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La Historia Compartida – Wyatt Earp

Publicado el 07 enero 2015 por César César Del Campo De Acuña @Cincodayscom

La Historia Compartida…Por César del Campo de Acuña

Sean bienvenidos una vez más a La Historia Compartida, la sección de www.cincodays.com dedicada a las breves biografías de las más variopintas personalidades de la historia. Hace tiempo que no visitamos el salvaje oeste y hoy en lugar de hablarles de un forajido de leyenda (como Billy el niño o Black Bart) les hablare de uno de los defensores de la ley más destacados en aquellos tiempos.

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¿De quien hablamos?: de Wyatt Berry Stapp Earp, Wyatt Earp, un afamado marshal que ocupó varios puestos policiales en el oeste de Estados Unidos nacido el 19 de marzo de 1848 y fallecido el 13 de enero de 1929.

¿Por qué paso a la historia?: por ser uno de los implicados en el mundialmente famoso tiroteo de O.K. Corral y por su extrema severidad a la hora de llevar a los que incumplieran la ley ante la justicia.

¿Sabias que…?: Su carrera como agente de la ley comenzó en el pueblo de Lamar, Missouri, en 1870; antes de ello fue cowboy y cazador de búfalos.

De joven huyó de su casa en varias ocasiones y trató de alistarse en el ejército de la Unión durante la Guerra Civil. No tuvo éxito y fue enviado de vuelta a casa cada vez que lo intento debido a que tan solo tenía 13 años de edad.

Antes de convertirse en agente de la ley fue arrestado por robo de caballos junto con otros dos hombres. Wyatt y los otros hombres fueron acusados de robar dos caballos (cada uno con un valor de 100 dólares) lo que termino llevándole a ser encarcelado. En lugar de esperar a su juicio, Wyatt escapó por el techo cárcel.

Una vez accidentalmente se disparó a si mismo. Aunque Wyatt jamás fue alcanzado por las balas de sus adversarios (algo que ayudo a ensanchar su leyenda) en cierta ocasión, su revólver cayó de su pistolera mientras estaba recostado en una silla y se descargo. La bala atravesó su abrigo y escapo por el techo.

Aun siendo un hombre de la ley adoraba la compañía (y probablemente los servicios) de las prostitutas. En 1872 llego a ser arrestado hasta en tres ocasiones por “mantener y encontrarse en una casa de mala reputación”. Wyatt figuraba inquilino de un burdel (junto a Jane Haspiel) en febrero de 1872. No se sabe si era un chulo, un matón, o el gorila/portero de aquel establecimiento pero el caso es que vivía allí. Más tarde, en 1876, cuando su hermano James abrió un burdel en Dodge City, Wyatt se fue con él.

En una ocasión fue multado por abofetear a una prostituta. Wyatt fue multado con la suma de 1 dólar por abofetear a una prostituta musculosa llamado Frankie Bell. Frankie insultó repetidas veces a Wyatt lo que llevo al agente de la ley a darle una bofetada. Frankie pasó la noche en la cárcel y se le impuso una multa de 20 dólares (el dólar de multa con el que fue amonestado Wyatt era el mínimo legal).

Su segunda esposa fue probablemente una ex-prostituta. La segunda mujer de Wyatt, Celia Anne “Matty” Blaylock, que vivió con Wyatt hasta 1881, era supuestamente un ex-prostituta.

Fue llevado a juicio por asesinato. Tras el famoso tiroteo de O.K. Corral, Wyatt fue juzgado por asesinato junto a su mejor amigo, Doc Holliday. Si hubieran sido declarados culpables abrían terminado en la horca. Afortunadamente para su leyenda y para sus gaznates, ambos fueron absueltos.

Fue amigo de John Wayne. En sus últimos años de vida Earp vivía en la ciudad de Los Ángeles y trabajaba (sin cobrar) como asesor técnico en varis películas de vaqueros del cine mudo. Allí conoció a un joven llamado Marion Morrison, que años más tarde cambiaria su nombre por el de John Wayne. Earp contaba al muchacho historias del viejo salvaje oeste que le dejaron cautivado mientras desempeñaba su trabajo en los estudios que no era otro que el de llevar café. Años más tarde el propio Wayne declararía que cada vez que interpretaba a un vaquero o a un agente de la ley en el salvaje oeste se inspiraba en aquellas conversaciones con Earp para hacerlo lo mejor y más realista posible.

Aunque fue un tipo duro y uno de los agentes de la ley más severos sentía autentica pasión por los helados. Puede que Earp no fuera un gran bebedor de alcohol (de hecho se sostiene que jamás lo probó) pero era incapaz de resistirse a un buen helado. Earp, cada tarde en Tombstone, se pasaba por la heladería para tomarse una bola.

Sus últimas palabras fueron enigmáticas. Según su esposa aquel entonces (Josephine Sarah Marcus), las últimas palabras de Wyatt, justo antes de su muerte en enero de 1929 fueron: “Supongamos, supongamos que …”. Desde entonces su propia mujer, amigos, historiadores y biógrafos han hecho conjeturas de lo que iba a decir para completar su ultima frase antes de fallecer.

El famoso tiroteo de O.K. Corral se saldo con la muerte de  dos de los hermanos de McLaury y uno de los Clanton. Tras el juicio posterior al enfrentamiento los McLaury y los Clanton dispararon por la espalda a Morgan Earp y dejaron lisiado a Virgil Earp. Wyatt acompañado de Doc Holliday persiguió a los responsables y termino acabando con ellos en una redada.

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