Revista Opinión

La marcha del 8N: asistirá la Gata Flora

Publicado el 07 noviembre 2012 por Colombatto

Esto de que las redes sociales son las convocantes es un cuento sólo creíble por el zócalo social pues pasan los días y su promoción está bien aceitada desde los diarios La Nación y Clarín, la televisión asociada y Yahoo.com.ar.

Sin dudas será la marcha del autoritarismo, la negación de las realidades en los países mandantes (idolatrados) y la falta de memoria nacional.

El autoritarismo es notable con sólo evaluar que más de la mitad de los votantes argentinos apoyaron esta conducción hace apenas un año atrás y los convocantes al Sambódromo-9 de Julio niegan ese suceso a rajatabla. Ahí anda el derechista Macri apoyando la manifestación.

Las intenciones de los convocantes no son honestas y construyen argumentos obviamente mentirosos. El último domingo, algunos de los promotores de este pseudo levantamiento desfilaron por la televisión porteña (que tiene muy, muy poco de nacional) y con total seriedad dijeron unas mentiras que recordarán los libros de historia por lo exageradas. El señor Prat Gay (Coalición Cïvica) dijo “A medida que aumenta la inflación, los bancos pagan menos intereses”. Esto es comparable a que un climatólogo diga que mientras aumenta la velocidad del viento, los árboles se mueven cada vez menos. El dislate lo dijo con la misma seriedad que acostumbra mantener su mentora, Elisa Carrió cuando vaticina cataclismos que nunca llegan al país.

La líder del tremendismo (programa “Hora Clave”) se contradijo en medio de su virulencia monótona; dijo que “la marcha no es contra Cristina”, y unos segundos después agregó: “La gente pide que se vayan”. O sea, no sabe lo que dice pero demuestra su odio contra el gobierno que votó la mayoría y que a ella no la votó.

Un lector de Tiempo de San Juan, bajo la nota titulada “Convocatoria NAZional a la marcha del 8N”, dice: “Perdón yo fui a la marcha del 14 [13-09] para que no me la cuenten y escuché a miles pidiendo la renuncia de CFK o su muerte y tb vi burlas por la muerte del marido”.

Este odio a la voluntad de las mayorías suele aflorar en los porteños extremistas cada determinada cantidad de años. Así conforman sociedades de hecho que terminan volteando gobiernos (entre los argumentos de los convocantes al 8N está “Marcha por la libertad y la defensa de nuestra Constitución Nacional” Es como si un gato se declarara defensor de las aves y basta con ver el video de Duro de Domar en medio de la marcha del 08-06-2012 para comprobar que muchos añoran el retorno de las botas). Es la historia argentina con percutor en la prensa y detonante en las calles porteñas donde amontonan personas con baja autoestima. Sí, porque aceptan dócilmente que los manejen tras una consigna que ellos no elaboraron. Son la masa, y en nuestro país hay dos tipos de masas: la sindical y la resentida contra las mayorías. En ambos bandos, quienes enfrentan a los gobiernos para ganar poder político y económico, tienen asegurado buen caudal de cuerpos incapaces de pensar por cuenta propia. Sí, nada nuevo, porque esa es la definición de masa, en la cocina y en las calles, dándole el formato y consistencia adecuados para llegar al fin premeditado. La masa nunca sabe que terminará en el horno.

Más protocolar pero indudablemente con buena lógica publica el sitio web elesquiu,com una nota de Mempo Giardinelli: “Los organizadores tienen todo el derecho a manifestarse y es bueno que lo hagan con cuidado. No de otro modo se fortalece la democracia”.
“Lo cuestionable, en todo caso, es la insinceridad de algunos de sus promotores. Porque más allá de blogueros y entusiastas de las redes sociales, es evidente que detrás de ellos se esconden actores políticos silenciosos, por llamarlos de algún modo, que pertenecen a partidos u organizaciones y que no dan la cara. También tienen derecho a manifestarse, desde luego, pero mejor sería que sinceraran su presencia”.
“Descartada además toda supuesta espontaneidad (tampoco fue espontánea la manifestación del 13S), hay que reconocer que la planificación ahora se hace con más cuidado. No obstante lo cual, el 8N es una movida política montada sobre algunas falacias, como la de que representan al 46 por ciento de la ciudadanía. Eso no es verdad, pues lo que hubo en las elecciones de hace un año fue un 15 por ciento, y un 11, y un 7, y varios 3 y aún menos, y es obvio que todavía hoy no están unidos ni representan una voluntad común”.
“Además llama la atención que esta convocatoria no ofrece más propuesta que la movilización en sí, y tanto sus reclamos como sus íconos inconfesados también adolecen de insinceridades. Los afiches que convocan no lo admiten explícitamente, pero sólo mencionan en grandes letras los vocablos “reforma, inseguridad, inflación, impunidad, mentiras, corrupción, patoterismo, adoctrinamiento”. Todo lo cual es obvio que está subsumido y supeditado a la frase clave que confiesan apenas en letras muy, muy chiquitas: “Con un gran 8N no hay 7D””.
“Esa es la cuestión. Ahí está el sentido último, profundo, de esta marcha. Y es claro que también tienen derecho, pero lo chocante es la insinceridad. ¿Por qué no lo dicen? ¿Por qué no reconocen que están en contra de la ley de medios y convocan a esta marcha como inicio de la desobediencia activa que planea el Grupo Clarín?”.

