Revista Economía

La inteligencia artificial y el realismo mágico

Publicado el 16 diciembre 2020 por Ignacio G.r. Gavilán @igrgavilan
La inteligencia artificial y el realismo mágico

Realismo mágico: Movimiento literario hispanoamericano surgido a mediados del siglo XX que se caracteriza por la inclusión de elementos fantásticos en la narración, con lo que se pretende profundizar en la realidad a través de lo mágico que hay en ella.

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Diríase que, en ocasiones, más ocasiones de las convenientes y casi razonables, el relato que se hace de la inteligencia artificial y la robótica tiene un algo de realismo mágico, una mezcla casi indistinguible de elementos reales y fantásticos pero narrados como si fuesen ciertos, tangibles, realidad pura y dura.

Abunda, por desgracia, el discurso que, intencionadamente o no, ignora la realidad de la inteligencia artificial y la robótica para comunicarla como una suerte de narración fantástica, ciencia-ficción o realismo mágico, bañada con frecuencia en distopía.

Nada tienen de malo la fantasía, la ciencia-ficción y mucho menos el realismo mágico. Por el realismo mágico han transitado  autores tan reputados como Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Gunter Grass o Haruki Murakami, por mencionar algunos, incluso no hispanoamericanos. Y en el realismo mágico parecen encuadrarse algunas de las obras de mi adorado paisano Alejandro Casona.

Amo la literatura casi tanto como la tecnología y la inteligencia artificial.

Pero cada una tiene su momento.

Si estás en una empresa, haciendo un plan de transformación digital, o de robotización, o de cualquier otra suerte de aplicación de tecnología cognitiva, por favor, estúdiala bien, sé consciente de sus posibilidades reales y actuales, de sus beneficios y sus riesgos, de sus costes y su eficiencia, y decide racional e informadamente en consecuencia. Hablamos de negocio. No es el momento de la ciencia-ficción, la fantasía ni la magia. Es el momento del conocimiento, el análisis y el rigor.

Si eres un jurista o legislador, si te preocupan, por ejemplo, la privacidad de los datos, o la explicabilidad de los algoritmos, o si te traen de cabeza las posibles consecuencias en el empleo de la automatización o si, tal vez, eres de los que estudian la eventual fiscalidad sobre robots, por favor, preocúpate, antes de legislar nada, de entender en profundidad la naturaleza de aquello que legislas. Entiende con claridad y profundidad  el objeto de tu posible norma. Hablamos de leyes. No es el momento de la ciencia-ficción, la fantasía ni la magia. Es el momento del conocimiento, el análisis y el rigor.

Si eres, quizá, un filósofo, o antropólogo o tienes un carácter humanista de alguna manera y te preocupan los aspectos éticos de la inteligencia artificial, por favor, antes de juzgar y lanzar teorías, antes de 'filosofar' o debatir 'en vacío', preocúpate de entender el fenómeno sobre el que debates, sobre su verdadera naturaleza, su verdadero alcance y sus verdaderas implicaciones. No moralices sobre leyendas.  Hablamos de ética y moral. No es el momento de la ciencia-ficción, la fantasía ni la magia. Es el momento del conocimiento, el análisis y el rigor.

Y no pienses, ni por un momento, que resultan aburridos el conocimiento, el análisis y el rigor. Es interesante, motivador y casi inspirador el análisis profundo, el alcanzar conclusiones y certezas y el aplicarlas en la práctica para conseguir mejores resultados de negocio, mejores leyes o saludables recomendaciones éticas. Créeme, anida en todas esas actividades, no sólo dignidad y utilidad, sino también alegría, armonía e incluso belleza.

Pero si, simplemente, eres humano, y si ahora estás tal vez en tu casa, quizá de vacaciones o de fin de semana, o si estás a punto de echarte una siesta o quizá de irte a la cama tras un largo y duro día de trabajo... ahora sí, ahora es el momento de dejarse ir y permitir volar a la imaginación, ahora puede ser un excelente momento para la ciencia ficción, para la fantasía y para el realismo mágico. Relájate y disfruta.

¿Te recomiendo algo?

Lee, por ejemplo, el relato 'La máquina que ganó la guerra' de Isaac Asimov. Pocas veces habrás visto una ciencia-ficción más realista. O, mejor incluso, sumérgete en el teatro de Alejandro Casona. Lee 'La dama del alba' y verás lo que es el realismo mágico y entenderás, quizá, por qué todas las noches de San Juan, tuiteo la frase 'Esta noche todos los ríos del mundo llevan una gota del Jordán' y te garantizo, sobre todo, que encontraras belleza, una enorme belleza.


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