Revista América Latina

La isla de las sombras largas

Publicado el 10 noviembre 2014 por Ángel Santiesteban Prats @AngelSantiesteb

La Sección 21, como se conoce a ese Departamento de la Seguridad del Estado, se dedica a velar al movimiento político de la oposición en el archipiélago cubano. Son los dueños omnipotentes de los destinos de los que piden democracia y libertad.

momento en que se llevan detenido a Angel Santiesteban desde la sección 21 8 noviembre 2012
Captura de pantalla

agente camilo amenaza a Santiesteban
En mi caso, fue el oficial Camilo, aquel mismo que el 8 de noviembre de 2012, después de la golpiza en plena vía pública, me anunció que me encarcelarían por cinco años. Tres meses después, entraba yo a prisión, condenado en un juicio amañado, donde no se mostró ni un ápice de prueba en mi contra, salvo aquel chiste de la Teniente Coronel grafóloga, que ofició como algo parecido a una pitonisa y dijo que “por la altura e inclinación de mi letra”, era culpable. De nada valieron los cinco testigos que presenté y que corroboraban mi declaración, porque ante los designios de la policía política ni la justicia es un impedimento.

Una vez que entré a prisión, son los oficiales de la Seguridad del Estado quienes han manipulado mi estancia. Los oficiales de prisión siempre me han hecho saber que “están para ocuparse de mantenerme enclaustrado”, pero no tienen derecho sobre mi persona. Si me enfermo, si autorizan o no el pase correspondiente cada sesenta días a todos los que están sancionados a menos de cinco años, traslados, medidas disciplinarias, o por cualquier otro motivo, deben llamar a la Sección 21 y allí le dicen qué hacer conmigo. Por supuesto, fueron ellos en esa Sección 21 quienes autorizaron el traslado de la prisión de Valle Grande al Campamento La Lima, como corresponde a mi sanción (no debo estar en prisión); de allí hacia la prisión 1580 (en una nueva violación de mis derechos); luego, al asentamiento de Lawton, y ahora, a la Unidad de Guardafronteras donde me encuentro.

Cada paso, según los oficiales de prisiones, deben consultarlo con los oficiales de la Sección 21. La revisión de mi causa, entregada en el Ministerio de Justicia el 4 de julio de 2013, ellos la han retenido por más de un año, porque –si aplicaran la justicia– deberían dejarme en libertad inmediatamente, como lo pide mi abogada, dada mi inocencia comprobada. Por lo contrario, acumulan un extenso listado de flagrantes violaciones que, como dijo mi abogado defensor en aquel entonces, después del juicio, “me dejaron en la más completa indefensión”.

He dicho con anterioridad que los asesinos, traficantes de drogas, pederastas… — entre otros que han cometido graves delitos–, son tratados con total condescendencia en contraposición a la postura hacia mi persona, pues me tratan bajo las más estrictas de sus leyes. Ahora me tienen enclaustrado dentro de una Unidad de Tropas Guardafronteras, exactamente en un apartamento pequeño de dos habitaciones y baño. Todo enrejado y con un guardia en la puerta que se dedica a escribir en un libro la hora en que me levanto, si hago ejercicios o escribo. Además, el pequeño apartamento adaptado en celda, tiene un patio que, en mi honor, ha sido enrejado hasta en el techo apenas horas antes de que decidieran trasladarme a este lugar.

No obstante, a pesar de cada sufrimiento que causan sus impedimentos, me siento orgulloso de ser tratado así, y ni la peor de sus medidas me hará cejar en mi lucha por un país más justo, en el que la expresión contraria a la política trazada por el poder no sea una justificación para encarcelarte.

firma 3

Ángel Santiesteban-Prats

Prisión Unidad de Guardafronteras. LA Habana. Octubre de 2014.


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