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La Historia Compartida – Theodore Roosevelt

Publicado el 05 julio 2017 por César César Del Campo De Acuña @Cincodayscom

La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña

Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hoy les voy a hablar del que es mi Presidente de los Estados Unidos preferido (por que sí, siendo español se puede tener un Presidente de los Estados Unidos preferido).

La Historia Compartida – Theodore Roosevelt
¿De quién hablamos?: de Theodore Roosevelt Jr, Theodore Roosevelt, político, militar, reformista, naturalista, explorador y autor estadounidense nacido el 27 de octubre de 1958 en Nueva York. Fallece, a los 60 años de edad, el 6 de enero de 1919 en  Oyster Bay, Nueva York.

¿Por qué paso a la historia?: Theodore Roosevelt ha pasado a la historia como el vigesimosexto Presidente de los Estados Unidos de América. Por otro lado su vida, repleta de aventura y grandes momentos como los años que paso como cowboy en Dakota del Norte, o su adhesión a los Rough Riders durante la guerra que enfrento a Estados Unidos y España convierten su biografía en una de las más entretenidas y emocionantes entre todos los Presidentes.

¿Sabías que…?: Inciso –  Como lo que pudiera escribir, en términos biográficos, no haría justicia (por extensión) a lo que fue la vida de Theodore Roosevelt, lo mejor es presentar en forma de curiosidades algunos de los momentos más significativos del que se convirtió en el vigesimosexto presidente de los Estados Unidos de América

Algo que no mucha gente sabe es que Roosevelt boxeo. A pesar de haber sido un niño y adolescente asmático, era un entusiasta del deporte y la vida sana, y durante su paso por la Universidad de Harvard, Roosevelt boxeó en la competición intramuros de la institución en la categoría de los pesos ligeros. Su afición por el pugilismo no decreció con los años y durante su mandato como Presidente no dudaba en ponerse los guantes para sesiones de sparring con boxeadores retirados o militares. Dejo de boxear cuando, en una de las citadas sesiones, un joven oficial de artillería le dejo casi ciego cuando le rompió un vaso sanguíneo del ojo izquierdo.

Una de las frases, de todas las que se le atribuyen, más impactantes es la que le dijo al Doctor que le visitaba cuando era niño a causa de su asma. Este último recomendó al joven Roosevelt y a sus padres que tuviera una vida recluida y sedentaria. Entonces, el niño le dijo al médico: “Doctor, voy a hacer todas las cosas que me dicen que no haga. Si tengo que vivir el tipo de vida que usted ha descrito, no me importa lo corta que sea”.

Pero no solo no hizo caso a los médicos, sino que además demostró que estaban equivocados cuando escalo el Matterhorn en 1881 y el Mont Blanc durante su viaje de novios por Europa. SU segunda proeza como montañero le abrió las puertas de la Royal Society de Londres.

¿Qué le llevo a abandonar la comodidad de su hogar y su carrera en la política para convertirse en cowboy en Dakota del Norte? Lo que llevo a Theodore Roosevelt a tomar tal decisión fue uno de los días más oscuros de su vida. El 14 de febrero de 1884 su primera esposa y su madre fallecieron. Roosevelt escribió en su diario una enorme X y la siguiente frase: “The light has gone out of my life”. Destrozado abandonó Nueva York por el oeste, donde se convirtió en vaquero. Allí paso varios años los cuales le cambiarían la vida. Según sus propias palabras: “No se puede soñar una vida más atractiva para un joven con buena salud que la de un rancho en esa época. Es una vida verdaderamente agradable y sana; me enseñó a ser independiente, tenaz y a adoptar decisiones con rapidez… Aprecié este tipo de vida real y completamente. Nunca hubiera podido llegar a presidente sin la experiencia adquirida en Dakota del Norte”.

