Revista Medio Ambiente

La magia del día 1

Por Valedeoro @valedeoro
La magia del día 1

Dentro de un mes todo el mundo estará emocionado por los cambios que implementará durante el nuevo año. Motivados por el champán y el vino de la noche anterior las listas de propósitos han crecido considerablemente para abarcar todo aquello que piensas hacer en los próximos doce meses. Una historia que se repite año tras año.

¿Recuerdas tus propósitos del año pasado? ¿Recuerdas los hábitos que querías crear, los objetivos que querías conseguir, los aspectos de tu vida que querías cambiar? Aún te queda un mes para poder celebrar tus avances... si te comprometes con un nuevo inicio.

Entre inicios reales y simbólicos

Cualquier día es un buen momento para iniciar algo nuevo, para cambiar de vida, para dedicarle energía a las actividades que te permiten ser la mejor visión de ti misma. Aún así es tan fácil delegar el nuevo comienzo a una fecha "más significativa" como el día 1 de enero. Un martes cualquiera o un día 17 del mes simplemente no tienen la misma gracia, y no se puede celebrar de la misma forma que el año nuevo.

La gran pregunta es: ¿por qué tienes que esperarte días, semanas o incluso meses para poder dedicarte a lo que tú quieres conseguir? ¿De qué sirve esperar una fecha simbólica? Me gustaría pensar que necesitas este tiempo para prepararte para el reto que te espera, aunque imagino que la realidad está vinculada con una maniobra de tu cerebro - la de postergar los esfuerzos a un futuro incierto.

Empezando a empezar (antes del día 1)

Para empezar (o cambiar) un hábito, para hacer la planificación de tu nuevo proyecto, para finalmente revisar el altillo que tanto lo necesita puedes esperar el 1 de enero. O puedes crear tu propia fecha significativa: el día 1 del mes, el próximo lunes, tu Santo, tu cumpleaños, el nuevo año chino... lo importante no es que la fecha coincida con lo que digan los demás (ni el gimnasio a la vuelta de la esquina), sino que te motive a ti.

Y mientras esperas esta fecha significativa, prepárate.

Anímate a ti misma que pronto harás este cambio importante. Haz una lista de las ventajas que conlleva este cambio, de lo bien que te sentirás, por muy difícil que parezca.

Asegúrate de preparar todo para que en la fecha escogida no haya nada que pueda interferir con la realización de tus planes: compra el material que necesitas, prepara las soluciones para posibles obstáculos, pon tu objetivo por escrito y/o pide a tu mejor amiga que supervise tus avances.

Empieza a empezar antes de que tengas que empezar de verdad.

"Hoy es el primer día del resto de tu vida"

Tal como te lo indica este refrán popular: de hecho hoy es el día 1 que tanto estás esperando. Puedes empezar desde ya a vivir tu vida, a crear el camino que buscas, a conquistar tu entorno y tu rutina diaria. Por supuesto que tu cerebro prefiere que te esperes al día 1 de enero (y que después te tomes una semana de descanso por las fiestas) para que él tenga más tiempo en inventarse excusas y crear obstáculos que aseguran de que todo se queda tal cuál como está. Al cerebro le encanta lo conocido y lo previsible. Los cambios también son geniales, de preferencias los de "mañana".

Si miras tu lista de propósitos de este año, ¿qué puedes rescatar para empezarlo hoy? Y si creas tu lista de propósitos para el nuevo año, ¿qué puedes ya preparar para que la implementación sea lo más fácil posible?

Recuerda: hoy también es el primer día. Tu decides: ¿el primer día de qué?


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