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'La juguetería errante', de Edmund Crispin

Publicado el 08 enero 2012 por Carm9n @Carmenyamigos
'La juguetería errante', de Edmund Crispin
Que la Editorial Impedimenta está sacando muy buenos títulos no es nada nuevo. Pero es que además cautivan ya con el diseño y la presentación. La portada de La juguetería errante es preciosa, claro que no lo son menos las de La librería, Para leer al anochecer, Las señoritas de escasos medios y Picnic en Hanging Rock, libros de esta editorial que tengo en casa pendientes de reseña.
La juguetería errante, con la que me puse nada más llegar a mis manos sin respetar la lista de libros pendientes (no me pude resistir), es la primera novela que leo del británico Edmund Crispin, seudónimo de Bruce Montgomery. Además de informarnos de que después de escribir varias novelas de detectives lo dejó en la década de los cincuenta para dedicarse a su labor de escribir reseñas en el Sunday Times, en la solapa del libro podemos encontrar otros datos curiosos sobre el autor...
"Cuando se le preguntaba por sus aficiones, Crispin solía decir que lo que más le gustaba en el mundo era nadar, fumar, leer a Shakespeare, escuchar óperas de Wagner y Strauss, vaguear y mirar a los gatos. Por el contrario, sentía gran antipatía por los perros, las películas francesas, las películas inglesas modernas, el psicoanálisis, las novelas policíacas psicológicas y realistas y el teatro contemporáneo."

'La juguetería errante', de Edmund Crispin

Edmund Crispin (1921-1978)

Y en cuanto leí esto, dejando a un lado las evidentes discrepancia de gustos, supe que su novela no me decepcionaría. Y no me equivoqué. Y es que ¿cómo no puede gustar una novela bien escrita que combina la acción, el suspense y un gran sentido del humor? 
La aventura comienza cuando el poeta Richard Cadogan, tras una pequeña discusión con su editor, decide tomarse unas vacaciones e irse a Oxford. Necesita cambiar de aires y algo de emoción y aventura en su vida. Nada más llegar a la ciudad, de noche, descubre un cadáver (mal empezamos) en una juguetería que, a la mañana siguiente, ha desaparecido. Decide pedir ayuda a Gervase Fen, amigo y profesor de Literatura Inglesa en la universidad, célebre por sus excentricidades y detective aficionado. 
A partir de ese momento participaremos con ellos en vertiginosas persecuciones por las calles de Oxford en el coche de Gervase Fen, Lilly Christine III, (vehículo que no se caracteriza precisamente por su discreción) o en algún camión, cuyo conductor puede perfectamente disertar sobre D.H. Lawrence y su obra, o por hordas de estudiantes, aleccionados por Fen y sus socios, que corren tras quien ni ellos mismos saben...  
'La juguetería errante', de Edmund Crispin
Y participaremos igualmente en interesantes conversaciones, en la mayoría de las cuales la figura de Fen destaca claramente sobre todas los demás, con diálogos muy ingeniosos y divertidos.
Como los protagonistas principales son hombres de letras, la literatura forma parte habitual de sus conversaciones. Muy simpático resulta cuando, encerrados y maniatados, se ponen a jugar a inocentes juegos como los Libros Infumables, o a Personajes de Ficción Detestables en otra ocasión. En estos frecuentes alusiones y juegos literarios sale a relucir, por cierto, la evidente antipatía por la obra de Jane Austen, opinión que, como ya imaginareis, oscurece un poco la alta consideración que esta novela me merece.  
Como ya hiciese Cervantes en la segunda parte, en El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, cuando Don Quijote se enfada al escuchar a otros en la posada leyendo el Quijote de Avellaneda, Crispin también utiliza este recurso en el que la realidad y la ficción se entremezclan y, de nuevo en situación comprometida, Fen mata el tiempo (su cabeza no puede estar en reposo) ideando nuevos títulos para las siguientes novelas de Crispin en las que él mismo será el protagonista. El resultado es una situación cómica que aligera la tensión del momento.  
Este sentido del humor de Crispin, con el que he soltado más de una carcajada, la arrolladora y pintoresca personalidad de su protagonista, Gervase Fen, y la ambientación, junto con el misterio a resolver, que atrapa desde el primer momento, y la acción, que no decae y no deja un minuto al aburrimiento, hacen de esta novela un libro encantador, divertido y muy recomendable, que no deberíais perderos.

'La juguetería errante', de Edmund Crispin

Marcapáginas 72



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