Revista Cultura y Ocio

la linterna de Jack

Publicado el 29 octubre 2013 por Maslama

la linterna de Jack
quizá el símbolo más característico de Halloween es Jack-o’-lantern (la linterna de Jack), la calabaza con un terrorífico rostro tallado en ella y una vela u otro foco de luz en su interior. Sin embargo, pocos saben que en el origen de esta inocente tradición infantil se oculta una oscura leyenda.
según una antigua leyenda irlandesa, hace varios siglos vivió en algún lugar de la isla Esmeralda un hombre llamado Jack el Tacaño (Stingy Jack), conocido por sus malas costumbres, pues era perezoso, sucio y borracho, pero también por su enorme astucia. Envidioso de los rumores, una noche el diablo fue a visitarle, para comprobar por sí mismo si Jack estaba a la altura de su infame reputación.
típico de él, Jack estaba borracho en mitad del campo, y allí mismo se dispuso el diablo a recoger su alma malévola. Pero Jack tenía una última petición, beber algunas cervezas antes de bajar al infierno. El diablo, no viendo motivo para negarse, le condujo a un pub local donde le suministró abundante bebida.
cuando llegó la hora de abonar la cuenta Jack se negó, y retó al diablo a que se metamorfosease en una moneda de plata, para pagar la ronda y demostrar sus poderes. Entonces en lugar de darle la moneda al mesonero se la metió rápidamente en el bolsillo, junto a un crucifijo, haciendo así preso al diablo. A cambio de la libertad, el diablo hubo de conceder a Jack una prórroga de diez años de vida.
pasados los diez años, el diablo acudió de nuevo por el alma de Jack, quien aparentemente resignado a su suerte pidió al diablo una última merced, una manzana para calmar el hambre. Cuando el diablo se encaramó en las ramas de un manzano próximo para arrancar la fruta, Jack rodeó la base del árbol con crucifijos, apresándole de nuevo. Y esta vez sólo accedió a liberarle a cambio de la promesa de no ser conducido jamás al infierno.
finalmente Jack murió, pero San Pedro no le dejó entrar en el cielo, por su estilo de vida pecaminoso. Entonces acudió cabizbajo a las puertas del infierno, donde tampoco pudo entrar, pues el diablo había dado palabra de no recibirle. Cuando Jack le preguntó cómo sabría dónde ir en tal oscuridad, el diablo burlón le arrojó una brasa de las llamas del infierno, que nunca se apaga. Jack la colocó en el interior de uno de sus nabos (su comida favorita) a modo de farol, y fue a vagar por la tierra para toda la eternidad. Se dice que aún anda por los caminos, y que se le puede ver en torno al 1 de noviembre, tratando de hacer su próximo truco o de cerrar su siguiente trato.

cuando los colonos llegaron a América, donde abundan los campos de calabazas y en cambio escasean los nabos, sustituyeron el nabo por una calabaza, perpetuando así la tradición de recordar a Jack y su linterna en la noche de Halloween, como símbolo de todas las almas errantes que por sus pecados quedaron atrapadas en este mundo.
ronronea: levina
la linterna de Jack

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