Revista Ciencia

La lengua de los íberos no era griega o helénica, según los autores antiguos, la lingüística, y el tan citado manuel gómez-moreno martínez.

Por Georgeosdiazmontexano @GeorgeosDiaz

vía (4) LA LENGUA DE LOS ÍBEROS NO ERA GRIEGA O... - Georgeos Díaz-montexano.

LA LENGUA DE LOS ÍBEROS NO ERA GRIEGA O HELÉNICA, SEGÚN LOS AUTORES ANTIGUOS, LA LINGÜÍSTICA, Y EL TAN CITADO MANUEL GÓMEZ-MORENO MARTÍNEZ.

LA LENGUA DE LOS ÍBEROS NO ERA GRIEGA O HELÉNICA, SEGÚN LOS AUTORES ANTIGUOS, LA LINGÜÍSTICA, Y EL TAN CITADO MANUEL GÓMEZ-MORENO MARTÍNEZ.

Por Georgeos Díaz-Montexano

"Los iberos, primitivos pobladores de España, ¿quiénes eran, de dónde venían, qué conservamos suyo? Primeros tropezones de nuestra historia. De fijo nada sabemos acerca de ello; sólo un atisbo, a mi modo de ver: aquellas gentes no han dejado rastro fuera del área peninsular, que se prolonga hasta el Garona. Por allí, hacia acá, mantiénese un testimonio vivo de primitivismo: el habla vasca, cuyas características responden muy bien al tipo de nomenclatura geográfica y personal que a aquellas gentes se atribuye, y al aspecto externo de sus monumentos escritos, en un alfabeto cuya fijación aproximada creo que me corresponde [...] Nada se entiende ni cuadra a estructuras indoeuropeas; va, en cierto modo, con lo vascuence, y sobre éste se intenta ahora irlo descifrando, con menguado éxito aún [...] No se puede garantizar, por hoy, que desde Aquitania hasta la Tartéside se hablara una misma lengua, como tampoco que la vascuence deje de estar profundamente infiltrada de voces cántabras, puesto que a territorio de cántabros vino a refugiarse aquélla; pero todo induce a ver un tronco lingüístico desparramado en dialectos con caracteres de aglutinación o composición típicos. La onomástica personal de vascones e ilérgetes, revelada en el bronce de Ascoli, sirve de guía para reconocer algo de ello, y a su vez el plomo de Alcoy contiene radicales y palabras enteras repetidas en inscripciones en letra ibérica, procedentes de Liria, Sagunto, Tarragona y Mogente, que acreditan lo dicho..." (Manuel Gómez-Moreno Martínez, 1942).

Razones más que poderosas por las cuales descarté hace ya muchos años la posibilidad de que la lengua de los íberos fuera helénica o griega.

1. Cuando los principales autores griegos hablaban de las dos Iberias, la Iberia Asiática (Caucásica) y la Iberia Occidental (España y Portugal), se decía que los íberos occidentales, los de la península ibérica, procedían de los íberos asiáticos u orientales, o sea, de la Iberia Asiática o Caucásica. Solo un par de autores tardíos, y romanos, dicen lo contrario, o sea, que los íberos asiáticos serían descendientes de los íberos europeos occidentales.

2. Cuando describen a los íberos asiáticos no lo describen como pueblos griegos o de habla griega sino de lengua extranjera.

3. Cuando describen a los íberos occidentales, o sea, a los íberos de la península ibérica, exactamente lo mismo, los describen como pueblos de lengua no griega (bárbaros), o sea, de lengua extrajera.

4. De los documentos comerciales hallados en el levante peinsular y francia, escritos en griego, se menciona a testigos y comercianttes íberos, y se comprueba claramente que sus nombres no son helénicos o griegos.

5. El mismo Manuel Gómez-Moreno Martínez (REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. DISCURSOS LEIDOS EN LA RECEPCION PUBLICA DE D. MANUEL GOMEZ-MORENO MARTINEZ, EL DIA 28 DE JUNIO DE 1942), después de haber logrado determinar que el signario ibérico era un sistema mixto silábico-alfabético comprendió que la lengua de los íberos nada tenía que ver con la griega ni con cualquier otra lengua flexiva indoeuropea o afroasiática, pues su estructura -y la manera en que sonaba- era sin duda de una lengua aglutinante como la vasca (y otras lenguas de Eurasia como las Altaicas, Urálicas, Sino-Caucasianas y Finno-Ugrias). Si bien él creía que el signario tartessio tendría un origen micénico o micénico-chipriota, pero también fenicio, eso solo lo creía en cuanto al origen del sistema de escritura sudlusitana o tartessia, pero no en cuanto a la lengua íbera, de la que no tuvo duda alguna era aglutinante y sin relación con la griega. Detalle este muy importante que, sin embargo, muy interesadamente es omitido cuando se ecurre al mismo Gómez-Moreno Mártinez para sostener que la lengua de los íberos era un mero dialecto griego o helénico, o una variante de una koiné griega.

