Revista Comunicación

La magia de los Crossovers

Publicado el 18 noviembre 2014 por Reino Reino De Series @reinodeseries

Hablamos mucho de Shonda Rhimes, de su poder en la televisión y la sumisión de ABC, que la deja hacer y deshacer a su antojo. Y es cierto, Shonda tiene tres éxitos en parrilla de lo más rentables y los maneja como quiere, pero ABC no es la única cadena que cuenta con un showrunner prolífico e influyente; NBC tiene a Dick Wolf, un señor que sin comerlo ni beberlo se acaba de echar a sus espaldas un triple crossover muy bien llevado.

La magia de los CrossoversDick Wolf estrenó hace 24 años Ley y Orden y desde entonces NBC lo abraza muy fuerte. Hace tres temporadas desarrolló Chicago Fire, y hace dos su spin-off Chicago PD, basadas en los casos de emergencia de Chicago.Podemos entender entonces que Wolf sea un especialista en los procedimentales, en las tramas episódicas y en la adrenalina de bomberos y policías, pero también es especialista en lo que creemos debe ser el futuro de muchas series de televisión, los crossovers.

La magia de los Crossovers

Si empezaran a cantar "Dos hombres y un destino"
la serie mejoraría mucho, y lo sabéis

Los hemos visto entre muchas series, con más o con menos interés. CSI paseaba a sus forenses y el capítulo en el que se unían al equipo de Sin Rastro fue histórico, incluso una vez Grissom se fue a Dos Hombres y Medio a investigar. En la actualidad The Vampire Diaries y The Originals se marcan algún episodio así y ahora parece que empezaremos a verlo con The Flash y Arrow. Luego están locuras como el de Bones con Padre de Familia que es para echarle de comer aparte.
Shonda también se marcó algún crossover con la finalizada Sin Cita Previa, y Addison o Amelia de vez en cuando se cambiaban de serie para hace una visita al Seattle Grace, pero en un mundo en el que Shonda tiene locura médicas, políticas y legales por igual debería estar mejor aprovechado. No hablo de episodios dobles o triples, de casos que ocupan una trama de dos horas, estoy hablando de pequeños detalles, de que alguna vez Viola Davis se enfrente en la corte a David Rosen, que si le pegan un tiro a Fitz lo opere Christina Yang y que cuando Derek dice tengo que hablar con el presiente no diga Obama, diga Grant para que todos adoremos a Shonda por encima de todas las cosas. Además, de esta forma no se interrumpe el desarrollo de ninguna de las series como sí lo haría un episodio crossover al uso.

La magia de los Crossovers

Una relación amorosa entre personajes de
distintas series mola

Desde que apareció Chicago PD, siempre que se necesita un policía en Chicago Fire aparece algún detective que conocemos, igual pasa al revés, los bomberos se pasan por comisaría y los policías acaban sus rondas en el bar que regentan Hermann y compañía. Y es algo lógico: si necesitas un policía y tienes en nómina en otra serie (además de la misma ciudad) a uno que el espectador va a reconocer y agradecer ¡úsalo!
Es un guiño a los espectadores fieles que se meten mucho más en el mundoque se crea alrededor de las series, se crea la atmósfera de un universo en el que todo pasa al mismo nivel. Está claro que es una cosa que no va con todas las series, la ambientación tiene que ser similar, y quizás no debe tomarse muy en serio, pero en las que encaja es un recurso muy interesante. En España lo teníamos con Hospital Central, cada vez que en cualquier serie aparecía un paramédico probablemente venía de allí y tenía su gracia, incluso el Comisario alguna que otra vez se cambiaba de serie para impartir justicia por ahí.
Hay que tener mucha habilidad para mezclar esas tramas sin que algún espectador se quede fuera, pero hay que reconocer que Dick Wolf lo sabe llevar muy bien y lo demostró la semana pasada en el triple crossover que se montaron sus series.
La magia de los Crossovers
Un capítulo de Chicago Fire aparentemente normal que termina cuando de una casa en llamas sacan a un señor implicado en una trama de pederastia. Kelly dice “llamad a la policía” y Sophia Bush (que en esto de pasearse de serie en serie es la reina) va rápidamente. Cuando descubren que el caso se centra en Nueva York, Sophia llama a sus amigos de Ley y Orden y se va con ellos, en su respectivo episodio, a buscar a los malos y cuando la cabeza de la red pederasta resulta que está en Chicago todos vuelan allí a terminar con el caso. Y así se pasan dos episodios volando para un lado y para el otro porque supongo que llevar a los dos equipos enteros a cada serie era, como poco, caro. El resultado son tres episodios magníficamente llevados principalmente porque aunque nos hubiéramos perdido uno, por ejemplo Ley y Orden, nos habríamos perdido parte del caso, pero no habría perdido el sentido. Además es una muy buena estrategia, porque las audiencias dieron máximo histórico para Chicago PD y máximas de los últimos 3 años para Law and Order SVU. NBC tiene que estar haciendo palmas con las orejas.
Desde Reino de Series reivindicamos los crossovers, ¡queremos ver más!, exigimos un mundo en el que los casos vayan desde la calle hasta los juzgados pasando por todos nuestros personajes, queremos ver a los abogados de Suits enfrentándose a la Good Wife Alisha en la corte, o... a Ari Gold (Entourage) haciendo un cameo por Glee para apretarles las tuercas, ahora que quieren hacerle a Rachel una serie de televisión.

¿Y a vosotros, que crossover os haría ilusión?



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