la maldad

Maldad
La Maldad es la ira, los celos, la envidia, es vivir enojado con la disconformidad que existe en cada pensamiento, es pensar en uno mismo, es querer ser más superficial, más rico, más guapo, más egoísta. La maldad es querer tener más a costa incluso de sacarselo a otros.La maldad es sembrar discordia, malestar, es no querer entender, deconocer la comprención hacia otros, creerse superior, vivir en la hipocresía de la ficción.
Existe desde que existe vida,  va impresa en casi todos los seres vivos y en las situaciones más extremas, se puede apreciar como su naturaleza sobresale por la necesidad de supervivencia de las especies, conviertiendose en una lucha encarnizada entre seres vivos  por  sobrevivir.
Cuando una especie o un ser tiene que luchar para sobrevivir, ese lado oscuro de la materia sale a relucir, esa parte que todos llevamos impresa, que nos aleja del bien, de la generosidad, entonces es cuando la maldad levanta su altar y todas las bajezas humanas salen a flote…
Los seres humanos están compuestos del bien y el mal , ellos escogen que quieren ser y de que forma quieren vivir. La vida enseña a quien quiere aprender que es mejor ser y otras provoca que salga lo peor de cada uno, dejando que nuestra vida sea miserable.
Cuando la supuesta racionalidad del ser humano examina su propio ser, puede percibir que este, es  defectuoso. Esa máquina perfecta que desea,  no es más que una ilusión. Es sin duda, un ser humano cargado de defectos. 
Esta reflexión hace que la maldad se reduzca porque puede perdonar a otros que juzgaba peores y ahora comprueba que sus errores todavía pueden ser peores que los que ve en los otros, con lo cual perdona y siembra la semilla del bien.
Empatía, sentirse como se siente el otro, cuando nace este sentimiento, florece la bondad y la comprensión.
Para vivir en el bien, hay que intentar ser mejor cada día.
La maldad se regula, se auto controla, se reflexiona, se expulsa, pero sólo cuando uno está preparado para ejercer el bien, cuando  se pule cada instante el ser, sin importarle como actúen o sean los otros seres, entendiendo que el exterior funciona al margen de su pensamiento y que esta distancia es grata, porque es señal de que se aleja del mal que producen los que no quieren pensar para mejorar.
Pero no puede dejar de vigilarse, porque  cualquier despiste  puede suponer volver a recuperar su parte de maldad, su esencia que no es más que una parte de bien y otra del mal.
imágenes extraidas de internet
Ultreia