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La Mano y la Mente Humana

Publicado el 12 julio 2012 por Carerac @abcienciade

La Mano y la Mente Humana

Diferentes manos

Podríamos decir que la mano es donde la mente encuentra al mundo. Como humanos utilizamos nuestras manos para comer, escribir, dibujar, pintar… construir todo aquello que la mente humana es capaz de imaginar. Y este pequeño detalle salvó a nuestra especie de la extinción. El inhospitable ambiente glacial Europeo de la última glaciación, hace 50.000 años, desafió el ingenio humano. Rara vez los Neandertales se atrevían a vivir en las planicies europeas, carecían de la vestimenta y la tecnología necesarias para sobrevivir en estos territorios salvajes y fríos durante el invierno. En cambio el  Homo Sapiens cazaba en estas tierras, gracias a un simple y poco apreciado invento que aun se utiliza hoy día: el hilo y la aguja

Nadia sabe quien fabricó por primera vez estas  sencillas herramientas de hace 30.000 años, pero sirvieron para prosperar en ambientes con temperaturas extremadamente bajas. La aguja permitió confeccionar vestimentas que se ajustaban con precisión al individuo y combinar las pieles de diversos animales para aprovechar al máximo sus propiedades. La ropa interior podía confeccionarse de forma ajustada, la siguiente capa con una piel que proporcionara calor y la última que protegiera del viento. Tenían la protección necesaria para sobrevivir a los rápidos cambios climáticos. Y todo ello gracias a la mano, a la increíble y precisa mano humana. La razón por la que la utilizamos tan ampliamente es por su extraordinaria anatomía. Debajo de la piel hay una gran variedad exquisita de tejidos. Solamente el pulgar está controlado por nueve músculos diferentes. Algunos anclados a los huesos dentro de la mano, mientras otros se deslizan hacia el brazo. La muñeca es un grupo flotante de huesos y ligamentos enroscados con vasos sanguíneos y nervios. Cada nervio tiene su ramificación hasta la punta de los dedos. Todo este conjunto permite que la mano ejerza fuerzas grandes o delicadas. Un relojero utiliza sus manos con gran precisión y delicadeza mientras que un minero las utiliza para cavar en la roca.

Desde que se descubrieron fósiles de huesos de mano en la garganta de Olduvai en 1960, en el mismo nivel que herramientas de piedra primitivas, se genero un debate sobre si el huso de herramientas por nuestros antepasados condicionó la evolución de la mano. Es decir, ¿la funcionalidad condiciona la anatomía?, puede parecer una pregunta sin importancia y fuera de lugar, pero pensemos por un momento que si la mano condiciona la mente, la evolución de la mente al pensar en diseñar nuevas herramientas condiciona la evolución de la mano, que a su vez condicona la evolucion de la mente.

Cuando Charles Darwin escribió el Origen de las Especies se dio cuenta de la similitud de la mano humana con otras especies, escribiendo estas breves palabras:

“Somos primos con los murciélagos y otros animales con manos y todos hemos heredado nuestras manos de una ancestro común.”

Durante los últimos 150 años se han desenterrado fósiles en todos los continentes y se han comparado la anatomía de las manos en los animales y se han estudiado los genes que conducen al diseño de la mano, comprobando que Darwin tenía razón. Nuestras manos empezaron a desarrollarse al menos hace 380 millones de años desde las aletas puntiagudas con pequeños huesos en su interior que corresponderían a nuestros brazos. Con el tiempo se desarrollaron pequeños huesos que formaron la muñeca y los dedos, permitiendo agarrarse bajo el agua, con algunas formaciones de siete y ocho dedos. Pero cuando los vertebrados empezaron a caminar sobre la tierra seca hace 340 millones de años, la mano adquirió los cinco dedos que predomina hoy en día en múltiples formas según la especie.

Nuestra especie puede utilizar las manos para realizar numerosos actos con gran destreza y precisión a diferencia de otras especies que también tienen manos de cinco dedos. La diferencia con las otras especies reside en el cerebro, nuestra mente necesita la mano para comunicarse y es posible que el desarrollo de la mano haya configurado también el proceso de aprendizaje de la mente humana.



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