La monumental obra es única en su tipo.
Las bicicletas son la forma de transporte habitual de muchos habitantes de los Países Bajos, por eso el gobierno de ese país no escatimó esfuerzos para contruir lo que ya se ha convertido en un símbolo de la ciudad holandesa de Eindhoven.
El puente tiene en su centro una torre de 72 metros de altura unida con 24 cables de acero a la cubierta, también de acero.
El Hovenring, como se conoce a la estructura, hace los desplazamientos diarios de miles de peatones y ciclistas mucho más cómodos y seguros.
En este vídeo se puede ver una presentación del proyecto y la glorieta en funcionamiento.
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