Revista Comunicación

La historia esta

Por Jalonso

Llego tarde a casa. Enciendo el televisor clavado en el canal público chileno.

La gente llora. La gente pide agua para los niños.

Los animales de un circo, esos cuatro leones bravos, siguen chapoteando en el barro arenoso de la playa extendida como plastilina por el tsunami que se tragó todo a su paso.

Esta noche, el Ejército patrulla Concepción para impedir nuevos saqueos de supermercados y se decretó el toque de queda  que rige hasta las nueve de la mañana.

La presidenta Bachelet explicó los alcances del desastre y cómo se encarará la reconstrucción de un país que vive una transición democrática poco común por el desastre natural encima de los hombros.

Aparecen los videos de cuando la Tierra se movió en su eje. Esos 8, 8 grados de la escala de Richter que quitaron la vida a 711 personas o más.

El supermercado Líder fue saqueado.

El cronista habla de “hordas de personas en búsqueda de pertrechos”.

-¿Esto es robo, esto es caos, esto es necesidad? – Pregunta el cronista de tono castizo, inquieto y ya descontrolado.

-Vemos una estampida robando aparatos electrónicos, en lo que es un estado de precariedad-.

“Yo no llevo nada, porque si es un regalo, sí, pero robar, no señor”. Dice la mujer que llora.

Otra mujer que llora con el luto y la ventaja de no quebrarse a sí misma pese al terremoto que arrasó con barcos pesqueros, casas, edificios y familias.

Esa mujer no se traicionó a sí misma. Y eso vale. Uy si vale…

Yo estoy acá, en Buenos Aires, escribiendo palabras mientras la muerte avanza por aquella latitud.

Mi hermano el jesuita, me dijo por el chat: “Estoy seguro en este edificio antisísmico pero la situación es compleja en los barrios más empobrecidos, y eso es angustiante por la enorme necesidad que está padeciendo las gente , y  no damos abasto para llevarles ayuda”.

Lo peor también despierta la nobleza del hombre. Del hombre lobo que mastica vida en sus pesadillas de poder.

El mundo está viviendo una tragedia. Una locura criminal que desató la furia de la naturaleza. Nadie puede anticipar un sismo. Ni siquiera el mejor científico lo lograría. Claro que se podría cambiar la vida misma en el mundo si de verdad queremos ser mejores.

Pero este mundo es atroz. Y no cambiará con el programa “Levantemos Chile”.

Mañana Hillary Clinton llega a Sudamérica.

¿Así nos conocen ellos, verdad, en las películas nos llaman de esa forma a todos los del Sur del Río Grande?

Para aquellos que están buscando a sus familiares, ingresen a esta página:http://chilepersonfinder.appspot.com/

Pienso que el 27 de febrero de 2010 quedará en mi retina hasta que el Tata Dios me llame para devolver la vida esta.

El País

BBC

La Tercera



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