esta ciudad que desaparece conforme se mueren quienes la conocieron: la San José de antes, sus barrios antiguos interconectados por un pasillo de calles que nos llevaban desde la avenida central, Teatro Nacional, y terminar en la clínica de muñecos con la muñeca de porcelana, la Maria Antonieta que nosotros conocimos como Luisa, sentada todavía en la cama de Sand, un programa cuidadosamente delimitado de una condición de vida olvidada…
Para La Coleccionista de Espejos:
   Fantasmas 1 y 2,
   Anne Kellerman Miranda y Miguel Cabrera G., el no músico.
Tres espejos, nada más…

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