Revista Economía

La gran feria de la corrupción.

Publicado el 14 octubre 2016 por Torrens

Para que a los españoles nos caiga la cara de vergüenza no bastaba con lo ocurrido la última semana de septiembre cuando un montón de corruptos de lo que se suponía que era la oposición destrozaron su propio partido para que otro partido y un presidente de corrupción pública, notoria y probada se hagan con el poder.

Faltaba iniciar los juicios Gürtel y de las tarjetas black para completar un panorama insoportable para cualquiera que odie la corrupción y piense que la impunidad unida a la corrupción es desastre absoluto y seguro.

Ambos juicios no solo ponen encima de la mesa la corrupción que el PP no ha podido ocultar, además en sus prolegómenos y en las sesiones del juicio se hace más patente todavía la podredumbre que gobierna España, desde los intentos de colocar en el tribunal jueces obedientes, que en el caso Gürtel afortunadamente fallaron con uno de los miembros del tribunal que es progresista, y en el desarrollo de las sesiones en que se hacen afirmaciones que a uno le dan ganas de empezar la revolución mañana a primera hora.

Por si no era suficiente castigo el mismo día en que empezaba la gran feria de muestras de la corrupción total del Estado que son estos juicios, Mariano Rajoy soltó con su habitual nula vergüenza uno de sus típicos, tópicos e infames discursos en que todo es totalmente falso desde el momento que pronuncia la primera palabra, dirigido a los idiotas que se lo creen y que son responsables de que todavía tengamos que soportar a un presidente de archiprobada ineptitud y corrupción, abominable y vomitivo discurso en que habló como si su gobierno del PP hubiese rescatado al país de las garras de la corrupción actuado con contundencia y eficacia contra los corruptos, que reconoció que también había afectado al PP, pero solo en un tiempo pasado que ya había sido extirpado de raíz. En mi vida he visto de todo, me pase la vida profesional viajando por el mundo, y en contadísimas ocasiones tuve que enfrentarme a hechos tan inmorales, falsos, intolerables, e incluso impúdicos como los que practica Rajoy y su partido con excesiva frecuencia delante de las mismísimas narices de los que después le votan. Una cosa es un engaño o una mentira y otra es hacerlo sentado sobre una pestilente montaña de evidencia. Este país tiene lo que se merecen los votantes de Rajoy, y muchos pagamos las consecuencias aunque no nos lo merezcamos. Mi súper cabreo con este discurso se agravó cuando a los dos días de soltarlo y cuando se iniciaba el juicio del caso Gürtel en el que está implicada nos enteramos de que Ana Mato ya tiene empleo con sueldo generoso proporcionado por el propio partido, que va a ser tema de la próxima nota.

No puedo entender cómo puede haber alguien mínimamente racional que se crea las fantasmadas que siempre han soltado en el PP pero que se han desmadrado desde el esperpento socialista. Aparte que raramente sueltan algo que se aproxime a la verdad, lo hacen con un increíble desparpajo, como si este fuese un país perfecto y ellos lo más perfecto de lo perfecto, y no solo sus votantes, sino el país entero ignorase la realidad. Ahí van algunos ejemplos.

La vicepresidenta Sáez de Santamaría, advirtió a Forcadell de que debe acatar las decisiones de los tribunales. “La ley se aplica, es igual para todos e incumplir la ley tiene sus consecuencias”. “El Estado de Derecho, por muchas iniciativas que apruebe el Parlament o la Generalitat, se mantendrá firme e impedirá cualquier acción contraria a la soberanía nacional”. Aparte que quien da todas estas explicaciones y advertencias es una de los máximos representantes del único partido imputado ante la justicia y el que más irregularidades y manipulaciones ha cometido ante y con la Justicia y de un gobierno que incumple alegremente la Constitución negándose a cualquier control del Parlamento, fijaros en el detalle que la vicepresidenta se refiere al Estado de Derecho como si fuese una persona o una institución que va a tomar medidas, cuando se trata de un concepto abstracto. La razón de este desliz es muy clara, el PP es un partido tan totalitario como lo eran los reyes franceses y por lo tanto EL ESTADO DE DERECHO SOY YO.

Después que el Partido Popular demostrase su gran deshonestidad por enésima vez pidiendo anular el caso Gürtel, el excelso Ministro Fernández Díaz dijo lo siguiente en relación con la conferencia de Puigdemont en Madrid, “con el Gobierno de España se puede dialogar y negociar absolutamente, no de todo, pero sí de mucho. Porque hay cosas no negociables y la unidad de España no lo es. Pero hay muchas cosas que se pueden y se deben negociar y se pueden mejorar para que los catalanes tengan condiciones de vida mejores”. Claro, como no estaba en la conferencia no sabía que Puigdemont se refería a un referéndum, no a la independencia. Este párrafo me recordó otro muy antiguo que era igual de absurdo y estúpido pero lo soltaban unos tipos divertidísimos y hacía mondar de risa, decían “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte y la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte”.

Para continuar el cachondeo el señor Ministro añadió “Pero para hablar de cosas serias, futuro y bienestar de los catalanes, siempre encontrarán la mano tendida y la voluntad de diálogo por parte del Gobierno. Tened la convicción absoluta de que así será”. Lo dice pocas horas después que a la conferencia de Puigdemont no asistiese ni un solo miembro de un gobierno que “para ponerse a hablar de cosas serias” exige la rendición previa e incondicional. Cuando lo leí me imaginé el despacho de Fernández Díaz con una gran foto de Mariano Rajoy con el título “El dialogo en persona”.


LA GRAN FERIA DE LA CORRUPCIÓN.

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