A nadie debería sorprenderle la aparición del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en el programa de televisión de Televisa, “Hoy”, dirigido a las amas de casa, y con un formato de revista: relajado, humorístico, con presentadores que discuten acerca de los últimos capítulos de las telenovelas y presentan videos graciosos, entre otras cosas.
Me pareció muy interesante (y desafortunada) la aparición de Enrique Peña Nieto en dicho programa. Interesante por buscar llegar al público de las amas de casa, en esta búsqueda de legitimación de las reformas recién aprobadas (y donde elequipo de comunicación de Presidencia no quiere dejar ningún hueco), pero desafortunado porque el estilo del programa y de sus conductores Andrea Legarreta y Raúl Araiza no se vio reflejado en la entrevista que le hicieron al presidente, mas bien de corte formal (y que en realidad fue un simple monólogo).
Además, el lenguaje de Peña Nieto no varió con respecto a los spots y al discurso oficial. Se usaron los mismos tecnicismos, se recitó el mismo discurso serio, que al parecer busca “marear” a los ciudadanos para que no entiendan mas que ciertas palabras claves, como las áreas que -promete el Gobierno Federal- crecerán.
Ya ni hablar de la forma en que Andrea Legarreta cierra la entrevista, donde se refleja precisamente que el programa Hoy y los temas que tocan sus presentadores, no tienen nada que ver con los aspectos técnicos y políticos de los que habló Peña Nieto.
Evidentemente era el mismo Presidente quien debía aparecer en pantalla (recordar la importancia del voto de la mujer y el apoyo de este sector en su campaña), pero con un lenguaje muy distinto, menos formal, y en una entrevista menos fría.
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