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La madre de Frankenstein - Almudena Grandes

Publicado el 19 marzo 2020 por Entremislibrosyo
La madre de Frankenstein - Almudena Grandes

Como os contaba en mi reseña de Los pacientes del doctor García, Almudena Grandes es una autora a cuyas citas literarias no falto nunca, salvo la primera novela de estos Episodios de una Guerra Interminable, he leído todas sus novelas, aunque en este espacio solo estén reseñadas, además de la ya nombrada, El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita. Hoy os hablo de La madre de Frankenstein.

Mi opinión

En 1954, al psiquiátrico de mujeres de Ciempozuelos acaba de llegar el doctor Germán Velázquez para tratar a las pacientes esquizofrénicas, por primera vez en España, con un nuevo medicamento, la clorpromazina, con el que ya ha cosechado grandes éxitos en Suiza. Con lo que el doctor Velázquez no contaba era con encontrarse allí con una interna que lo retrotraerá a su pasado. Esta no es otra que Aurora Rodríguez Carballeira (personaje real al que no conocía y que me ha resultado tan fascinante que he seguido leyendo sobre ella), madre y parricida de la conocida Hildegart Rodríguez, a la que intentará acercarse por todos los medios con la ayuda de una auxiliar, María Castejón.
Junto a los tres nombrados, más de cien personajes, entre ficticios y reales como la propia Aurora o Antonio Vallejo-Nájera y Juan José López Ibor, y respetando siempre el rigor histórico, transitan estas páginas cargadas de dolor, valentía y honestidad, pero a ellos pertenecen las tres voces narrativas sobre las que se sustenta la novela bien a través del clásico narrador protagonista, bien tomando la forma de monólogos interiores que aportan muchísima información sobre la psique y el funcionamiento de una mente enferma. De una forma u otra, y tanto con principales como con secundarios, Almudena Grandes vuelve a regalar a sus lectores unos personajes inolvidables que se quedarán conmigo por mucho tiempo.
El estilo de la autora es inconfundible y, aunque en esta ocasión la he percibido mucho menos adjetivada de lo que suele ser habitual en ella, vuelve a ofrecernos una prosa llena de matices y un lenguaje rico y vuelve a deleitar al lector con párrafos de absoluta belleza a través del uso de escenas yuxtapuestas en las que alterna, usando tan solo el más básico de los signos de puntuación, la coma, espacios temporales distintos que se funden en uno solo cargando de dramatismo y fuerza a la narración. No cabe duda de que Almudena Grandes es una de las mejores plumas de las que podemos presumir y el uso de los recursos retóricos y el control del pulso narrativo de los que hace gala en La madre de Frankenstein son solo una muestra más de ello.
Una vez más la autora ha vuelto a regalarnos a los lectores una historia tan dura como inolvidable, una novela que se vive más que se lee, en plena comunión con sus personajes, y en la que el lector avanza sin poder parar, pero con la pena de ir acercándose al final. Así he avanzado en la lectura, a menudo emocionada hasta las lágrimas, no pocas veces con una sonrisa, y en demasiadas ocasiones horrorizada ante tanta maldad, ante tanto abuso e imbuida de la resignación y desesperanza de tantos y tantos a personajes a los que la vida vapuleó en una y mil historias demasiado corrientes como para sorprender.
Porque, una vez más, Almudena Grandes no se limita a contarnos una gran historia, esa del doctor Velázquez y sus enfermas mentales, sino que alrededor de ese hilo conductor teje un entramado de vidas cotidianas, cada una con sus grandes penas y sus pequeñas alegrías, con sus miserias, con sus sueños, con sus luchas… La cotidianeidad de una época no tan lejana, pero a menudo olvidada o silenciada, dejando de lado que mucho de lo que tenemos hoy, muchas de las libertades que hoy nos parecen lo más normal del mundo, las disfrutamos gracias a aquellos que lucharon por un futuro distinto. En este sentido La madre de Frankenstein es también un homenaje a todos ellos y así nos lo recuerda la autora en su nota final.
«En memoria de todas esas mujeres, que no pudieron atreverse a tomar sus propias decisiones sin que las llamaran putas, que pasaron directamente de la tutela de sus padres a la de sus maridos, que perdieron la libertad en la que habían vivido sus madres para llegar tarde a la libertad en la que hemos vivido sus hijas, he escrito este libro.»En definitiva, La madre de Frankenstein es una magnífica novela con la que Almudena Grandes vuelve a rescatarnos del olvido histórico mientras nos introduce de lleno en la oscura psiquiatría franquista. Una novela intensa y tan verosímil que es imposible no emocionarse y conmocionarse con ella.

Ficha técnica



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