Revista Historia

La hija predilecta de Felipe II, el palacio de Coudenberg y España en Flandes

Por El Camino Español @elcaminoespanol

Museo del Prado - Palacio de Coudenberg

Si vais al Museo del Prado no podéis iros sin admirar el cuadro "El Palacio Real de Bruselas (Palacio de Coudenberg)" (1627) de bella factura y atribuido a Brueghel el joven. En él se aprecia con todo lujo de detalles una vista del espectacular Palacio que presidía la colina del mismo nombre que domina la ciudad de Bruselas. Tal vez queráis comentarle a quien tengáis al lado que este cuadro, mejor que ninguno, representa lo que es España en Flandes.

El Castillo y posterior Palacio fue sede de emperadores, reyes, archiduques, condes y gobernadores desde el siglo XI hasta bien entrado el siglo XVIII. "Nuestro" Carlos I manda construir galerías, salas de estilo renacentista y durante los dos siglos que estuvo bajo la corona española no se dejó de adornar y mejorar el imponente edificio. El Palacio de Coudenberg es sin duda el núcleo desde el que se crece la ciudad de Bruselas.

Museo del Prado - Palacio de Coudenberg

En el cuadro hay un grupo de personas entre las que destaca, en el centro del grupo, Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, que viste ropa de viuda a consecuencia de la muerte de su marido el Archiduque Alberto acontecida en 1621.

Isabel, hija predilecta de Felipe II, era inteligente, sagaz, amante del arte y de la cultura y hacía con Alberto (sobrino de Felipe II y criado en España) una espléndida pareja que quedó formalizada en una boda que se produjo en el año 1599. Felipe II aportó Flandes como dote de su hija, ahí es nada, con la intención de desvincular este territorio de la corona española y finalizar así la guerra civil que asolaba el país y desangraba también a España.

Isabel Clara Eugenia y el Archiduque Alberto

Isabel María Eugenia y Alberto trabajaron denodadamente para mantener Flandes en una paz duradera que no siempre pudieron conseguir. No tuvieron descendencia (aunque tuvieron tres hijos) así que Flandes volvió a la corona española a la muerte de ambos: Una tortura para flamencos y una maldición para los españoles.

Sea como fuere, El Palacio desapareció pasto de las llamas en 1731, 25 años después de que los Países Bajos Españoles dejaran de ser españoles. Lo salvaguardamos doscientos años y en dos décadas lo echan a perder. Lo mismo que el recuerdo de Isabel Clara Eugenia y su marido, diluido en una bruma de desconocimiento e ignorancia voluntaria.

Calle Isabelle Bruselas

Si vais a Bruselas, no dejéis de visitar la Calle Isabelle (a cielo abierto antes y ahora subterránea, que bordea el Palacio de Coudenberg desde la Plaza Des Bailles hasta la colegiata de San Miguel y Santa Gúdula), llamada así en su nombre y la Capilla de Nuestra Señora de la Liberación en la Catedral de Santa Gúdula, donde está enterrada Isabel Clara Eugenia, Soberana y Gobernadora de Flandes. Culta, refinada y española hasta la médula que, a buen seguro, agradecerá un reconocimiento sincero que la saque del olvido.

Olvido que, con Isabel y el Palacio de Coudenberg, representa este cuadro y la huella española en aquellos territorios: Existió, pero es mejor tapar (como la calle) o no cuidar (como el Palacio) esa parte de su historia, a enfrentarse a la verdad que supone asumir que ellos (los belgas de entonces) también defendían su estilo de vida y para ello, los soberanos que compartíamos españoles y flamencos, utilizaban a los Tercios de Flandes que subían por El Camino Español. 

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