Revista Cultura y Ocio

La luz entre las tinieblas, de Luis Heredia Barragán

Publicado el 09 noviembre 2010 por Goizeder Lamariano Martín
La luz entre las tinieblas, de Luis Heredia BarragánTítulo: La luz entre las tinieblas Autor: Luis Heredia Barragán Editorial: Círculo Rojo Año de publicación: 2010Páginas: 358ISBN: 9788492849406

Hace tres meses Círculo Rojo tuvo la amabilidad de enviarme esta novela. Cuando vi el catálogo de esta editorial no me costó nada decidirme. Esta obra me llamó enseguida la atención. Por su título y porque las historias sobre la Segunda Guerra Mundial, el nazismo y la persecución de los judíos siempre me han gustado.

Y este libro en concreto no sólo me ha gustado, sino que me ha seducido, me ha emocionado y me ha entusiasmado. A lo largo de sus 358 páginas acompañamos a Jacob, un judío orgulloso de su religión, de su familia, de su país y de sus tradiciones. Orgulloso de ser quién es y de su gente. Por eso Jacob no entiende por qué él, su mujer y sus dos hijos tienen que vivir prisioneros en el gueto de Varsovia. Tampoco entiende por qué los nazis han invadido Polonia y nadie hace nada por ayudar a los judíos y a los polacos que día a día son perseguidos, detenidos, torturados y asesinados ante el silencio cómplice del resto del mundo. Jacob es un hombre sencillo, cercano, humilde y tímido. Pero también valiente. Tiene la valentía de las personas desesperadas. De las personas que lo han perdido todo y que no le tienen miedo a nada porque ya no pueden perder nada más. Porque ya no tiene ningún motivo para seguir viviendo. Precisamente por eso se une a la resistencia polaca. Porque no le importa arriesgar su vida con tal de salvar la de unos pocos judíos. Si alcanza su objetivo habrá evitado la muerte de alguno de sus hermanos. Si fracasa morirá. Pero eso no es tan malo. Volverá a estar junto a sus padres, su mujer y sus hijos. Tras sobrevivir en el gueto de Varsovia, Jacob seguirá luchando por su vida y la de sus hermanos en el bosque. Cada día será una nueva victoria. Por ellos. Por todos los que han muerto. Por todos los que morirán. Por resistir hasta el final cueste lo que cueste. No importa el hambre, el frío, la desesperación, el dolor por la pérdida de los seres queridos. Los alemanes les habían quitado todo. También su dignidad. Ya no eran personas. Sólo ratas. Y las ratas pueden sobrevivir en las alcantarillas y en las peores condiciones que un ser humano pueda imaginar, incluso en sus pesadillas. Conforme avanzamos las páginas la historia se vuelve más atractiva, más real, más cercana, pero también más dura, más cruel, más dolorosa. Sin embargo, en medio del infierno, del odio y de la muerte también queda sitio para la esperanza, para el amor y para la ternura. Porque todos estos sentimientos, muchas veces contradictorios, son los que nos transmiten no sólo Jacob, sino también sus hermanos de la resistencia. El tío Abraham, Mordechai, Oswald, los hermanos ortodoxos Endre y Ernest, Alfred, Leib y Anne, el pequeño Simón y, sobre todo, Lidia. Esa mujer que ha vuelto a despertar en Jacob el amor, un sentimiento que nunca ha sabido ni ha podido expresar. Porque Jacob ha besado, ha abrazado, ha acariciado y ha amado, pero jamás ha dicho te quiero. Poco a poco descubrimos la historia de Jacob y de su familia, y también la de sus hermanos. Todos tienen un pasado que no quieren compartir con nadie. Un pasado que sólo les causa dolor, un pasado que no quieren recordar, un pasado del que se avergüenzan. Porque todos han visto horrores que quieren olvidar. Todos han sido cómplices del demonio alemán en algún momento e incluso todos han cometido crímenes que no les dejan dormir por las noches. Pero conforme pasen los meses todos comprenderán que por mucho dolor y sufrimiento que hayan padecido en el pasado lo peor siempre estará por llegar. Los escenarios del terror, las torturas y los asesinatos cambiarán y al gueto de Varsovia y los montes de Polonia les seguirán la cárcel de Pawiak, el campo de concentración de Sobibor o la catedral de San Juan de Varsovia, donde Jacob y sus hermanos aprenderán una dura lección sobre el comportamiento de las personas. La luz entre las tinieblas es una historia de dolor, injusticias, violencia, torturas, asesinatos, secuestros, abusos y muerte. Pero también es una historia de esperanza, de lucha sin descanso, de resistencia hasta el final, de fidelidad a las creencias, a las tradiciones y a los antepasados. Es un canto a la vida en medio de la muerte. Una luz que invita a recorrer el túnel para descubrir qué hay al final, por muy oscuro que esté. Es una novela distinta a pesar de que nos relata algo que ya hemos leído y visto en infinidad de libros y de películas. Es una historia diferente porque nos habla, ante todo, de personas, de seres humanos reales, cercanos, capaces de todo, de lo mejor y de lo peor. Un libro que huye de maniqueísmos. Sin embargo, no todo es positivo. No puedo dejar de mencionar las faltas de ortografía, los errores de estilo y las frases mal construidas que tiene el libro que continuamente nos despistan, nos sacan de la historia y nos distraen. Y el final, en mi opinión demasiado artificial, como si de un deus ex machina se tratase. Aun así, la historia es muy recomendable. Por intensa, por real, por cercana, por humana, por conmovedora y por esperanzadora.

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