Estas referencias en cuanto a la lengua de ambos íberos, los de Asia y los de la Europa occidental, son más que consistentes con la realidad científica. La ciencia lingüística ya hace muchísimo tiempo que ha identificado las lenguas de la Iberia Caucásica en dos únicas familias: kartveliana (de la macrofamilia Sino-Caucasiana) y túrquica (de la macrofamilia Altaica). Por tanto, tal como se deduce de las antiguas fuentes primarias escritas por autores griegos y romanos, en efecto, la lengua de los íberos de la Iberia Asiática o Caucásica no era helénica o griega.

Y del mismo modo, ya hoy sabemos que también la lengua de los íberos no tiene nada que ver con las lenguas helénicas o griegas (ni siquiera con cualquier otra lengua indoeuropea), pues todo demuestra que es una lengua altamente aglutinante, rica en sufijos, y hasta con cierto grado de incorporación, rasgos estos que no existen en lenguas flexivas como las helénicas o en la micénica misma, pero que si son típicos de lenguas Kartvelianas o Caucasianas y Altaicas como las que desde tiempos muy remotos se han hablado en la Iberia Asiática, de donde precisamente vendrían los antiguos íberos de la Iberia Europea del occidente, según acreditan los autores antiguos que hablaron de este asunto.

Insisto en el dato más que revelador de que los griegos identificaran a los íberos como pueblos bárbaros, de habla no griega, agrupándolos así -como pueblos de lengua extranjera no griega- con celtas, galos, ligures y germanos, entre otros. Y nadie debería dudar de que autores griegos que vivieron en torno al siglo I, pueblo helénico que como mínimo desde el 600 AC. habían tenido colonias en Iberia (justo en territorio ibérico), que después de haber convivido con los íberos por tanto tiempo, no supieran cuál sería la verdadera naturaleza de la lengua íbera, y peor aún, que no fueran capaces de percatarse de que la lengua de los íberos, sus vecinos de las colonias griegas de la península ibérica, con los cuales convivían y comerciaban constantemente, no era más que un mero dialecto griego o una lengua helénica más como las otras del mundo griego.

Definitivamente, si los autores griegos identifican a los íberos como un pueblo extranjero de habla no griega, después de tantos años de convivencia y de conocerles más que sobradamente (mejor incluso que a otros pueblos bárbaros como celtas y germanos) es porque más allá de cualquier duda razonable posible, la lengua de los íberos no era griega o helénica.

Si la lengua íbera pudiera ser traducida "tan fácilmente" a través de cognados del Griego Clásico o de sus dialectos griegos conocidos, entonces ello significaría que la lengua íbera era igualmente una lengua griega, y por tanto, habría sido fácilmente reconocible como tal por los mismos griegos, pero no fue así. Para los griegos, los íberos pertenecían a una nación extranjera de pueblos bárbaros, de habla no griega.

No es para nada lógico asumir que durante todo ese tiempo de convivencia los griegos no fueran capaces de darse cuenta que la lengua de los íberos, sus vecinos de las colonias griegas de la península ibérica, no era más que un mero dialecto griego o una lengua helénica.

¿Alguien necesita más evidencias para desestimar por completo la inadmisible hipótesis de que el íbero, el tartessio, y hasta el mismo celtibérico eran todas lenguas griegas?

Tanto el tartessio como el celtíbero y el íbero, eran tres lenguas propias y bien diferenciadas una de la otra, y las tres eran lenguas no griegas, por tanto, lenguas que nada tenían que ver con las lenguas helénicas. El tartessio parece haber sido un indoeuropeo antiguo, pero que no es micénico ni griego, el celtibérico, a todas luces, una lengua céltica, y el íbero, una lengua aglutinante/incorporante por tanto, nada que ver con una lengua flexiva indoeuropea como la griega, y debido a su naturaleza morfo-tipológica, más cercana al vasco o al Proto-Vasco, y a las lenguas Altaicas, Urálicas y Sino-Caucasianas.


Volver a la Portada de Logo Paperblog