A pesar de ser ya un político establecido reutiliza sus habilidades como jinete alistándose en el regimiento de caballería conocido como los Rough Riders el cual combatiría/combatió en la Guerra hispano-estadounidense. Hay que señalar que el propio Roosevelt, aliado con el magnate de las comunicaciones William Randolph Hearst, fue uno de los principales instigadores del conflicto armado al acusar sin pruebas a España de la voladura del Maine. Sea como fuere, Roosevelt entro en combate. Concretamente participo en la carnicería que fue, para los Rough Riders, la batalla de la Colina de San Juan. Los remanentes de la unidad voluntaria fueron recibidos como héroes cuando regresaron a Estados Unidos. Theodore Roosevelt fue nominado entonces a recibir La Medalla de Honor del Congreso, la máxima condecoración estadounidense, pero la petición fue desestimada. La recibió a título póstumo el 16 de enero de 2001 convirtiéndose, hasta la fecha, en el único Presidente de los Estados Unidos de América en recibir tal condecoración.

No crean que su ardor guerrero termino en su experiencia en la Guerra hispano-estadounidense. A los 58 años de edad, Theodore Rossevelt presionó vehementemente al presidente Woodrow Wilson para que lo enviara a Francia a la cabeza de una fuerza expedicionaria de 200.000 hombres. Por todo el país, los partidarios del héroe de la Colina de San Juan organizaron manifestaciones de apoyo, pero Roosevelt no sería llamado a filas. El que si fue llamado fue su hijo Quentin, el cual falleció en combate cuando su avión fue derribado sobre Francia en 1918.

Al respecto de los conflictos bélicos, Roosevelt dijo en su día: “El único crimen imperdonable es golpear de manera suave. No golpees si puedes evitarlo, pero ni no puedes nunca golpees suavemente”. Esta frase, una de mis preferidas de su repertorio, resume muy bien la idea del que es considerado el padre de la Armada Estadounidense (impulso, y de qué manera, el aumento de fondos para la fuerza marítima estadounidense, a la cual mando a dar una gira mundial como muestra de poder en 1907) tenía al respecto de la guerra.

Pero no crean que Roosevelt solo ha pasado a la historia por sus aportaciones a la Armada o por su distinción en el campo de batalla (tengan en cuenta que además fue el primer Presidente de los Estados Unidos de América en recibir el Premio Nobel de la Paz por su intervención mediadora y diplomática en la guerra Ruso-Japonesa). Sin lugar a dudas el legado más importante que dejo para su nación fue la creación de innumerables parques naturales (más de 230 millones de acres en diferentes parques destinados a la preservación y conservación de los espacios naturales y las diferentes especies de animales que los poblaban). Uno de los motivos que le llevo a crear estos parques y reservas fue el impacto que le causo saber que en poco más de 20 años los estadounidenses casi habían extinguido al bisonte norteamericano.

El primer Presidente de los Estados Unidos de América en abandonar el país en visita oficial (ocurrió cuando fue a visitar el Canal de Panamá en 1906, proyecto del que fue uno de sus principales promotores/instigadores) también es conocido por ser un prolífico lector y escritor. En sus 60 años de vida escribió 35 libros y más de 150.000 cartas. También escribía sus discursos y uno de ellos le salvo la vida cuando John Schrank, un anarquista, le disparo a bocajarro con su revólver del calibre 32. La bala, directa al pecho de Theodore Roosevelt, fue frenada por el grueso manuscrito. Roosevelt se negó a ser trasladado al hospital y dio su discurso, el cual duro una hora. Tenía la bala alojada en el pecho. Una vez termino el discurso, se desplomo sobre el atril (donde minutos antes había mostrado el escrito agujereado) y fue llevado a un hospital donde se determinó que era terriblemente peligroso extraer la bala, por lo que aquel trozo de metal estuvo con él hasta el último de sus días. Todo aquello ocurrió el 14 de octubre de 1912 en Milwaukee (Wisconsin). Cuando le preguntaron a Schrank porque había atentado contra Roosevelt se limitó a decir: “Cualquier hombre que busque un tercer mandato debería ser fusilado”.

El hombre que dijo: “Poder significa, invariablemente, responsabilidad y peligro” y “Si tengo que elegir entre la paz y lo correcto, elijo lo correcto” Antes de fallecer confesó a sus familiares: “Ningún hombre ha tenido una vida más feliz que la he construido. Una vida plena en todos los sentidos”.

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