La gestión del riesgo de impagos, un ejercicio necesario

La gestión del riesgo de impagos, un ejercicio necesario

La actual situación económica afecta notablemente a la actividad empresarial en muchos aspectos. Los paradigmas han cambiado y la aspiración de cualquier negocio de aumentar sus ventas y su rentabilidad ahora no basta. Tan importante como vender es cobrar, por eso la gestión del riesgo de impagos es un ejercicio necesario.

Afortunadamente las empresas disponen de herramientas de análisis de riesgo que, basándose en la información obligatoria que todas las sociedades han de publicar, hace factible prever cuáles pueden ser los clientes que tengan dificultades para atender pagos o los que habitualmente se retrasan en atender sus obligaciones.

Trabajar con estas herramientas nos puede ayudar a la hora de dar más flexibilidad en los plazos de pago, otorgar mayor o menor crédito o determinar los métodos de pago que podemos o debemos aplicar a cada uno de nuestros clientes, en función del nivel de riesgo que éstos puedan tener.

No pocos negocios se ven en dificultades por la falta de liquidez derivada de la morosidad de sus clientes. Por eso es prudente hacer un análisis del riesgo que asumimos con cada uno y manejar esa información de la manera adecuada.

Por extraño que parezca, y más en estas circunstancias, es mejor decir que no a un cliente y perderlo, antes de vernos comprometidos por ser demasiado confiados. Aprovechar la información es la clave para ello.