La ignorancia como garantía de empleo

Alucinante, que al final se acabe por descubrir que no sólo 100 de los 700 empleados del Tribunal de Cuentas español, órgano ya existente en la dictadura y de demostrada ineficacia desde que se creó, sean familiares directos de los altos cargos del organismo enchufados en el mismo. Cierto es que todos ellos han obtenido presuntamente sus plazas por presunta oposición tras superar duras pruebas en las que otros han suspendido, la cúpula de tan insigne institución dedicada a revisar las cuentas de todas las administraciones e instituciones públicas españolas dice que sin duda se debe a la "vocación familiar", lo cual exige que a todos ellos se las haga inmediatamente la prueba de ADN a fin de verificar que los que les dieron los apellidos son los que los engendraron, porque de no ser así sería un manifiesto fraude que el presunto hijo del alto cargo haya heredado sus genes para ser empleado vitalicio del estado si su padre biológico fue el jardinero.
Remata la surrealista noticia otra nueva, de los 60 técnicos informáticos del organismo la inmensa mayoría no son ni técnicos ni informáticos, entraron alegando saber algo de MSDOS, Windows o uso de programas de oficina aunque nunca debieron demostrarlo entre otras cosas porque no tienen más estudios que la enseñanza más básica. También están en sus plazas vitalicias por duro examen de oposición que otros no pudieron superar. No es creíble, y seguro que entraron igual que los otros, por vocación genética, es decir porque alguien los enchufó porque le salió de los huevos.
Piensa uno entonces si no será igual en todo lo que está por debajo del máximo organismo fiscalizador del estado, ministerios, administraciones autonómicas, provinciales y municipales de toda España, que es lo que parece más probable. Y entonces surge la duda, cuánto personal vitalicio e indespedible carece de cualificación alguna y ha entrado con trampa, ¿todos o sólo el 99,99%?. Y no olvidemos la galaxia compuesta por las 4.000 empresas públicas dependientes de las administraciones españolas, porque si tienen ese nivel donde los que han entrado lo han hecho tras superar unas duras pruebas selectivas, donde no se hacen tales se puede uno imaginar el nivel que hay.
En resumen, es posible que para todos esos puestos cubiertos por personal vitalicio sin cualificación alguno haya mucho más personal con mucha más de la requerida que estén en el paro, incluyendo muchos que han perdido todo derecho a prestación alguna. Nos gustaría saber la cifra exacta de empleos públicos de puestos informáticos que se han cubierto recurriendo a los millones de desempleados que demandan empleo hasta que pierden todo derecho a percibir nada y pasan a pedir limosna en los bancos de alimentos o las organizaciones de caridad, o a escarbar en los cubos de basura. Seguro que ninguno. Lo más divertido es que a ese personal sin formación informática alguna no experiencia no se le puede despedir y a los que la tienen no se les puede contratar porque los unos son vitalicios y los otros se ha decretado que sean excluídos sociales por decisión de los que no saben hacer la O con un canuto se les encargó hacer un sistema operativo, no lo han hecho como es lógico porque ignoran qué coño es eso. España no funciona y es evidente el motivo. Los españoles necesitan ser rescatados de los ignorantes.