La mediocre Liga de fútbol argentina: las claves del desastre

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El fútbol argentino tocó fondo en una situación que simboliza a la perfección la mediocridad y baja calidad de su Liga, cuando en 2011 uno de sus clubes estandartes descendió a Segunda, hablamos de River Plate. A parte de este suceso histórico es de sobra conocido el bajo nivel de su campeonato en los últimos años, una Liga sin alma y sin pasión, donde el preciosismo ha pasado a un segundo plano y la mayoría de directivos van hacia una única dirección que es enriquecerse con el negocio. Estas son algunas de las claves del porqué de esta extraña situación:

• Falta de sentido común: Según Angel Cappa, experimentado entrenador argentino, el fútbol de su país necesita una renovación total. Comenzando desde arriba, insiste en que muchos directivos deberían dejar paso a gente con más disciplina y control sobre el negocio. Sobra corrupción y falta sentido común.
• Estructura del campeonato: El actual formato dividido en dos  campeonatos en un año (Apertura y Clausura) hace que al ser tan cortos, los entrenadores y sobre todo los directivos sean resultadistas y sin ningún tipo de intención por crear un proyecto deportivo estable y sólido. Equipos enteros son desmantelados cada seis meses para crear mini-proyectos nuevos y sin futuro. Esto ejerce una presión brutal sobre los responsables y se ve reflejado en la mediocridad del campeonato. Hace falta una reestructuración total del mismo.
• Éxodo masivo de jugadores: La salida desorbitada de jugadores hacia Europa sobre todo significa un problema vital de cara a la formación de nuevos talentos y su formación. Casos como el del brasileño Neymar son impensables ahora mismo en el país. Las prisas por hacer caja con jugadores que apuntan pero aún no son nada está a la orden del día. En palabras de Cesar Luis Menotti “Un crio marca dos goles seguidos y al mes siguiente ya está jugando en Italia”. La falta de paciencia también es un handicap, se prefiere vender antes que apostar por ellos.
• Falta de confianza generalizada: La gente ya se ha acostumbrado a ver y jugar un fútbol más agresivo que técnico, los equipos plantean así los partidos y no se apuesta por un modelo atractivo. Quizás el “bilardismo” se ha impuesto como método resultadista y más seguro ante la falta de confianza de un proyecto estable. Según Cappa: “Boca Juniors ganó el último campeonato porque Riquelme se lo propuso, es un crack en un país de ciegos”. El caso del Huracán de Pastore en 2009, creó un clima de desconfianza brutal al ser, según Cappa, “objeto de una conspiración para que no consiguiera el título, a nadie le interesaba”, meses más tarde Huracán perdió la categoría. Haciendo énfasis en la falta de paciencia y confianza Menotti dijo “dudo de la progresión del mismísimo Leo Messi si jamás su hubiera ido”.

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