El enfrentamiento supera las fronteras nacionales pues quienes apoyaron a la derecha venezolana y a los conatos golpistas en Ecuador como en Bolivia, que sí triunfaron en Paraguay, coincidentemente apoyan a la marcha “espontánea” del 8N. Tanto videocable manipulándonos a control remoto terminó consolidando la cadena de sucursales, país por país, con “harto” clientelismo.

Volviendo al tema local, para lograr la masa callejera hay que “calentarla a fuego lento”, y eso estuvieron haciendo los conductores estos últimos meses desde la prensa fomentando el odio, porque el odio en lugar de paralizar (como el miedo que impone todo autoritarismo), exaspera e impulsa a hacer locuras que no haría la misma persona si meditara las posibles consecuencias.

El autoritarismo (sindical como del multimedios) empuja a las respectivas masas contra el gobierno. Unos piden más plata (hace años que ya no hablan de dinero) y otros piden más dólares y más caros (piden derecho a especular con el dólar). Si el gobierno aceptara ambos pedidos, empezando por el dólar a 6-7-8 pesos, las cosas (empezando por los alimentos) duplicarían su valor y el aumento de los sueldos en 10-20-30% sólo sería un retroceso en los ingresos salariales, o sea que, darles el gusto sólo empobrecería a los trabajadores. La masa nunca sabe que terminará en el horno. Lo que piden va directamente en contra de sus propios intereses, o sea que reclaman lo que no quieren. Se parecen a la Gata Flora.

Controlar los medios de difusión es un objetivo que cumplió ya más de un siglo (Maquiavelo y Montesquieu, más los reales o falsos Protocolos de los Sabios de Sión) para inculcar en las masas las ideas que les convienen a los grupos de poder, estén estos en el gobierno o no. Si en nuestro país un multimedios difunde su ideología a través de 240 bocas de expendio más los sitios web asociados, claramente es un grupo de poder paralelo al gobierno que fuere. Con este poder infernal puede engañar a la masa como le plazca pues la persona que escuche cualquier mentira una y otra vez en el día por distintas radios y canales de televisión, al terminar la jornada la considerará totalmente verdadera (”Miente, miente, miente, que algo quedará”).

Estos grupos de poder alimentan el odio y descrédito contra el gobierno mayoritario; también promocionan la compra de dólares, difunden los éxitos de EE. UU. (ese gobierno nunca se equivoca), las malas noticias de Medio Oriente (parece que allí nunca ocurre algo bueno) y la crisis europea (aquí la culpa se la achacan a los gobiernos y la banca sin apellidos).

Si en la marcha del 8N se infiltrara un encuestador y preguntara en el caso de viajar al exterior qué destino elegiría: a- cualquier país de Latinoamérica; b- EE. UU, la inmensa mayoría de los marchistas optaría por la opción b, que (¡oh, coincidencia!) es el destino más promocionado por el grupo de poder más consumido por esos belicosos.

Si a esos mismos adoradores del “sueño americano” se les informara lo mal que viven los latinos en ese país, el alto porcentaje de impuestos que deben pagar, la obligación de endeudarse para estudiar y atender su salud, la represión policial contra cualquier marcha callejera, etc., etc., los opositores al gobierno argentino abandonarían las provocaciones en estampida. Como estas realidades no les convienen a los grupos de poder, pues simplemente no las difunden o les destinan muy poco espacio para que no “prenda” en la masa.

Sería educativo y honesto informarle a los subscriptos a la marcha del 8N las condiciones de vida en aquella sociedad de la supuesta abundancia y libertad para luego preguntarles si quieren vivir así en la República Argentina, sin el cepo en el dólar pero con el cepo entre los tobillos, no porque son el 46% sino el 99%. ¿Quieren vivir como manda el Tío Sam? Entonces compren armas, porque aquel sistema de vida es el que más promociona la violencia. ¿Eso no? Che, pero son como la Gata Flora.

El Peronismo ha sido en nuestro país el sistema de gobierno que más defendió los derechos sociales con los servicios educativos y de salud en igualdad para todos y la libertad de participar la mujer especialmente en política. Hoy contamos con una mujer al frente del gobierno nacional y otras mujeres manifestándose con carteles que dicen “Andate Yegua”. Muy educaditas las féminas que practican pedestrismo en el Sambódromo “made in Argentine”. Aprovechando la boleada, el políglota Lanata (habla español y guarangol) exhibió este cartel y otros más grotescos en su último programa televisivo, que aquí no transcribo porque no promociono guarangadas.

