La importancia de la genética

Es curioso como no en mucho tiempo, todo el mundo conoce la importancia de la genética. Y asumimos que la genética es la responsable de todo lo que hacemos o lo que nos pasa. “Vaya el vecino es un asesino múltiple. Si es la genética.” Pero, que hay de cierto en estas afirmaciones. De verdad ¿no podemos hacer nada para cambiar nuestro futuro y el de nuestros pequeños? Yo no lo creo. Somos personas conscientes y capaces de cambiar muchas de las cosas que están predestinadas. Vamos a analizar como afecta la genética en nuestro futuro.

¿Qué es la genética?

Hace unos años, pocos eran los que conocían y tenían esta idea en la cabeza. Los investigadores han demostrado que todos estamos creados por genes. Y los cuales se trasmiten de generación en generación. Y estos afectan más en algunos factores más que en otros.

Lo que quiere decir que en el tema que nos ocupa hoy. Los genes serían los que marcan las cualidades, el aspecto, el carácter, personalidad de la persona. Incluso las futuras enfermedades que vamos a padecer. Cada vez es más habitual que escuchemos que todo está influenciado por la genética. Aunque yo tengo alguna duda. (No en la genética en si) Si no la capacidad que tenemos para modificar nuestro futuro. De hecho en la guardería, he visto cientos de veces, cambios de comportamiento y carácter en niños muy pequeños. Lo que me hace pensar, que no creo que esos niños tengan los dos genes y vayan cambiando con el tiempo. Simplemente hay algo que hace que nos controlemos y que modifiquemos a lo que se nos supone predispuestos.

El ambiente en los bebés

Con todo mi respeto hacia la genética. Creo que con el descubrimiento de la misma, se le está quitando mucha importancia al ambiente en que vivimos y como puede influir en el futuro de nuestro bebé o niño. Por suerte la ciencia sigue avanzando a pasos agigantados. Y cada vez es más fácil aislar los genes concretos que los investigadores consideran responsables de cada uno de los “males” del mundo. Así como el gen violento, el que hace que seamos hiper-activos, de enfermedades concretas… Cuanta más información tengamos, más fácil será que solucionemos los problemas futuros de nuestros niños.

Los fracasos en el mundo.

Todos sabemos que hay grupos de personas que suelen tener muchos más problemas que los demás. Así por ejemplo, si nos vamos a los ghettos de Estados Unidos. Veremos como se repite un patrón entre unos y otros por muy lejos que estén entre ellos. Algo que en muchas ocasiones hemos oído que no hay nada que hacer. Son ellos mismos los que crean los ghettos y aunque los cambiemos de barrio o de familia, lo que van a hacer es estropear el nuevo entorno. En España todos conocemos la anécdota de cuando les dieron unos pisos a unas familias gitanas y se fueron a vivir con el burro, las gallinas…

Pero ya hace unos años que se empezó a investigar sobre esto y como afecta el entorno. En EEUU. Se realizo una investigación, en la que se crearon en 15 barrios muy malos un centro educativo con métodos innovadores, de integración, con profesorado muy involucrado y con

un buen presupuesto para dar todas las posibilidades. Esto comenzó en el 1992. Y el resultado ha sido espectacular. De hecho, actualmente en tan solo 22 años. Los barrios han pasado de ser barrios marginales a convertirse en barrios de clase media. Un experimento muy interesante.

Lo que nos hace plantearnos la gran pregunta. ¿Que pesa más la genética o la educación? Para mi no hay duda, la genética es algo que tenemos. Pero nuestro carácter de reflexión humana, puede conseguir que cambiemos a lo que tendemos.

Otro ejemplo, es que en EEUU. Más de un 90% de los peores criminales que están en las cárceles. Curiosamente han pasado por momentos muy traumáticos cuando eran niños. Con abusos de absolutamente todo tipo.

Es cierto que todos tendemos a algo. Pero en las manos de nuestro entorno está el cambio. Así lo vemos por ejemplo, como en las tribus aisladas. Las prioridades y los comportamientos son muy similares. A pesar de poseer en muchos casos los mismos genes “malos” que tenemos en el mundo “civilizado” (si lo podemos llamar así, ya que el odio y las guerras son la base del mundo que conocemos como civilizado).

¿Y el cerebro que tiene que decir?

Es curioso, he dedicado mucho tiempo, intentando entender como los bebés desarrollan el lenguaje. Para poder conseguir que los niños más pequeños sean capaces de aprender inglés de una forma lo más natural posible. Y lo que más me sorprendió cuando empece, fue las conexiones cerebrales. Como nuestra cabeza viene con una serie de programas instalados (instintos) y como dejamos el resto para que se siga formando después de haber nacido, en función de lo que tengamos a nuestro alrededor. De hecho, el cerebro no cuenta ni con un 10% de las conexiones cerebrales realizadas cuando nacemos.

Será el entorno en responsable de unir el cerebro en función de lo que nos rodee. Así por ejemplo, el mero hecho de dejar al bebé llorar durante más tiempo. Será una forma de crear algunas conexiones. Si no vamos cuando llora. El niño interpretará que no importa a nadie. Y se prepara para un mundo en el que su independencia debe ser fortalecida. Así como su individualismo además de otro gran número de información que sacará. Serán muchas las experiencias que vivirá y serán los primeros 4 años sobre todo los que marcarán la interpretación del mundo que haga el bebé o niño. Si vamos corriendo cada vez que llora, el niño se sentirá muy protegido y se desarrollará de otra forma. Independientemente de la herencia genética que tenga.

Aunque si que hay muchas cosas de la genética que pueden ser el futuro destino. Así por ejemplo, las enfermedades hereditarias. Y otra cosa que me llama mucho la atención, las adicciones. Aunque eso es un tema diferente que veremos más adelante.

De momento sabiendo eso. Solo queremos que intentes hacer de este mundo un sitio mejor. Y te invitamos a que eduques a tu niño en el valor de la empatía y la moral. Ya que en un futuro podría cambiar el mundo. Y por supuesto, nunca des por perdido a un niño. Si de verdad lo intentamos seguro que podemos ayudarle a modificar y mejorar su comportamiento. La mayoría de los comportamientos de los niños son aprendidos. Y al igual que lo han aprendido lo pueden desaprender.