Revista Cultura y Ocio

La leyenda del Cid, de Agustín Sánchez Aguilar

Publicado el 28 marzo 2014 por Zeleza @AtardecBajoArbo

La leyenda del Cid, de Agustín Sánchez Aguilar
Editorial: Vicens Vives; Colección Cucaña  Páginas: 256 ISBN: 9788431609580 Precio: 13,45
Sinopsis:
Por la España tumultuosa del sigo XI, cabalga un caballero de gesto serio que despierta admiración en todas partes. Le llaman el Cid Campeador, un título sonoro que resume su ejemplar maestría en la batalla. El Cid es un héroe cargado de virtudes: astuto y mesurado, generoso en la victoria, siempre leal a los suyos y fiel a sus ideales. Desde la adolescencia, acomete un sinfín de hazañas: se enfrenta sin temor a los enemigos más poderosos, vence a fieros ejércitos de miles de soldados, conquista villas y ciudades por decenas, y planta cara al mismísimo rey para defender lo que es justo. De esa manera, deja de ser un simple caballero y se convierte en algo más: el Cid es un héroe destinado a perdurar en la memoria de todos, un mito vivo, una auténtica leyenda.
 Reseña:
Si tuviese que elegir qué libro es mi favorito de las novelas infantiles y juveniles, sin dudas me quedo con esta. ¡Una novela sobre la vida del Cid!
 ¡El Cid! ¿Quién no conoce la historia del máximo exponente de vasallo medieval español? Seguramente casi todo el mundo conoce el poema anónimo El Mío Cid, la primera obra narrativa extensa de la literatura española en lengua romance, y el único cantar épico de nuestra literatura conservado casi en su totalidad (por cierto, el manuscrito está en la Biblioteca Nacional de España).
Pero no os vengo a hablar del poema, si no de su “adaptación” a la novela. A mí me lo mandaron a leer en el instituto y me encantó –hice que mi madre me comprase la edición bilingüe castellano-castellano antiguo y me la leí en ambos idiomas-. Pero a muchísima gente de mi clase se le hizo horrendo, eterna, difícil y numerosos calificativos negativos más. Y la gente empezó a descargarse los resúmenes de páginas, en aquellos años tan famosas, como El Rincón del Vago.
¿Qué hicieron los profesores ante esto, cuando se sabía a ciencia cierta que muchos alumnos habían copiado como bellacos de la misma página? Mandar un libro que, en esencia, fuese el Cantar pero más ameno. Y de ahí conozco este libro. O mejor dicho, gracias a que se lo “obligaron” a leer a mi hermano. Decir que lo cogimos en 2009 y lo habré leído como cinco o seis veces, y no me canso.
Adaptar el cantar a la novela, a priori, no parece muy complicado, ¿no? Frase por aquí, escena inventada por acá, y listo. Pero no contento con eso, Agustín Sánchez ha escrito una novela más completa que el propio cantar, gracias a otros escritos medievales menos conocidos y escritos del Siglo de Oro.  Y de todo eso sale esta novela.
Bien, la novela empieza narrando un poco la historia de Rodrigo. Es decir, no empieza la historia con el Cid como un soldado, sino más bien como un niño. Aunque los pasos que da son agigantados. Como ya he dicho, esta novela es la unión de numerosos escritos con el Cantar original, por lo que hay muchas más situaciones que harán la lectura más amena. Por decir alguna, está el duelo contra el Conde, padre de Jimena y que mucha gente no conoce, o las afrentas a las hijas del Cid. Y para más detalles, decir que la famosa leyenda de que el Cid ganó a un ejército musulmán estando muerto no viene en el Cantar, a diferencia de lo que la gente piensa. Esto podría considerarse “spoiler”, pero cualquiera puede meterse en Wikipedia –por ejemplo- y saber qué pasa y cómo acaba. Es lo malo de la novela histórica.
Está excelentemente narrada, contada de tal manera que es imposible dejar de leerla para aquellos lectores a los que los temas de espadas, caballeros y ejércitos les guste. Las descripciones están en su justa media, las necesarias para poder imaginarse todo, pero sin que lleguen a cansar o a hacer que se pierda el hilo de la trama.
A pesar que pueda tener muchas páginas, realmente posee una letra más grande que las novelas normales, así como ilustraciones que pueden hacer más amena una escena, o ser capaz de imaginarla mejor. Yo debo decir que a mí no me ayudaron en exceso; acostumbrado a novelas de casi mil páginas, leer con dibujos no es que me agradase en exceso. Pero soy muy consciente que es un punto a favor para los jóvenes lectores que empiecen en el maravilloso mundo de la novela épica. 
