La Iglesia se sacrifica por nosotros

Esta institución que se pasa, humildemente, veinticinco horas al día trabajando para y por nosotros, ha echado cuentas --ya saben que es infalible-- y resulta que nos está regalando cada año 30.000 euros. ¿Alguien da más? Imaginemos esta crisis con 30.000 euros menos y, si no fuera por ellos, esto sería Biafra.

Por eso, hay que dar gracias a esta organización que se desvela constantemente por nosotros, que trabaja de forma altruista, que no hace sino mirar por nuestro bien. Una institución que, como suele ocurrir con las instituciones “ejemplares”, despierta envidias y enemigos.

Bueno, pues a pesar de todo lo que hace esta Iglesia, hay gente “desagradecida” que dice:

• Que es una multinacional que extiende sus tentáculos desde su centro, el Vaticano, cuyo producto es su ideología y su objetivo obtener beneficios.
• Que participa directamente en actividades económicas. Por ejemplo, invierte en bolsa y tiene participación en empresas  financieras.
• Que forma parte de Consejos de Administración de empresas de varios tipos.
• Que ha sido acusada en múltiples ocasiones de blanquear dinero.
• Que dispone de medios de comunicación y editoriales propias para transmitir su ideología, en contra en muchas ocasiones del gobierno.
• Que participa en la Educación con el fin de transmitir su ideología, lo mismo que hace en Centros asistenciales, subvencionados por el Estado.
• Que recibieron el año pasado más de 7.000 millones de euros de dinero público, vía Ayuntamientos, CC.AA y Estado central.
• Que disfrutan de enormes exenciones en el pago de impuestos.
• Que su fin es el enriquecimiento y la transmisión de su ideario.
• Que utiliza parte de ese dinero público para manifestarse contra el Estado, mordiendo la mano que le da de comer.
• Que trata de controlar la vida y la muerte. De ahí su interés por el control de la natalidad, y su oposición al matrimonio homosexual y al uso de células madre.
• Que es un ente misógino, discriminando claramente a la mujer, a la que le tiene reservado un lugar muy secundario.
• Que ha tirado la primera piedra, y la segunda, y la… en cuestiones tan escabrosas, criminales y asquerosas como la pederastia.
• Que con esta noticia pretenden recuperar credibilidad, y con ese victimismo, hacer que haya más gente que ponga la cruz en la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta de este año.
• Que además sobre lo que realiza con dinero público, no hay control ninguno, y nadie les pide cuentas.
• Que…

Yo, que no se me ocurre pensar todo lo anterior, ¡válgame el cielo!, pediría a la Iglesia y al Estado que hicieran la prueba y si hay que pagarles 30.000 euros, se los pagamos. Todo menos que estos pobrecillos pierdan dinero. Para lo cual creo que tiene que:

1. Romperse los acuerdos con la Santa Sede y el Concordato.
2. Pagarles los servicios que ofrezcan al Estado, en competencia e igualdad con otros proveedores que haya en el mercado.
3. No pagarse ningún servicio religioso ni profesores de religión, por ser incompatibles con un estado laico.
4. Desarrollar su labor educativa pagada por sus seguidores y no por el Estado.
5. Pagarse de sus ingresos, todos sus gastos incluidos los de personal.
6. Recibir subvenciones por sus servicios en las mismas condiciones que otras asociaciones y ONG, de acuerdo a programas de actuación.

Si cumpliéndose lo anterior hay que pagarles más, se les paga.

Por cierto que nos espera un “pequeño gasto extra” para 2011, en plena época de crisis. Y es que el Papa ha decidido venir a vernos. La broma rondará la “pequeña” cantidad de 50 millones, de los que 25 los pagará el Estado, a cambio de que Monseñor Rouco y sus muchachos atenúen las críticas hacia el gobierno. ¡Menudo cambalache!

Además, ya ha dado resultados la última visita de Zapatero al Vaticano. La ley de libertad religiosa –ley muy discutible desde el punto de vista laico— retrasa su tramitación (ya veremos si se lleva a cabo) porque así se lo ha pedido Benedicto XVI a su Santidad ZP. ¡Viva el estado laico!

Salud y República