La nota del sitio elesquiu.com no tiene desperdicio y también dice: “Es indudable que se han cometido yerros y metidas de pata. Pero si se pueden cuestionar casos de corrupción, por ejemplo, debe tenerse en cuenta que este mismo gobierno propuso una Corte Suprema insospechada como jamás habíamos tenido. Y fue el que acabó con el negociado de las AFJP. Y el que les cerró el negocio de la deuda a muchos economistas del establishment. Y el que ahora destapó el negociado de las cúpulas de Gendarmería y Prefectura”.
“Debieran recordar también que es este gobierno el que desmontó la impunidad que instalaron las leyes de obediencia debida y punto final, y el que impulsó los juicios a los genocidas y la búsqueda de hijos y nietos apropiados. Por todo eso se ganaron los tremendos enemigos que tienen. Y es por eso que a la Presidenta le tiran con adjetivos y puteadas. Pero porque no tienen otra cosa. Que yo sepa, no le han probado corrupción alguna. Y más allá de que su fortuna personal a mí tampoco me gusta, no parece mal habida porque si no ya la habrían querellado. Y además la tiene declarada, y año por año”.

En 1983-7 el doctor Emilio Papousek fue intendente de Caleta Olivia. Al cierre de su gestión dijo: “Llevamos siempre con nosotros la reflexión del fisósofo Ernai, que expresa que ´elevar el nivel económico de los pueblos, sin elevar su nivel cultural y cívico, es como colocar un burro en el Palacio´”. Ese es el error de fondo del peronismo: haberles elevado el nivel salarial, gracias al cual ahora cualquiera tiene televisión, celulares (redes sociales), Internet, etc. y en lugar de aprovecharlas para vivir mejor y más felices, pues las usan para crispar/se, insultar al pie de las notas periodísticas y marchar contra fantasmas que les publicitan desde esos medios de comunicación. Tienen más “plata”, pero menos equilibrio y nulo respeto.

Hace medio siglo atrás, íbamos a la escuela con la merienda preparada por nuestras madres. Hoy el gobierno atiende a los niños y adolescentes con porciones de pizza, leche, etc., o sea que los alimenta.

Con los actuales buenos salarios, en cada fin de semana largo se congestionan las rutas porque las familias hacen turismo sin importar la fecha del año y esto activa notablemente las pequeñas economías más allá de los períodos de vacaciones. Estos beneficios siempre estuvieron en manos de las clases pudientes. Hace 2-3 décadas atrás los que podían hacer turismo aprovechaban sus vacaciones (unos pocos días) entre fines de diciembre y fines de febrero. En marzo vacacionaban los de mayor poder adquisitivo. Hoy viajan los asalariados en verano como en mayo, etc.

Los que atestan el Sambódromo argentino se niegan a ver esta realidad y menos aún a compararla con la vida que llevaron nuestros padres o la niñez de quienes hoy peinamos canas. La gran familia de la Gata Flora no quiere hablar de esto y pide volver al pasado, con dólar alto, sueldos bajos, vacaciones una vez al año, represión contra cualquier manifestación callejera (como hace el Tïo Sam), medios de comunicación transmitiendo fantasías con “glamour” (como en Chile y EE. UU.), gobierno de machos anti abortistas (¿acaso se les cruza por la sesera los derechos de la mujer pobre o indigente?) y una industria nacional agrícola (primaria, o sea bien básica) a perpetuidad comprándole el resto a los que mandan, o sea, al cuerno el orgullo nacional por producir gracias a nuestra inteligencia.

El que escupe para abajo (departamento H, piso 34, o el que fuere dentro de las jaulas urbanas) no piensa que si se hace costumbre, puede que mañana esté en la vereda recibiendo los escupitajos de sus vecinos (la gata Flora-1, escupiéndole a la gata Flora-2).

La masa nunca sabe que terminará en el horno marca “Sambódromo”.

El 8N tiren papelitos y disfruten el paseo, porque si triunfan, será el último carnaval previo a la instauración del “sueño americano”. Ahí están España y los demás que se ajustaron a las reglas anti “populistas”.

Alguien que se define como Romanas publicó el 25-11-2011 en es.paperblog: “Ay Eutiquio, no te hagas de menos que más que no saber, yo creo que no quieres saber”

No valoran la libertad que tienen y si hay tanta discusión sobre la/s marcha/s, pues es la mejor demostración de que existe la libertad de expresión.

Pobre gente. No saben qué hacer con sus propias vidas y repiten, repiten lo que les dicen. Hacen catarsis en la calle. Hay que verlos en los videos descargando sus extremismos y odios.

Pobre gente.

Luis Colombatto


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