Presenta un vocabulario amplio, teniendo muchas palabras de aquella época. Hay que recordar que el marco de la historia es desde el nacimiento del Cid, 1048, hasta su muerte, 1099. También mencionar que en la historia intervienen moros, por lo que algunas de sus palabras saldrán. Pero todo esto no supondrá problema alguno gracias a las notas del autor. Son de gran ayuda porque no solo viene la traducción de una palabra o su símil, sino que explica algunos hechos históricos (sin meterse en exceso) para que el lector entienda el porqué de una acción o quién es tal personaje y que hizo. Como amante de la historia, es algo que me gustó mucho.
En esta novela se tratan tema como la amistad –casi todos en los que intervengan ejércitos está presente-, la fidelidad, el honor, el amor, la traición,… A mi juicio puede transmitir al lector unos valores muy positivos, que gracias al ideal de caballero honorable -otra vez se empieza a estar de moda- pueda cambiar cosas que hace o piensa. Se pone de manifiesto en el Cid que fuerza sin cerebro no sirve de nada, y que la astucia a veces es más contundente que el filo más afilado de una espada.Y no hay que ser un gran conocedor del Cantar para saber que el tema predominante es el honor, aunque el amor juega un gran papel; primero con Jimena y las consecuencias de haber matado Rodrigo al padre de la joven, y luego con las hijas del caballero.
Así mismo, en el libro se ven milagros. Esto es muy fácil de entender: a lo que hoy se le llama suerte o física, en el siglo XI se le llamaba Dios. También comentar que es una época de leyendas y creencias, por lo que algunas escenas son inverosímiles y otras son imposibles de demostrar, pero así son las leyendas y eso es lo bonito.
Mientras se lee, el lector irá adquiriendo conocimientos históricos, así como formas de vivir y de pensar, formas de hablar e instrumentos de la época. No es solamente una novela de entretenimiento, sino que además es didáctica. Hay una frase que dice: «Toda leyenda tiene algo de histórico». En el caso del Cid son las batallas que se produjeron contra los moros en esos años.
La leyenda del Cid, de Agustín Sánchez Aguilar Monumento al Cid, Burgos (Castilla León, España)"Tenía que rescatar a don Sancho fuese como fuese, así que echó a galopar con una furia demoledora que le habría bastado para arrollar a un ejército entero. De repente, pensó en su padre, que había muerto unos meses atrás por culpa de unas fiebres. A don Diego le gustaba decirle: «Cuando tu honor esté en juego, Rodrigo, no dudes en arriesgar tu vida, porque es mejor morir con honra que vivir con vergüenza». El Cid pensó en que su padre tenía razón, y estaba decidido a salvar a su rey por más que le costase.
Y, honestamente, no soy capaz de sacarle nada malo en lo literario. Para un amante de la historia medieval y de lo épico como yo, este libro me ofrece todo lo que busco en una novela de estas características. Seguramente otra persona le sacará defectos, y me gustaría conocerlos, para ver si yo me los he saltado o no he sido capaz de verlos.
Este libro está muy bien a la hora de hacer un examen si se ha mandado para leer, gracias a que al final vienen unas cuestiones que resumen completamente el libro, dando los números de las páginas donde puede venir la información. Vamos, lo que en mi carrera se le llama un “trabajo de investigación bibliográfica”. También vienen bien si los padres quieren preguntar algo del libro a sus hijos y tienen miedo de preguntar algo muy difícil o rebuscado.
En cuanto a la edad de lectura. Esto es un tema un tanto espinoso. En la página de Casa del Libro pone que es entre 7 y 12 años, literatura infantil, pero a mi hermano se lo mandaron a leer con 14 años, y yo me lo leí por primera vez con 17. En teoría el libro es entre infantil y juvenil. Pero claro, en este caso yo siempre he sido raro: leí el primero de Harry Potter con 9 años, el primero de la saga Los Hijos de la Tierra con 13, ylos Pilares de la Tierra con 14 ó 15 años. En mi opinión, es un libro sin rango de edades; con unos 10 ú 11 años si se interesan por estos temas y están acostumbrados, adelante. Pero también es aconsejable si tienen 18 y le gusta esta temática. Por eso en el blog aparecerá tanto como literatura infantil como juvenil.
Para finalizar, es un recomendadísimo libro de literatura épica que puede transmitir unos valores a los jóvenes, además de conocer más a fondo la historia –o leyenda- del glorioso pasado de Castilla y de lo que en el futuro será España. Recomendado a todo el mundo.

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