Revista Salud y Bienestar

La importancia del padre

Por Yoisasi

LA IMPORTANCIA DEL PADRE

4 agosto, 2013 Yo Isasi Nutrición y Salud Infantil, Sin categoría

Me gustaría poder hablar de la importancia de la Familia, en mayúsculas, pero, en mi caso particular, no va a ser posible.
Muchos venimos de familias rotas lo que nos ha llevado a que en nuestra vida adulta tengamos miedos, inseguridades y demás emociones negativas y nada provechosas llevándonos, a su vez, a relaciones insanas en todos los sentidos donde el Amor, en mayúsculas, el amor incondicional, no aparece en ningún momento.

Somos muchas las madres que vivimos diariamente a solas con nuestros ‘cachorros’ sin esperar nada a cambio y las que apechugamos; son muchas que viven con rabia por no tener ayuda masculina tanto física como material; son muchas las desesperadas por ser abandonadas por su ‘macho’ en el primer mes de embarazo; son muchas con rencor y odio por lo mal que fueron tratadas por sus respectivos y lo mal que ellas los trataron; y así muchas más con diferentes vivencias y emociones pero con la misma raíz: ausencia del Padre.

Después del parto de mi hija, sucedieron acontecimientos que hicieron que el odio, el rencor y el dolor llegaran a mi vida. He pasado un año bastante dolorida tanto física (artritis) como emocionalmente pero, gracias a mi hija, he podido trabajar mi parte oscura para llegar hasta el fondo, para sacar toda la porquería y para encontrar el amor, el verdadero amor (no me refiero al amor de hombre y mujer) dando un gran paso en mi vida al aparecer algo muy importante en mi vida: el Perdón. Perdón hacia mi misma y perdón al padre de mi hija. Tan sencillo como coincidir en la calle (no creo en las coincidencias) y en vez de huir, acercarme a él y empezar a hablar de forma fluida y sin sentimientos negativos. Fue emotivo, fue liberador y después de decirnos que lo sentíamos mucho, hubo un enorme abrazo que cerró una fase de mi vida: el Pasado. Curioso, todo empieza por ‘p’: Padre, Perdón y Pasado.
Si, pensaba que no llegaría nunca, creía que sería imposible poder superar tanto dolor, que sería imposible perdonar pero me alegro de estar equivocada y poder sentirme ahora libre, sin cargas, sin resentimientos, sin rencores y sin culpa…Ahora es paz la que siento y trasmito.
‘Cuando uno perdona y libera, no sólo se quita de encima una enorme y pesada carga sino que además abre la puerta hacia el amor a sí mismo’.

De todo se aprende y, sobre todo, se aprende de relaciones rotas. No espero que el padre de mi hija vuelva a ser mi mejor amigo pero siento, por parte de los dos, que hemos avanzado en todos los aspectos por el bien de nuestra hija. Somos más cariñosos, hay más sonrisas, estamos más abiertos, queremos lo mejor para ella y eso repercute también en nosotros como seres humanos.
Quiero y deseo que tenga un padre tanto de carne y hueso como emocional, considero que es muy importante. Yo no lo tuve, y es difícil para una madre hacer los dos papeles, cosa que por mucho que nos empeñemos y por mucho que queramos ser unas Superwomen, es imposible. Es importante aceptar que sólo podemos darle nuestro lado femenino, nuestro lado materno y eso no significa que tenga que ser sólo una parte delicada o de color de rosa.
Vengo de familia divorciada. Tenía 12 años cuando mis padres se separaron y mi hermana sólo 6, creo que ella se llevó la peor parte.
Mi primer gran desamor fue cuando mi padre se marchó de casa. Mientras discutía con mi madre en el salón, yo hacía las maletas y le dije que me marchaba con él, a lo que me contestó que era imposible. En ese momento, el mundo se cayó en mis pies, me sentí abandonada, abandonada por el amor de mi vida, por el hombre que me había enseñado a superarme tanto en un examen como en un partido de basquet, abandonada por la persona que confiaba plenamente en mi y me decía que era la mejor y que podría conseguir todo lo que deseara de verdad. Sí, así es cómo lo vive una niña y así es cómo, por esas circunstancias, en su adolescencia y juventud no confió en el amor, no confió en las relaciones de pareja y creyó que nunca sería amada y respetada. Mi caso, es uno de tantos, hay casos mucho peores. Es importante, que si va a haber separación, haya una charla con los niños ya que también forman parte de la familia y se les comunique que ellos no son los culpables de la separación, que no han hecho nada malo.
‘Como madre o padre, ámate cuanto te sea posible mientras tienes experiencia que te provocan temor y rabia, porque el niño se contagiará de tus sentimientos. Si estás pasando por un período de confusión, trastorno y dolor, el niño lo captará. Explícales a tus hijos que ‘tus cosas’ no tienen nada que ver con ellos ni con lo que ellos valen. No permitas que se hagan la idea de que cualquier cosa que pasa es por su culpa, porque eso es lo que suelen creer muchos niños.’

Simplemente lo cuento para darnos cuenta de la importancia de la figura paterna en la infancia, en los más pequeños, ya sean niños o niñas. El Padre suele ser el que nos crea nuestra parte masculina, donde la seguridad, la confianza y la fuerza son una de las muchas cualidades que luego, en la edad adulta, nos hacen poder llevar una vida sana y realizada en todos los sentidos.
Si ha habido abandono paterno, lo mejor que podemos hacer es recurrir a la terapia ya que necesitamos ayuda emocional profesional y familiar. Y yo lo hice desde los 16 años. Recuerdo cuando conocí a Bernardo, terapeuta de PNL (Programación Neurolingüística: ‘Se ocupa de la influencia que el lengua tiene sobre nuestra programación mental y demás funciones de nuestro sistema nervioso (…) Proceso mental, mediante el cual utilizamos los sentidos con los cuales percibimos el mundo, con los cuales podemos codificar información de nuestro comportamiento’.). Por aquel entonces era todo muy desconocido pero a mi me encantaban sus sesiones. La mujer que más me ha ayudado a centrarme, a conocerme tanto de negro como de rosa, a aceptarme y a quererme, es Montse Royo, una gran Mujer donde las haya. Estoy muy agradecida por todo lo que me ha enseñado de la vida y de mi misma. No es una terapia donde sueltas el rollo y el terapeuta va asintiendo con la cabeza y luego te da unas palmaditas en la espalda al salir de la consulta. Es una terapia donde te pone en contacto con la parte subterránea, donde rebusca, urga y saca todos los trapos sucios para que, por narices, los veas y tomes responsabilidad de tus asuntos oscuros, y te pone en acción para poder arreglar la papeleta.
Pasé muchos años enfadada con mi padre por ese supuesto abandono ya que él se marchó de casa pero se suponía que no se marchaba de mi vida pero mi rencor, mi no querer perdonar hizo alejarlo todavía más de mi vida.

‘Te puedes pasar toda la vida culpando a tus padres y al entorno, pero lo único que conseguirás con eso es mantenerte estancado en hábitos de víctima. Jamás te servirá para conseguir el bien que dices desear. Necesitamos liberar todos los sentimientos reprimidos que acumulamos contra nuestros padres, y luego necesitamos perdonarles por no ser las personas que deseábamos que fueran. Siempre queremos que los demás sean como nosotros, sin embargo no hay duda de que todos somos diferentes. Es preciso que demos esa libertad a los demás.’

Después de más de dos décadas, caí en lo mismo, repetí la misma película. Por fin, con madurez y responsabilidad perdono al padre de mi hija, al  que en su momento fue mi amor, para que haya paz tanto en mi corazón como en el suyo y, de rebote, para que mi hija tenga tanto su parte masculina como femenina y crezca siendo un ser humano entero y no partido ni magullado ni herido. Y por supuesto, me perdono a mi misma por no haber sabido llevar los acontecimientos desde otro espacio más sano.
‘Cuando los padres están dispuestos a amarse a sí mismos, es asombroso ver la armonía que se consigue en la familia. Los hijos responden con un nuevo sentido de autoestima y comienzan a valorarse y a respetarse.’

Cómo nos cuesta perdonar, y con todo lo acontecido he caído en la cuenta que por parte paterna tengo muchos familiares que llevan años sin hablarse por simples malos entendidos que, con el tiempo, se han convertido en ira, rencor y castigo. Así que he tomado la determinación, después de un año de tormento emocional, que no voy a continuar con la herencia paterna, que no, que se acabó, que corto lazos ancestrales (por llamarlos de alguna manera) y sigo para adelante.
‘Cuando no queremos perdonar, cuando no queremos liberar y olvidar, lo que hacemos es atarnos al pasado. La vieja basura del pasado sólo crea más basura para el futuro.’
Según el doctor John Harrison: ‘Perdonarse a uno mismo y perdonar a los padres, en combinación con la liberación de pasadas heridas, cura más enfermedades de lo que jamás podrían curar los antibióticos.’ Doy fe de ello.
No sabéis lo gratificante que es cuando puedes abrazar a la persona con la que hubo un conflicto. Ese abrazo hace que desaparezca por fin, acompañado de sollozos y lágrimas, todo dolor, toda ira, todo rencor y toda culpa.
Con la comprensión viene el perdón y con el perdón viene el amor.’

‘Ya es hora de crecer (…) Seguir llamándoles papá y mamá cuando ya tienes 40 años te mantiene estancado en tu papel de hijo pequeño. En lugar de continuar siendo padre/madre e hijo/hija, empezad a trataros como dos adultos.’

Todas las citas son recogidas de ‘El Poder está Dentro de Ti’ de Louis Hay. Un libro que tengo desde el año 1993 y que sigue igual de actual que por aquel entonces. Es increíble, 20 años después y sigo descubriendo y aprendiendo como el primer día que me lo compré.
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com


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